Re: Ataque a "Charlie Hebdo"

Iniciado por
Montealegre
Hablar de un "derecho a la blasfemia" es una soberada estupidez desde el punto de vista del derecho natural y del sentido común, así de simple. Pero, es que en este caso los que reclaman tal despropósito ni siquiera pueden apoyarse en la ley civil positiva (que no siempre coincide con la ley natural ni siempre tiene -lamentablemente- la sabiduría de amparar lo justo); porque en España la blasfemia lejos de ser un derecho, está tipificada como un delito:
No importa si este artículo del Código nunca ha sido aplicado, es obvio que si una acción está tipificada como un delito, esa misma acción no puede ser a la vez un derecho.
No estoy muy seguro, pero tengo entendido que el mencionado artículo fue derogado hacia 1988. En cualquier caso, se podría interpretar que la Constitución vigente en aplicación de sus artículos 14 y 16, párrafos 1 y 3, excluye supuestamente el imaginario derecho a la blasfemia en nombre de esa mal aplicada libertad de expresión. Ciertamente, en el artículo 20, párrafos 1.a) y 2) se establece dicha libertad sin restricción alguna de censura previa, pero ello no implica que no existan límites, y que no son otros que los necesarios para que el cumplimiento de dichos derechos no se opongan unos a otros. En este caso, la libertad de expresión no puede ir contra el catolicismo de la mayoría de la sociedad española.
Entiéndase que esto "debe" ser así, otra cuestión es que dicha mayoría al no abrir la boca, no se gana el derecho a ser respetada, aunque esto en una sociedad sana, y por tanto no putrefacta, no debería ser necesario ni estarlo comentando. Cuando en una cadena de televisión propiedad de la Conferencia Episcopal Española, o sea, un medio propiedad de la Iglesia Católica, la COPE, o 13 Televisión, hay que estar escuchando permanentemente mantras revolucionarios que en muchos casos son contrarios a la Tradición y al Dogma católicos, pues la cosa pinta mal. Hay un grupo de individuos, siempre los mismos que, más o menos según días, se alternan en tres programas de discusión que no se sabe muy bien por donde cogerlos. A dichos personajes, a su vez, es posible verlos participando en similares tertulias en otras cadenas muy alejadas de lo que se supone que es el Catolicismo. Hablamos, por tanto, no de periodistas, sino de tertulianos profesionales, por lo que da lo mismo conectarse a unas cadenas que a otras. Sin embargo, esta situación podría corregirse si se dejase de ayudar a la Iglesia (léase Conferencia Episcopal) con la donación voluntaria de la declaración del IRPF, haciéndoles llegar que la causa está en la situación de la mencionada cadena de televisión. O le dan un giro completo, o deja de haber ayuda. Y aún más, avisar a través de las redes a los anunciantes en dicha cadena, que los católicos no van a adquirir sus productos mientras la política de programación y el sector de participantes de la misma mencionados, no sufran un drástico cambio.
Última edición por Valmadian; 12/01/2015 a las 06:42
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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