Imperialismo anglosajón, logias masónicas y la independencia de Hispanoamérica. Historia secreta de América -7-. « coterraneus – el blog de Francisco Núñez Proaño


Hoy se conmemora el 189° aniversario de la batalla de Pichincha (24 de Mayo de 1822) que selló nuestra denominada libertad y hoy cuando se celebran los 200 años de libertadura en medio del bicentenario es más que apropiado presentar a continuación un esclarecedor, impactante y sobre todo valiente texto, sobre la conformación del verdadero proceso histórico de la llamada “independencia”:




Imperialismo anglosajón, logias masónicas y la independencia de Hispanoamérica[1]

Por Armando Aristizábal[2]

“El objetivo de Inglaterra y de todas las logias masónicas en América era lograr la independencia, luego de destruir el poderoso andamiaje político-militar montado por España“.
“dividir y fraccionar territorios emancipados para poderlos dominar mejor”
“A Inglaterra y su mercado mundial les interesaba enfrentarse con pequeñas repúblicas, susceptibles de ser manejadas fácilmente a su arbitrio…”

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En todas las épocas, y en el mundo entero, las sociedades secretas se han constituido como fuente dinámica en el proceso de transformación social y política, y se han comportado como fundamental estímulo en los procesos revolucionarios.
Con los acontecimientos de Chuquisaca y Quito en 1809 se inició el proceso de la independencia de la América española. Desde entonces el impulso emancipador lo dieron los comerciantes, cuyo mayor interés los vinculaba hacia nexos económicos con Inglaterra; y los intelectuales, que nutrieron sus ideales y amasaron sus esperanzas en el iluminismo francés y la filosofía de la Revolución de 1789, con su tríptico eterno: Libertad, Igualdad, Confraternidad.
(…)
La principal organización secreta que intervino en el proceso libertario a partir de 1809 fue la masonería, cuya directriz provenía de Inglaterra, con logias fraternas en toda Europa y en América. Tuvo cierto grado de afinidad con el liberalismo político y económico, en cuanto a su pertinaz lucha contra el absolutismo, que era la expresión autocrática impuesta en nombre de Dios: la teocracia.
Inglaterra era un país desarrollado en permanente expansión de mercados, con la flota naval más grande del mundo. Se hallaba al acecho de las colonias españolas que, una vez libres con un poco de su ayuda, podían convertirse en consumidores de sus productos, amén de ser un inmenso recurso de materias primas. El objetivo de Inglaterra y de todas las logias masónicas en América era lograr la independencia, luego de destruir el poderoso andamiaje político-militar montado por España.
El capitalismo mundial, como en este caso lo demostró Inglaterra, jamás entrega una ayuda desinteresada. Siempre procede primero a hacer cálculos para dar “generosamente” el paso siguiente. “Inglaterra se había propuesto convertirse en sucesora de España a la hora de la independencia de sus colonias, y no se regateó esfuerzos para acelerar el momento. A lo largo de todo el siglo XVII desplegó una paciente labor de zapa para producir sus mercaderías y extender su influencia en el área latinoamericana. Unas veces lo hizo legalmente a través de puertos españoles, y otras de forma ilegal apelando al contrabando, o bien mediante el establecimiento de puertos francos en las islas que tenía bajo su dominio”.
Inglaterra, en la lucha de expansión económica con España, llevó las de ganar, principalmente por la fuerza poderosa de su marina mercante. Por algo Inglaterra mereció el nombre de “La Señora de los Mares”, o la frase no tan cierta, pero que explicaba ese poderío naval inglés: “Nadie puede disparar un cañón en alta mar sin pedir permiso a Inglaterra”. Poderío naval múltiple: mercante y militar.

Simón Bolívar en galas masónicas
Fue en Cádiz donde se fundaron las primeras logias y sociedades secretas de influencia masónica con vistas a la independencia de América. Allí estaba el futuro general San Martín y otros partidarios criollos durante la guerra de la Independencia contra Napoleón. La más famosa de estas logias fue la de los Caballeros Racionales, con sede en Cádiz y Londres. En la sede inglesa el gran maestre de la logia era el venezolano Francisco de Miranda, que tanta influencia ejercería sobre Simón Bolívar. Es más, por la logia de los Caballeros Racionales pasaron casi todos los hombres que iban a jugar un papel preponderante en la emancipación de la América española: San Martín, Bolívar, O`Higgings, Alvear, Zapiola, etc.
“Para juzgar la importancia que las logias tuvieron en el proceso independentista, veamos a título de ejemplo un aspecto concreto. En el Río de la Plata actuó la logia Lautaro, de la que San Martín y Alvear eran cabezas visibles. Su influencia en los asuntos políticos era tal, que llegó a convertirse en gobierno paralelo…” San Martín, Alvear, O`Higgins, principalmente, fundaron la Logia Lautaro que impulsó la convocatoria de la Asamblea Constituyente en el Virreinato del Río de la Plata que, si no declaró la independencia entonces, puso sólidas bases de republicanismo, aparte de dictar la abolición de la esclavitud, libertad de prensa y la extinción de la Inquisición, verdaderas instituciones de corte colonialista. La independencia se declaró el 9 de julio de 1816, en gran medida por el impulso dado por la poderosa Logia Lautaro.
“Otro tanto ocurrió en el Perú, donde las logias prepararon el desembarco de la expedición de San Martín. Sin embargo, también fueron las logias, en este caso las fieles a Inglaterra, las que trataron de dividir a los patriotas, ya que desconfiaban de las intenciones del Libertador de Argentina, poco adicto a su política de dividir y fraccionar los territorios emancipados para poderlos dominar mejor.”
Tenemos ya una idea clara de la formidable participación del movimiento europeo masónico, especialmente el inglés, en el proceso emancipador de América; y la última cita constituye la partida para sospechar que la muerte de Antonio José de Sucre habría sido planificada en el misterioso silencio de una poderosa logia, a partir de “dividir y fraccionar territorios emancipados para poderlos dominar mejor”. Sucre estaría en la mira del movimiento masónico por su irreductible empeño de mantener la unidad grancolombiana. El pensamiento de Bolívar, en la materia, era el pensamiento de Sucre. Si fatalmente Páez cercenó Venezuela, Sucre venía convencido, y lo habría logrado, de mantener la unidad entre Colombia y Ecuador, aspecto reñido con los propósitos ingleses, y secundados por sus logias, de crear repúblicas minúsculas para campear a su antojo. Fue en este ambiente esotérico, producto del hermetismo en el que actúan logias masónicas, que se desarrolló el proceso de conclusión colonial; dése por cierto, también, que en este contexto se realizaría la célebre entrevista de Guayaquil, entre dos hermanos, Bolívar y San Martín.

Bolívar y Páez saludados por el pueblo de Caracas tras la proclamacion de la Independencia. Es notable la presencia del estandarte inglés-británico en esta imagen oficial. Mural del Capitolio de Caracas.

“Igual que se puede decir del asesinato de Mariscal Sucre en la encrucijada de Berruecos. Aunque no existen pruebas, todos los indicios señalan el ajuste de cuentas entre logias masónicas rivales.

“El mismo Bolívar, afiliado a la logia londinense junto a su lugarteniente Santander, terminaría siendo puesto en la picota por los masones probritánicos, quienes le acusaron de abrigar ambiciones absolutistas y se opusieron a sus ideales de unidad latinoamericana.
Por eso no resulta ilógico suponer que a la sombra de este pulpo de sociedades secretas y logias, el imperialismo británico jugaba su baza de sustituir a España en el continente americano. Así, todos los partidarios de la unión o confederación de las colonias en un Estado orgánico fueron asesinados o desacreditados para que no pudieran cumplir su cometido. Para establecer su hegemonía económica, Inglaterra propiciaba la formación de pequeñas repúblicas independientes, antagónicas unas de otras, para mejor ejercer su papel de árbitro y monopolizador comercial. Y en la cuenta de las logias probritánicas hay que apuntar la muerte de Sucre, la conspiración de Santander para deshacer la Gran Colombia, el intento de asesinato de Bolívar y otros sucesos similares contribuyeron al fraccionamiento del gran imperio colonial español en una multiplicidad de naciones tuteladas por el imperialismo anglosajón”.
Si aplicamos el razonamiento anterior, y la lógica masónica de dividir para debilitar, concluiríamos con que la Batalla de Tarqui fue resultado de la obra masónica, en su silenciosa pero efectiva labor de lanzar hermanos contra hermanos, mientras nosotros seguimos discutiendo el eterno problema limítrofe…
A Inglaterra y su mercado mundial les interesaba enfrentarse con pequeñas repúblicas, susceptibles de ser manejadas fácilmente a su arbitrio…
Sucre fue víctima de varios atentados contra su vida; uno de ellos perpetrado por Mattos. Pues se asegura que éste era un mercenario que servía a órdenes de una de las muchas sociedades secretas de la masonería. Pese a las reiteradas acusaciones de que Mattos obraba por dinero, bajo ese poder secreto, nunca se logró establecer la relación. En esa oportunidad Sucre salvó su vida, pero no logró salvarla en Berruecos.
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[1] El presente texto es un extracto de un subcapítulo llamado “LOGIAS MASÓNICAS” del capítulo “Posibles causas de la muerte de Sucre” en el libro “Juan José Flores en Berruecos, Síntesis de una Infamia” de Armando Aristizábal, pp. 293 a 297, ediciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1995. El entrecomillado son citas que realiza el autor.
[2] Armando Aristizábal: Notable escritor, investigador e historiador ecuatoriano lamentablemente ya fallecido, sin haber podido concluir su obra cumbre la “Historia de la Corrupción en el Ecuador”.





La capitulación de España en Quito. Historia secreta de América -8-. « coterraneus – el blog de Francisco Núñez Proaño



A continuación publico la capitulación de España en Quito del 25 de Mayo de 1822, otro documento conocido por la historiografía ecuatoriana, pero igual de ignorado que el acta de independencia de Quito. Su lectura es fundamental para comprender el proceso separatista o independentista de Quito:
Busto del Mariscal de Campo D. Melchor Aymerich en Quito.

“El Ejército realista, en la que sería su última batalla en el reino de Quito, estaba formado sobre todo por americanos. Los jinetes procedían todos del reclutamiento local (criollos y quiteños por tanto). En cuanto a los infantes, el batallón de Tiradores de Cádiz era ‘casi todo de europeos… y los otros Cuerpos españoles o realistas, compuestos de americanos’ ”
- Julio Albi.
Capitulación celebrada entre D. Melchor Aymerich. General del Ejército Español y el General de Brigada del Ejército de Colombia, y Comandante General de la División del Sur de la República Antonio José de Sucre.[1]

“Los señores D. Melchor Aymerich, Mariscal de Campo del Ejército Español y Capitán General del Reino de Santa Fe y Antonio José de Sucre General de Brigada del Ejército de Colombia y Comandante General de la División Unida al Sur de la República, convencidos de la necesidad de terminar la guerra que aflige estas provincias, después que la victoria obtenida ayer por las armas de la Patria, las pone, por consecuencia, en posesión del territorio ocupado por las tropas españolas, atendiendo, el primero, a la falta de comunicaciones con la Península, la opinión general del país en favor de la independencia, teniendo presente las instrucciones del Ministerio al Excmo. General de Murgeón en 3 de abril de 1821 y deseando conciliar su situación con el honor del ejército de su mando; y considerando, el segundo, que la paz y el reposo de estos pueblos exige cualquier transacción que los cubra de los males de la guerra, convinieron en nombrar comisionados que suficientemente facultados, arreglasen una capitulación, que posesione a la República de Colombia de estos territorios y salve el honor militar y los intereses del Ejército Español; y en efecto, nombraron, el Excmo. Señor General Aymerich, a los señores coronel D. Francisco Gonzáles, coronel D. Manuel María Martínez de Aparicio, ayudante general y Jefe del Estado Mayor de la de la división española el segundo y el teniente coronel Patricio Bray, ayudante del mismo cuerpo y el señor general Sucre a los señores coroneles D. Andrés de Santa Cruz, Jefe de las Tropas del Perú y coronel Antonio Morales, Jefe del Estado Mayor de la División libertadora, los cuales después de reconocer y canjear sus poderes, convienen en la siguiente capitulación:
Proposiciones del Ejército Español y Contestación (seguidas).
1° Será entregada a los comisionados del señor General Sucre la fortaleza del Panecillo, esta ciudad y los almacenes militares existentes en el territorio, y todo cuanto esté bajo la dominación española al Norte y Sur de dicha ciudad.
1° Concedido: el territorio al norte de la ciudad se entiende, cuanto está comprendido en la demarcación del Departamento de Quito.
2° Las tropas españolas saldrán de dicha fortaleza con los honores de guerra, y en el sitio y hora que determine el Señor General Sucre, entregarán sus armas, banderas y municiones.
2° Concedido: a las 2 de la tarde se recibirá la fortaleza, y en el puente se entregarán banderas y municiones.
3° Los señores oficiales conservarán sus espadas, caballos y equipaje.
3° Concedido.
4° En consideración a la bizarra conducta que han observado ayer las tropas españolas, y a sus comprometimientos particulares que pueda haber en algunos individuos así europeos como americanos, se permitirá que los oficiales y tropas que quieran pasar a España, lo hagan por los puntos que estime a bien el Gobierno de Colombia, pudiendo quedarse aquellos que gusten hacerlo, bien a la clase de ciudadanos, bien al servicio si son admitidos.
4° Se permitirá el pase a España de los Oficiales y Tropa que gusten hacerlo, pero considerados como prisioneros de guerra, prestarán antes el juramento de no tomar las armas contra los Estados independientes del Perú y Colombia en tanto no sean canjeados. Su viaje lo harán por Guayaquil y Panamá.
5° De cuenta del Gobierno de Colombia correrán los gastos para conducir a La Habana, o al primer puerto español, los oficiales y tropa que por el artículo anterior sigan a Europa, siendo obligación del Gobierno español, pagar estos gastos en el primer punto de su dominación, al comisionado conductor de los oficiales y tropa.
5° Concedido.
6° Como las tropas españolas que cubren Pasto y se hallan en todo el territorio desde esta ciudad a aquella, están comprendidas en esta capitulación, y son prisioneros de guerra se nombrarán dos comisionados por el Excmo. Señor. General Aymerich, y dos por el General Sucre, para que vayan a entregarse las armas, municiones y almacenes de los prisioneros, y de todo cuanto allí exista; pero en la atención a las circunstancias de aquel país, el gobierno español no puede garantizar la obediencia de este artículo; y por tanto, en caso de resistencia, el de Colombia obrará según se dicte su prudencia y su justicia.
6° Se nombrarán, los Comisionados de uno y otro Gobierno para entregar y recibir todos los artículos de guerra, etc., En la dirección de Pasto y en aquella ciudad, que llevarán las órdenes más circunstanciadas y terminantes para que todo se ponga a disposición del Gobierno de la República, conforme al artículo propuesto.
7° Se permitirá que los empleados públicos y eclesiásticos, y los particulares que quieran pasar a Europa, lo hagan costeándose de su cuenta.
7° Concedido.
8° El señor General Aymerich queda en libertad de marchar cuando y por donde quiera con su familia, para lo cual será atendido con todas las consideraciones debidas a su clase, representación y comportamiento.
8° Concedido.
9° Se concederá una amnistía general en materia de opiniones.
9° Concedido.
10° Después de la ratificación por ambas partes del presente tratado, el señor General Sucre podrá ocupar la ciudad, y fortalecerá a la hora y día que guste.
10° Será ratificada esta capitulación en el término de dos horas, y las tropas libertadoras se posesionarán de la ciudad a las tres de la tarde.
Cuyos artículos para la ratificación de las partes contratantes firmaron dichos señores comisionados, en el Palacio de Gobierno de Quito, a 25 de Mayo de 1822.
C. Francisco González.- Manuel María Martínez de Aparicio. Patricio Bray.- Andrés Santa Cruz.- Antonio Morales.
Cuartel General en Quito, 25 de Mayo de 1822.
Ratificado y aprobado por mí, se cumplirá en todas sus partes fiel y rigurosamente.
MELCHOR AYMERICH
Cuartel General frente a Quito en 25 de Mayo de 1822
Aprobado y ratificado.
ANTONIO JOSÉ DE SUCRE
Es copia de su original.- SANTA CRUZ.”


[1] Extraído de “Historia Diplomática del Ecuador” de Jorge Villacrés Moscoso. En Documentos fundamentales acerca de la independencia de la Audiencia de Quito y su incorporación a Colombia. Digitalizado por Francisco Núñez Proaño.