Limeño, creo que nuestro gran descubrimiento como hispanistas peruanos es el sentimiento anti-español latente en nuestra sociedad. Estamos acostumbrados a caerle bien al "gringo" y que este hable maravillas de nuestro país y su gente. Y que luego de 2 semanas recorriendo los andes se vaya para su país. Pero el fenómeno de la inmigración europea, y en especial la española, a nuestra tierra, es algo nuevo e inexplorado que está dejando ver conductas y prejuicios terribles. En las anteriores oleadas de inmigración europea, los recién llegados solían mimetizarse con las clases más altas y pudientes (criollas), cosa que en la actualidad no pasa, sino lo contrario. Conozco más españoles viviendo en los conos (Barrios de quinta) que en Miraflores o San Isidro.

Soy testigo presencial de las bromitas nada simpáticas que sacan los limeños sobre el oro que supuestamente se robaron los españoles. Lo escuchas desde un mozo en algún restaurante, hasta con tu contertulio en una sobremesa. Lo más triste de todo eso es que son incluso criollos quienes te sacan esas cosas, y lo más asombroso que me ha tocado ver son españoles dándoles la razón. Es de locos.

Si bien matizaría algunos puntos expuestos por Ordoñez, en general está describiendo tal cual lo que ocurre en Lima (En las provincias andinas tenemos el tibio consuelo de ser tratados por igual criollos y extranjeros europeos).

Sldos.