Parece que nadie ha pensado en la posibilidad de que Carlos Hugo, tras la designación de Juan Carlos como príncipe heredero del Movimiento en 1969, quisiera ser el abanderado de las reivindicaciones democráticas, socialistas y regionalistas/separatistas para que éstos lo encumbraran en el trono una vez muerto Franco en el caso de que Juan Carlos hubiera querido continuar con los principios del Movimiento (iluso de él pues todas estas ideologías son antimonárquicas por naturaleza). Esto explicaría por qué él mismo abandona su recién creado partido carlista-comunista poco después, una vez desvanecida toda esperanza.
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