Última edición por Valderrábano; 02/06/2013 a las 19:42
Puestos a lanzar hipótesis absurdas, si Alfonso XIII no hubiera huido de España como un cobarde quizá no hubiese habido república y si los liberales se hubiesen preocupado más por las clases bajas no habría habido marxistas ni guerra civil.
El aislamiento no dependía de quien reinase o gobernase, sino del sistema político. Un hipotético rey tradicional "Juan III" que hubiese prescindido de un sistema partitocrático liberal habría sido sometido al mismo aislamiento por las potencias liberales vencedoras de la II guerra mundial. Lo que no se le puede negar a Franco es que sacara a España de la miseria, sus defectos como gobernante no van precisamente por ahí...
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
Eso de Juan "III" lo decían de él sus partidarios, aun a sabiendas de que nunca fue rey. Cuando D. Juan murió en 1993, el periodista Ansón, su amigo del alma, se puso pesadísimo en el ABC con lo de 'Juan III' (en odio a Franco, al que, según él, le fastidiaban muchísimo los III palotes) y sigue en ello, junto a otros monárquicos. Por lo visto en su tumba de El Escorial ya tienen decidido poner los 3 palotes detrás del 'Ioannes'.
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
Por si no te has enterado el título del hilo no pregunta sobre ALFONSO XIII sino sobre Juan de Borbón; y además ALFONSO XIII no huyó sino que lo mandaron al exilio, que es muy diferente. Así que menos bravatas y frases hechas...
En España no hubo nada parecido a un SISTEMA POLITICO, hubo simplemente FRANQUISMO, es decir, ABSOLUTISMO. Por tanto el aislamiento del gobierno empezaba ya dentro de España debido fundamentalmente a que el país estaba SECUESTRADO por un usurpador anodino al que nadie apoyaba, respetaba, quería o admiraba, ni dentro ni fuera del país; aquí simplemente se le temía.
Si Franco hubiese sido más generoso, hubiese restaurado al Rey y con ello el pueblo hubiese recuperado su soberanía*. España hubiese sido un PAIS, y no una finca gobernada por un oportunista sin escrúpulos. El problema es que Franco ni era inteligente ni era generoso para dar ese paso, era un mediocre sin visión de futuro.
*EDITO:hubiese recuperado SUS libertades, derechos, posibilidades de participación
Última edición por Valderrábano; 03/06/2013 a las 14:06
Alfonso XIII se exilió porque quiso, de haber tenido un poco más de hombría se habría quedado, pero se acobardó. Entre otros males, este nefasto monarca nos trajo la pornografía y la II Republicaca.
Este libro de 1947 es muy difícil de encontrar hoy en día, pero es altamente recomendable.
En cuanto a Juan III, nunca me cayó muy bien. No sé si hubiera sido peor que su hijo o un poco menos malo, pero tampoco habría sido la solución.
Y cuando usted dice cosas como "el pueblo hubiese recuperado su soberanía" delata con ello su mentalidad liberal. Si hubiera dicho libertades, derechos, posibilidades de participación u otra cosa por el estilo podría entenderse de otras maneras.
El masón (Ricardo de la Cierva dixit) Juan habría hecho exactamente lo mismo que su hijo Juan Carlos.
Hyeronimus colgó el otro día el testamento político del "Marqués" de Valdeiglesias en el que se aportan datos y pruebas decisivos que corroboran esta tesis (huelga decir, por otra parte, que las interpretaciones particulares que hace Valdeiglesias en ese mismo testamento sobre los actos de Franco y los hechos del régimen revolucionario franquista son ciertamente discutibles, aunque eso es otra historia).
Amigo Hyeronimus, supongo que su reconocimiento a D. Juan de Borbón como rey Juan 'III' de España habrá sido un lapsus. Por tres razones:
D. Juan de Borbón nunca fue rey de España, ni ejerció de tal ni nunca recibió en vida honores reales, ni nunca se imaginó en vida rey de nada.
D. Juan de Borbón además, nunca tuvo derecho a reclamar título de rey. Tras la abdicación de su padre Alfonso XIII, el título de rey de España había desaparecido.
D. Juan de Borbón, por suerte y de rebote, se vio elevado desde la nada del exilio y del olvido, a ser padre de un rey (Juan carlos) elevado al trono sólo por que a Franco le dio la REALÍSIMA gana.
La ficción de D. Juan de Borbón como "rey Juan III" viene motivada por el sector monárquico recalcitrantemente antifranquista (desde los tiempos de Estoril) que, a toro pasado y conociendo el dicho "miente, que algo queda" trata de ignorar que Juan Carlos fue elevado al trono por el solo capricho de Franco, inventandose un legitimismo liberal e inninterrumpido. Su meta es la misma que la de la izquierda: borrar a Franco de la Historia de España; del mismo modo que hace el progresismo apelando a la legitimidad actual de la II República.
Última edición por ALACRAN; 05/06/2013 a las 13:00
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
Efectivamente, fue un lapsus. Estaba pensando en Juan de Borbón.
No está de más recordar que el auténtico Juan III para los legitimistas fue el augusto padre de D. Carlos VII, que como su tocayo del siglo XX también fue liberal, aunque su hijo le salió bastante mejor.
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
Una muestra del oportunismo del luego adalid de la democracia D. Juan, es su carta a la revista Acción Española:
«[…] yo tengo hacia Acción Española especiales y personales deudas de gratitud y era el momento de reconocerlas. Cuando cruzaba los mares del mundo, en las horas que mis deberes militares me dejaban libres, la lectura de vuestra Revista y de vuestros libros me traía el aliento de la Patria lejana, de la España de hoy, dolorida y quebrantada, pero sobre todo el aliento y la visión de aquella otra España que inspira vuestra obra, y surge cada vez con mayor vigor en vuestras páginas. En ellas he hallado siempre un noble estímulo y hasta he creído hallar un tácito mensaje de afecto. Maeztu, Pemán, Pradera, Saiz Rodríguez, Reina, Goicoechea, Solana, Riber, Calvo Sotelo, Lozoya, Villada, Giménez Caballero, Montes, y cuantos habéis puesto lo mejor de vuestras actividades bajo el signo de la Cruz de Santiago y habéis mostrado cómo la sagrada tradición de España se coordina con las más modernas doctrinas, por cuanto habéis contribuido a mi formación intelectual y moral, aceptad mi reconocimiento, llevad mi saludo afectuoso a todos los asociados a vuestra cruzada y aseguradles que en el amor a España, en el culto a sus tradiciones, en ideas y sentimientos se halla siempre entre vosotros, JUAN»
Historia de la Iglesia en España, 1931-1939: La Segunda República, 1931-1936 - Gonzalo Redondo - Google Libros
Don Juan y su boina roja:
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Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
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