Revista FUERZA NUEVA, nº 589, 22-Abr-1978
El pensamiento político de FUERZA NUEVA
Conferencia de Julián Gil de Sagredo
El pasado 13 de abril (1978) se celebró en el salón de actos de Fuerza Nueva y dentro de su IX Ciclo, una nueva conferencia que corrió a cargo de Julián Gil de Sagredo, consejero político de Fuerza Nueva, bajo el título “El pensamiento político de Fuerza Nueva”. El presentador, en esta ocasión, fue Juan Servando Balaguer, secretario nacional de Fuerza Joven, quien dijo estar presentando la conferencia más importante de todas las ya pronunciadas, por el significado del tema a tratar, y que sería más eficaz para los jóvenes. De ahí el haber sido elegido él como presentador, y la gran afluencia de juventudes.
Seguidamente expuso: “El desarrollo de esta conferencia nos va a reconfortar ante esta guerra continua que nos hace el Gobierno, la cual se centra en la persona de nuestro jefe, Blas Piñar”. Leyó una noticia publicada en un diario bilbaíno, en la que varios partidos vascos pedían al Gobierno libertad de expresión contra el Ejército, la unidad y la Monarquía y un referéndum en el que los vascos manifestasen sí o no a su independencia.
A continuación, tomó la palabra el sr Gil de Sagredo, quien desde un principio manifestó a Blas Piñar su adhesión ante la querella interpuesta por el Ministerio Fiscal. Explicó que esto -a su juicio- no era delito por varias razones: porque la prensa está a diario calificando al Gobierno (Suárez) con epítetos más denigrantes que el de “traidor”, sin que éste diga nada; porque cuando se ha jurado y después se rompe el juramento, se pacta con Carrillo y se entrega España maniatada a la internacionales capitalista y marxista, se traiciona a la Patria; y porque la querella tendría que emplearse a todos los afiliados y a la gran cantidad de simpatizantes de Fuerza Nueva y no sólo a Blas Piñar.
Tras estas puntualizaciones, pasó directamente a exponer la conferencia, diciendo; “Con la democracia se está demostrando en España la inmundicia y la ordinariez, junto con la confusión de las doctrinas y las ideas”. Calificó que, dentro de la democracia, la libertad y la igualdad son como un choque explosivo.
Dirigiéndose a los jóvenes expuso varios puntos en los que dijo: “1º Fuerza Nueva condena el liberalismo en todo su grado y matiz; 2ª Fuerza Nueva condena el totalitarismo en todos sus colores, porque implica esclavización de la sociedad por el Estado, y esto va en contra de las doctrinas humanas; 3ª Fuerza Nueva proclama la lealtad a los dos ideales de Fe y Patria, que fueron con los que nuestros antepasados se levantaron en la Cruzada; y, por último, ante este desmadre de curas y obispos, Fuerza Nueva proclama la fe católica en el capítulo primero de su declaración programática”.
Seguidamente, abundó: “Rechazamos la mascarada que trata de permitir, dentro de la Constitución futura, la legalización del divorcio, el aborto y el adulterio”. Explicó que, dentro del pensamiento político de Fuerza Nueva, el Estado está al servicio de la sociedad, está el servicio de las personas que la integran y, éstas, a su vez, al servicio de Dios”.
Después, refiriéndose a la unidad, dijo: “La patria es única e indivisible y, por tanto, incompatible con los separatismos regionales”. Mencionando las distintas bases que forman un Estado, expuso: “La cultura, que es sabiduría, no tendrá solo carácter informativo, sino formativo; el Ejército debe ser político, y, como tal, salvaguardar la unidad y cohesión de la Patria en el interior y su libertad en cuanto al exterior; el Estado ha de ser nacional, que nada tiene que ver con el Estado totalitario marxista, que subyuga a su pueblo, ni con el Estado que surgió del liberalismo, aséptico, puro espectador de las contiendas y disputas sociales y económicas de todo género: por eso nos oponemos a las internacionales marxista y capitalista”.
Haciendo referencia a la Monarquía, dijo que el Estado nacional se configura con unidad de mando y de poder, como una Monarquía tradicional en la que el Rey reina y gobierna, “no como la Monarquía -continuó diciendo- que dejó de ser tradicional pasando a ser liberal. De ahí que tras el reinado de Isabel II se pasase a la I República, y tras el de Alfonso XIII a la II República. Las circunstancias actuales (1978)-terminó- apuntan hacia una III República”.
Tras una serie de puntos, pasó a explicar que nosotros debemos formar una sociedad de cuerpos intermedios para superar el totalitarismo, y haciendo hincapié en el tema de la educación dijo que ésta debe atribuirse a la iglesia y a la familia, y el Estado debe ayudar, pero nunca manipular la enseñanza.
Adentrándose en el tema sindical, afirmó que “estimamos como un logro definitivo de la comunidad política, aunque perfectible, el Sindicato único y vertical. Esta forma de sindicato nos la muestra la historia, pues en la Edad Media los oficios formaron los gremios, y éstos dieron lugar a los sindicatos, y de ahí se llega a la verticalidad, en la que están unidos a empresarios y trabajadores”. Dentro de los sindicatos y en cuanto a la formación de una sociedad de unidad nacional, añadió: “La familia, junto con otras, da lugar al municipio; la agrupación de éstos forma una comarca; la unión de éstas constituye las regiones, y, por último éstas integran la nación”.
Sobre el capítulo 10º de la Declaración Programática de Fuerza Nueva, que trata sobre el principio de subsidiariedad, explicó, en otro momento de su conferencia: “Por este principio se respeta la autonomía de los distintos entes sociales y el derecho de los mismos a conseguir sus fines propios sin intromisiones ni injerencias de ámbito superior, salvo en supuestos excepcionales, que deberán ser especificados de un modo concreto”. Dentro del mismo capítulo, habló también sobre el principio de totalidad como integrante de las partes del todo, por el que, para desarrollar sus actividades, es preciso unirse en el cumplimiento de fines comunes o que excedan de sus propios recursos”. Para finalizar su alusión a este capítulo, añadió: “El principio de subsidiariedad garantiza la autoridad y el de totalidad garantiza la autoridad, y por la concurrencia de ambos se garantiza el necesario equilibrio entre libertad y autoridad. Estos principios operan y son aplicables en las diversas escalas políticas y sociales, que empiezan en el municipio y concluyen en el Estado”.
Poniendo fin a la conferencia, dijo: “Nuestro pensamiento político se basa en la Tradición puesta al día y remozada por el espíritu clarividente de José Antonio, quien se apoyó en ella para crear la revolución nacional sindicalista”. A lo largo de su intervención, hizo alusión a varios textos de Menéndez Pelayo, de Vázquez de Mella y de José Antonio. (…)
Enrique LABRADOR
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