"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
Si amigo Maza, dignos de los Tercios los soldados españoles. Pero mira tú lo que son las cosas. Los autores progresistas, a la hora de escribir libros referentes a las hazañas de los soldados en diferentes frentes de la II Guerra Mundial, se les va la pluma (en el sentido metafórico) de la mano y tratan de vender heroicidades –que serán rigurosamente ciertas, no lo dudo-, pero que esos mismos españoles, en España y durante la Guerra Civil, no habrían hecho o hicieron todo lo contrario.
Es el caso de “La Nueve”, columna motorizada formada por elementos franceses y españoles, pero que en su inmensa mayoría, al principio, estuvo integrada por soldados españoles. Estos eran casi todos de ideología socialista, troskista, anarquista y demás. No había comunistas, pues el PCE, siguiendo directrices de Moscú, había decidido que sus militantes no se alistasen en ejércitos aliados.
Esta famosa columna “La Nueve”, es la que en anterior hilo dije que era la que liberó París. En muchas fotografías se puede ver blindados entrando por el Arco del Triunfo parisino, y los nombres que llevan rotulados esos blindados son tales como “Guadalajara, Belchite, Guernica, etc” nombres de batallas de la Guerra Civil española.
Uno de los momentos más destacados de acción de esta Nueve, ocurrió en suelo francés en la localidad de Ecouché, el autor del libro Alfonso Domínguez Álvaro la narra así:
“El día 15 la Nueve recibe fuego del enemigo y una vez más, por error, de los propios americanos. El día 16 los alemanes cercan el pueblo e intentan reconquistarlo. El capitán Dronne sabe que con los efectivos que dispone no podrá defender la plaza, así que decide que la mejor opción es pasar a la ofensiva. Asalta las posiciones alemanas protegido por fuego de morteros. La batalla es cruenta. Los alemanes atacan con las divisiones Waffen-SS Leibstandarte Adolf Hitler y Das Reich, las 9ª y 16ª Divisiones Panzer y la 3ª División e Fallschimjäger (paracaidistas.) Allí muere el sargento-jefe Constantino Pujol –su hermano Fermín resultará herido- abatido por las ráfagas de metralleta de un oficial alemán, su compañero Juan Castells le venga disparando al alemán hasta matarlo. También mueren Luis del Águila y el veterano prusiano Poreski.”
(...) Los combates se suceden durante los siguientes días. Las horas son interminables y los efectivos españoles cada vez menos, son mermados, pero no se rinden. La plaza es importante para el avance de las tropas aliadas camino de París. Allí, frente a lo mejor y más granado del ejército alemán, resisten los españoles.
“Por fin el 18 la Nueve enlaza con una columna del II Ejército británico de Bernard Montgomery lo que salva a los españoles de una masacre y la posición se consolida. Han muerto en combate siete españoles y 10 han sido heridos graves, pero ha sido un éxito táctico. Sus cuerpos son enterrados en el cementerio de Ecouché. Los españoles realizan una misa en honor de los caídos, en agradecimiento además al cura del pueblo que se ha jugado la vida en aquellos días rescatando heridos de las calles. Llegan incluso a hacer una colecta para comprar un Sagrado Corazón para la iglesia francesa destruida por los alemanes.”
Como puedes ver, algo muy distinto de lo que ocurría en España, donde se dedicaban a matar y asesinar sacerdotes y religiosos. Destruían todo lo que olía a sagrado y católico, pero en el frente europeo, lejos quizás de las influencias comunistas, se comportaban de otra manera.
La de Sagrados Corazones españoles que serán destruidos por fuerzas socialistas, anarquistas y troskistas en España, y mira tú por donde, aquí, los relatores de mentalidad izquierdistas, colocan este suceso como un gesto de desprendimiento y buen hacer del soldado republicano. Ver para creer.
Conócete, acéptate, supérate.(San Agustín)
Muy interesante lo que cuentas, Aquilífero: esos socialistas, anarquistasy troskistas que dieron el do de pecho lo hicieron por el temple de españoles que tenían, no por sus diabólicas ideas. Y es muy curioso, como apuntas, que en los mismos pirómanos de todo lo sagrado se pusieran a hacer una colecta por el Sagrado Corazón de Jesús.
Muy interesante lo que contáis. Precisamente acabo de terminar de leer el libro del reportero izquierdista Antony Beevor sobre el Día D y nada cuentan sobre celebraciones de misas o colectas por el Sagrado Corazón de Jesús.
Me permito añadir otra anécdota, por llamarla de algún modo, sobre la forma en que murió el teniente Flomesta, murciano de pro, en la Campaña de Annual. Está tomado de la página web de la Región de Murcia.
Diego Flomesta Moya (Bullas 1890 – Annual 1921) ingresó en 1911 como alumno de la Academia de Artillería. Tras los cinco años del plan de estudios fue promovido a Teniente de Artillería y es destinado al 2º Batallón de Artillería de Posición en Mérida y poco después al 6º Batallón de Artillería de Posición en Murcia.
El 5 de mayo de 1920 tomó el mando de la Sección de Automóviles de esta Comandancia de Artillería, interviniendo en las operaciones para la ocupación de Arrayen, Lao, Cheif y Tamamsin Norte en Marruecos. Quedó destacado en esta última posición, al mando de la Batería de Posición hasta el 2 de Julio que regresó a Melilla. El 1 de Agosto del mismo año 1920 marchó a mandar el Destacamento del Draa n1 1, donde permaneció hasta el 14 de diciembre al ser trasladado con el Destacamento a la nueva posición de Bu-Hermana, y poco después fue destinado al Regimiento Mixto de Artillería de Melilla.
A principios de 1921 se incorporó a la Batería de Annual, y el 1 de junio de ese año salió al mando de la Batería formando parte de la Columna a las órdenes del Comandante Jesús Villar, asistiendo a la operación que dio como resultado la ocupación de Abarrán, quedando destacado en esta posición.
Las fuerzas españolas se dedicaron a fortificarla, pero ese mismo día fueron atacados por un numeroso contingente. Tras varias horas de combate, caen los oficiales, y toma el mando el Teniente Flomesta, quien, pese a estar herido, mantiene la defensa. Sin embargo, al agotarse la munición Flomesta decide inutilizar los cañones antes de caer herido de nuevo y por fin, ser hecho prisionero.
Flomesta fue llevado cautivo a un poblado próximo donde le atendieron con solicitud con el propósito de que, una vez curado, enseñase a sus enemigos el manejo de las piezas que habían caíido en poder de éstos. Al enterarse de esto Flomesta se niega a secundarlos y se arranca los vendajes de sus heridas, prefiriendo morir antes que verse obligado a prestar ese servicio.
Para vencer tan inesperada resistencia, los rifeños decidieron privarle de todo alimento, sin embargo ni así consiguieron domar su férrea voluntad. Fallece al mes justo de su cautiverio, el 30 de Junio de 1921.
En 1923 se le concedió la Cruz de San Fernando.
UN BUEN DÍA PARA MORIR
Este esbozo sobre la Batalla de las Navas de Tolosa está muy bien traído, - perdónenme ustedes la modestia- pues desde el Régimen Socialista Andaluz se trata de reforzar lo máximo posible el “andalucismo”moruno de nuestra tierra, y no han tenido mejor ocurrencia que en plena localidad de Santa Elena, en Despeñaperros, elevar un “Centro de Interpretación de la Batalla de las Navas de Tolosa”, que ustedes podrán entender que lo único que interpreta es la manera de destruir la fama de los cristianos. En su patético montaje, el rey castellano es elevado a la categoría de “rencoroso”, y en sus vídeos sólo se muestra una recreación de la batalla, -amárrense ustedes-, de “Alarcos”, para después llevarle a uno a una sala donde continúa el adoctrinamiento ideológico en las tres culturas. En dicha sala se trata ni más ni menos que de intoxicar a las mentes menos preparadas en estos temas, haciendo de la figura del caballero cristiano una imagen odiosa y repulsiva, mientras que los árabes salen muy favorecidos. Ya he hablado en otra ocasión sobre este respecto, y creo que para el año 2012, aniversario de la efemérides, habría que hacer algo si todavía está funcionando semejante engendro.
Traición con traición se paga.
Sea como fuere aquel glorioso Lunes de las Navas, el Rey Alfonso VIII envió a sus tropas, que con el nombre de Cristo en los labios arremetieron contra los invasores musulmanes. Las crónicas son diversas, y en todas ellas (cristianas o árabes) se mitifica y se juega mucho con el número de soldados en ambos bandos. Lo cierto es que había una desproporción considerable en contra de las tropas cristianas. Esta diferencia de soldados la pretendía suplir el ejército cristiano con su caballería más pesada y mucho más preparada para las acometidas. Se trataba de abrir una cuña en la formación islámica y tratar de sacar ventaja de esa circunstancia.
A la derecha del ejército cristiano estaba las tropas del rey de Navarra, y a la izquierda, las del de Aragón. Aunque inferiores en número a las tropas castellanas, eran más profesionales y estaban mejor preparadas para defenderse de los movimientos de la caballería almohade. El centro estaba dividido en cuatro líneas: la primera al mando de D. Diego López de Haro; la segunda, por González Núñez de la Lara, con las órdenes militares, la tercera, por Felipe Díaz de Cameros y la última, que actuaba como reserva, por el rey en persona y por el arzobispo de Toledo.
El frente de batalla musulmán estaba dispuesto de forma similar. La poderosa caballería actuaba en las alas, y el centro, en forma de media luna, dispuesto en líneas igual que los cristianos. La primera con tropas ligeras árabes y bereberes del desierto, la segunda, con voluntarios procedentes de los diversos rincones del Islam y los andaluces; en la tercera línea estaban los mejores guerreros con la infantería almohade y los agzaz (fabulosos arqueros), y por último la guardia de Miramamolín, unos diez mil fanáticos.
Así dispuestas las cosas, la caballería cristiana, con lo “mejor de cada casa” arremetió contra los musulmanes, consiguiendo destrozar la primera línea de batalla de éstos. Se rompió la segunda línea, sin apenas esfuerzo por parte de los árabes, pues era su costumbre, aunque al paso de los caballeros se les arrojaba todo tipo de armas arrojadizas. Al llegar a la tercera línea, los caballeros cristianos estaban cansados de la cabalgada, y los almohades, dispuestos a todo, empujaron a los cristianos hacia su terreno. Destrozaron la primera línea defensiva cristiana, la segunda y la tercera, justo en ese momento, en lo más crítico del combate, el rey Alfonso miró a su derecha y observó el rostro del Arzobispo de Toledo, y según las crónicas le comentó: “Hoy es un buen día para morir”, e hizo la señal para que las tropas de la reserva, por el encabezadas, salieran en socorro de sus tropas. El empuje fue brutal, y los musulmanes, que no se esperaban la reacción, cedieron el terreno. Es en ese preciso momento cuando se produce un hecho que es justa venganza poética. Las tropas andalusíes, enojadas con el sultán por las vejaciones que había recibido su jefe y líder Abén Cadis, abandonan el ejército árabe. Se produce el mismo efecto que años antes, en el Guadalete, cuando las tropas de los Witizianos, desampararon a D. Rodrigo frente a estos mismos invasores.
El resultado de la Batalla de las Navas, es ya un hito en la memoria colectiva de todos los españoles (excepto en la de los socialistas ideólogos de la destrucción de España)
Conócete, acéptate, supérate.(San Agustín)
Aquilífero: La anécdota de Navas de Tolosa me ha traído a las mientes otra muy buena que tuvo lugar allí, y precisamente hace referencia al Señor de Vizcaya, D. Diego López de Haro.
Tiempo antes, Don Diego López de Haro, apodado "El Bueno" había sido traicionado por su primera esposa, que se fugó la muy fulana a Burgos con un herrero (en casa de herrero, esposa de "haro"). Esta mujer voluble le había dado un hijo a Don Diego "El Bueno", llamado Don Lope, que estaba a la vera de su padre, antes de entrar a pelear en las Navas.
Don Lope le dijo a su padre: "Señor, haced hoy de guisa tal que no me llamen hijo de traidor".
A lo que su padre, acariciándose las barbas, le dijo con mucho gracejo:
"Llamarte han hijo de puta, mas non fijo de traidor".
Al padre quería el hijo enseñarle a dar pullas.
El Tercio Español del siglo XVI , Los Tercios de Flandes, es el modelo de Infantería como modelo a adoptar, entre los soldados reclutados habia una calaña que huia de la justicia, ladrones, picaros, borrachos, fanfarrones y veian en la guerra, una válvula de escape y disfrutar de un botin.De los 400 que llegaron de Barcelona, toda variopinta y abigarrada, sembrando el espanto por donde han pasado, hay de todo, el bien vestido, el harapiento, el rasurado, el barbudo gritando y armando gresca. Millan Astray los arenga, los vigila y los conduce al Cuartel del Rey, en cuyo patio escuchan la primera arenga, les dice la verdad: Su destino es padecer hambre, sed, cansancio, trabajos y fatigas y al fin la muerte, como mas seguro destino. La Legión servirá a unos de descanso, a otros de explicación y a otros para entrar en la Gloria. La Legión va a formar una Unidad de Infantería, destinada a ser empleada en primera Linea, al principio los Generales y Altos Comisarios, desconfian de su utilidad como Unidad de Extranjeros de toda indole social y en todos los servicios de paz y de guerras, dara todo sin otro limite que su utilidad militar.
He ido recortando de Ceuta Nostalgia partes de un texto hasta montar este.
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
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Jaime Balmes escribió al terminar la Guerra de la Independencia: “La nación fue más grande que sus reyes”. Ello era así, puesto que su duda estribaba en el porqué no había desaparecido la monarquía y había advenido una república, cuando la situación era muy propicia, antes y durante el conflicto.
Llevaba mucha razón, pero desaparecidos los ejércitos al enfrentarse a las tropas profesionales de los franceses, los españoles se convirtieron en un enjambre de guerrillas que asolaría las posiciones galas y obligaría a éstos a dedicar grandes cantidades de recursos y hombres a defender sus correos, sus plazas, sus trenes de suministros, etc, y sobre todo, a reclamar a su rey (aunque fuese ese patán), su patria y su religión.
El general francés Suchet resumiría con estas palabras lo que habría de acabar sucediendo al Ejército Francés en España.
“Hay que admitir que un país tan adaptado para la guerra defensiva, y habitado por hombres distinguidos tanto por sus hábitos activos y sobrios como por su valentía e inteligencia, es muy difícilmente conquistable. Varias naciones les han invadido. La historia demuestra que, tan largas y sangrientas guerras, consiguieron establecer su dominio en varios puntos pero sin conseguir subyugar por completo a los españoles, para ser finalmente derrotadas y expulsadas por la constancia de éstos”.
Nada más que decir, pues si lo dice un general francés que participó activamente en los combates, algo de razón llevará.
Por otra parte, el escritor y periodista (polemista televisivo más que nada) Javier Nart, y el historiador Rafael Abella, escribieron en el 2007 un libro titulado “Guerrilleros”; en una de sus páginas comentan: “España sería para Napoleón una “Enfermedad militar crónica” que definió el corso como “úlcera española” Aquella úlcera sangraria, desangraría los ejércitos y al propio Napoleón hasta su muerte”.
Y así fue, pese a que muchos historiadores británcios minimizaron el efecto de las guerrillas en el conflicto, con tal de llevarse para sus tropas más laureles de los que les corresponden.
Conócete, acéptate, supérate.(San Agustín)
El soldado inglés sino es en grandes números, borracho y vociferando, es un cobarde. La historia lo muestra. En cambio el soldado español (guerrero diría yo)cuando está solo, sobrío y callado es cuando más peligroso es, ya que está dispuesto a llevarse al que sea por delante, aunque le vida le vaya en ello. No hubo ni habrá mejor soldado que el español, por mucho que le pese a los guiris y a los gabachos, incluso a los kartofen dicha idea no les agrada, pero es la verdad, tan dura, fría y afilada como el acero de toledo.
Esto por esta noche (mía) que la noche ha estado interesante y estoy cansaillo.
"El vivir que es perdurable
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Quiero recordaros a todos que el próximo 29 de Diciembre hay que celebrar la memoria gloriosa de Don Tomás. Se cumplirán 221 años del nacimiento de uno de los más grandes guerreros hispánicos de todos los tiempos, el bravo Zuma, nuestro egregio caudillo Don Tomás de Zumalacárregui y de Imaz, nacido en Ormáiztegui, el año de gracia de 1788. Que Dios tenga en su gloria.
Valga esta anécdota que cuenta D. Juan Antonio de Zaratiegui, para darnos una idea de la masa en que estaba hecho este gran vasco:
"Cuando eran más frecuentes los triunfos de Zumalacárregui, una de las personas de más influencia habia encargado a un íntimo amigo de éste le dijese que hallándose don Carlos dispuesto a elevarle a título de Castilla, sólo esperaba saber qué denominación prefería. Zumalacárregui, al oírle, contestó con ceño: "Después de entrar triunfantes en Cádiz lo pensaremos; por ahora no estamos seguros ni aun en el Pirineo, y un título cualquiera no sería hoy sino un paso hacia lo ridículo." Precisamente decía esto el día inmediato a la toma de Treviño; es decir, en el instante mismo en que fue más extensa la dominación de las armas carlistas en el norte de España".
"Llorad siempre, valientes navarros,
llorad siempre aquel héroe inmortal
llorad siempre aquel héroe invencible
que a la gloria os supo llevar.
Ya su nombre el clarín de la fama
ya pregona por toda la tierra
que no hay otro que muera en la guerra
con más gloria que Zuma murió."
Himno a Zumalacárregui, año 1835.
Nunca lo podremos llorar bastante. Maldita sea la bala del diablo que lo mató.
Durante la III Guerra Carlista se pudo comprobar que, de no faltar los recursos materiales y monetarios en el bando de Carlos VII, las cosas hubieran tenido un giro muy distinto al que tuvieron.
Por lo pronto, durante muchos meses, las tropas carlistas, armadas con más valor que armas, hubieron de padecer el intenso fuego de artillería que los republicanos infringían a sus formaciones. Ni un solo elemento artillero contaban en su filas, hasta la llegada de la batalla de Udave, donde tras la victoria pudieron agenciarse las primeras piezas de ese arma.
El combate ocurrió asÍ:
Designado por Carlos VII para el mando del Ejército Carlista del Norte al general Elío, éste reunió fuerzas navarras y guipuzcoanas, recorriendo diversas comarcas del noroeste de Pamplona hasta encontrar la columna republicana del general Catañón en los alrededores de Udave el día 26 de junio.
En dicho combate también participaron los carlistas Dorregaray y Lizárraga, mientras que el brigadier Ollo, con otro batallón, entretenía a las tropas republicanas y las encaminaba al sitio más conveniente para el combate.
Enrique Roldán González lo cuenta así en su libro: “la lucha fue dura, y la columna republicana derrotada y dispersada. Hubo muchas bajas por ambos lados y en las fuerzas carlistas especialmente en jefes, que pagaron con su vida el ejemplo que dieron a sus voluntarios. Murió en el combate el coronel Azpiazu y de resulta de sus heridas los también coroneles Sanjurjo y el conde de Caltavuturo, quien peleó a pie, con el sable en mano, al frente de dos compañías de Infantería Guipuzcoana, y fue herido al dirigir una carga a la bayoneta”.
Hay que recordar que la mayoría de los integrantes de las filas carlistas no eran soldados profesionales, sino voluntarios y gente del común. Los republicanos si que tenían en su haber ejército curtido y con formación específica, aún así, muchos de los combates de esta tercera contienda, fueron ganados por los carlistas.
El conde de Caltavuturo, no era otro que D. Álvarez de Toledo, hijo del marqués de La Romana, que había entrado en campaña en 1873 como coronel secretario del general Elío.
El citado autor continúa diciendo en su libro: “El favorable resultado de las acciones de Eraul y Udave, en los albores de la Tercera Guerra, sirvieron para galvanizar el ánimo de los carlistas, demostrando ante el pueblo que se podía vencer, ampliamente, al Ejército republicano, aunque este contase contara con más medios y más hombres. La conquista de piezas de artillería, los primeros cañones con que contó el Ejército de Carlos VII, comó de entusiasmo a los voluntarios, que hasta entonces tenían que sufrir el fuego de artillería enemigo sin poder contrarrestarlo. Y como comenzaron a llegar jefes y oficiales de Artillería, presentados en la zona carlista después de solictar su licencia en el Ejército nacional, este cuerpo se potenció y casi se igualó con el liberal”.
El desenlace desfavorable de la III Guerra Carlista, es el catalizador del desánimo de tantos buenos hombres, que para desgracia de España y de su causa, torcieron el ánimo y desembocaron en ideologías extrañas y en “nacionalismos provincianos”, cuyos efectos, aún a día de hoy, hemos de padecer los españoles.
Conócete, acéptate, supérate.(San Agustín)
Hablando de kartofens, esto es lo que decía Adolf Hitler, un islamófilo, anticlerical y pro-Franco arrepentido (con lo cual sería dificil esperar alabanza alguna de españoles) de los soldados de la División Azul:
"Había leído en la historia que el soldado español era el mejor del mundo, y ahora, viéndolos en el frente ruso, lo he comprobado. La División Española lucha en primera línea sin interrupción, en uno de los sectores más difíciles y de decisiva importancia para los combates defensivos. De este modo la División Azul ha hecho el más alto honor a su patria en la gran lucha anticomunista. Cuando la División Azul regrese a España tendremos que expresar tanto a ella como a su bravo general el reconocimiento debido a una lealtad y una valentía llevadas hasta la muerte"
Además, también sabía que esos españoles eran los únicos que habían pedido que se modificase su juramento, de forma que quedase claro que no entraban en la guerra para luchar por Hitler, sino únicamente para combatir al comunismo en Rusia. Quien sabe si algún pajarito les contó la de barbaridades que Adolfo Hitler habría escrito en su mensajería privada.
"Donau abric a Espanya, la malmenada Espanya
que ahir abrigava el món,
i avui és com lo cedre que veu en la muntanya
descoronar son front"
A la Reina de Catalunya
AVENTURAS DE RUY LÓPEZ DE DÁVALOS.
Nació posiblemente en Baeza, por otro nombre llamada "Real Nido de Gavilanes", por la calidad de su vecindario, la mayor parte de él compuesto por los más bravos segundones de las mejores Casas de Castilla, Aragón, Navarra y Vascongadas.
Fue capturado muy joven en Quesada por los moros. Y fue presentado al Rey Mahomed de Granada. Simpatizaron Ruy y el reyezuelo mahometano y éste no podía prescindir de su buena compañía. Por eso se lo llevaba a cazar con él. Se cuenta que, en cierta ocasión, andando ambos a volar perdices, una de ellas que huía de los azores se metió en la manga, ancha como se estilaba en aquellos entonces, de Ruy. Sin pensárselo dos veces, la extrajo de allí y le retorció el cuello. Un moro viejo que estaba allí le dijo: "Ah, Rodrigo, ¡matástela, mal hiciste, viva la habías de comer con pluma y todo! Tú llegarás a ser gran señor, mas al cabo lo perderás todo." El moro agorero se salió con la suya, pues Ruy López de Dávalos llegaría a las posiciones más altas del Reino, hasta que cayó en desgracia a los ojos del Rey; y entonces, todo fue ostracismo y amarga derrota.
Pero antes de llegar a ser tan principal señor, fue este caballero de la frontera hombre de mucho valor. Veamos algunas de sus hazañas más sonadas.
En tiempo del Rey Juan. Ruy estaba al servicio de la Casa del hijo del Rey, el que reinaría con el nombre y título de Enrique III. Cuando el Duque de Lancáster entró en Castilla, cercando Benavente, fue Ruy a defender Benavente, desafiando a uno de los capitanes ingleses del Duque en el puente de Benavente. En el duelo dio buena cuenta de su adversario y el Duque de Láncaster tuvo que someterse a las condiciones establecidas en caso de vencer el adalid castellano: levantar el cerco y entregar la bandera a Castilla. Ruy cortó la cabeza del caballero inglés que se batió con él y la echó al río, ganándole la bandera.
Más tarde, se rebeló Murcia contra el Rey, por culpa de un ciudadano rico que imponía sobre sus convecinos su criterio y mandaba en Murcia como un tirañuelo. Ruy pidió permiso al Rey, para solucionar el conflicto con gente de armas, pero el Rey no se lo consintió, así que pensó secuestrar al tirano rebelde y traérselo al Rey, pero no había forma. Harto de darle vueltas a la cosa, optó por una salida: la salida de cualquier mente española... De cara, de frente.
Pidió Ruy al tirano ricachón que le dejara entrar en Murcia, para tener tratos con él. La condición puesta fue que lo haría, pero con sólo doce hombres de los de su confianza, a los que tan sólo se les permitió llevar la espada envainada. Asintió Ruy y éste entró sobre su caballo en Murcia, camino de la Iglesia mayor en donde le aguardaba el plutócrata rebelde. Seis mil hombres de pelea contemplaban a aquellos doce audaces.
Se apeó Ruy de su caballo, y fue hacia donde le esperaba el ricachón. Cuando lo tenía a mano, en presencia de todos los concurrentes que no eran pocos, Ruy le dio una puñalada y lo dejó muerto. Todo el pueblo quedó boquiabierto de la resolución de Ruy y su valentía. Y Murcia se rindió al Rey, admirada de aquel hombre que lo servía tan fielmente.
Fue Ruy camarero del Rey, y con D. Enrique III fue del consejo del Rey y Condestable de Castilla. Sus armas heráldicas, concedidas por el Rey de Castilla, fueron un castillo de oro en campo azur de las Reales armas de Castilla, y las antiguas de su linaje -jaqueles de oro y rojo- quedaron en una orla.
Fue este Condestable de Castilla un hombre forjado en la Frontera. Las conspiraciones políticas lo arrinconaron y pasó los últimos años de su vida en el más desafecto de los abandonos y desprecios. Es tronco del linaje de los Marqueses del Vasto y Pescara, que tantas proezas en Europa y, especialmente, en Italia, hicieron en tiempos del Emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Es por eso que puese ese esbozo de las hazañas de los españoles en la II Guerra Mundial. Como digo más arriba, es costumbre de algunos escritores "izquierdistas" o con esa tendencia política al menos, el retratar heróicamente las proezas de los republicanos en el extranjero, algunas veces incluyendo "perlas" como las que he indicado más arriba, que son de lo más chocante si las extrapolamos a la Guerra Civil española, donde ese tipo de actitudes son escasísimas o inexistentes.
Está calro que hay que tener mucho cuidado con el tipo de literatura que uno gasta, pues de lo contrario se puede uno envenenar sin darse cuenta, y llegar demasiado tarde a comprender, de la pérdida de dinero tan tonta que ha realizado con la compra de marras. Por eso es bueno el exractar los comentarios de esas lecturas y rumiarlos lentamente, para así destilar el veneno que llevan y poder ofrecerlos tal y como deben ser vistos.
En otro orden de cosas y animado por lo que he visto navegando en los blogs, intentaré poner alguna heroicidad de los soldados españoles en la gloriosa División Azul. Ahí también hubo momentos heróicos para proezas y momentos decisivos en donde los soldados españoles tuvieron ocasión de demostar toda su valía y más.
Conócete, acéptate, supérate.(San Agustín)
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