Desde sus orígenes en Jerusalén (Hechos de los Apóstoles) la Iglesia siempre tuvo en el judaísmo rabínico a su principal enemigo, ésto estaba claro para cualquier católico hasta hace sólo unas décadas; todo católico con algo de cultura religiosa sabía cual era la fuente de todas las grandes herejías que amenazaban a la Iglesia. Hoy la cosa es muy distinta, desde el fin de la 2ª Guerra Mundial en Occidente ya no manda la ortodoxia y así tenemos católicos conservadores que por miedo al Islam apoyan a Israel y católicos nacionalistas que por rechazo al judaísmo ven con simpatías a ciertos líderes y organizaciones islámicos; ciertamente razonan como políticos
"el enemigo de ayer puede ser el amigo de hoy", y la Iglesia no es un partido... Lo único que deberíamos hacer los católicos (ya lo hemos tratado en otros hilos) es limitarnos a apoyar las minorías cristianas de Medio Oriente que son el "jamón del sandwich" en ese conflicto.
Marcadores