Desde luego los animales no pueden abstraer ni reconocer lo general o universal, se quedan en lo concreto y directo, de donde se puede colegir que no tienen inteligencia racional. Basta con observarlos para comprender que, por ejemplo, delante de un espejo son incapaces de reconocerse a sí mismos.
En su obra creadora Dios eligió al ser humano, al hombre (genérico), para que fuese a "su imagen y semejanza", expresión un tanto enigmática aunque en algunos aspectos se puede deducir la intención de Dios. Pero no lo hizo con el resto de sus criaturas. No obstante, éstas "algo" deben tener. Primero, son "sus criaturas", concepto que también incluye al hombre; segundo, en otro tema ya le expuse a Aliocha que estamos en la mente de Dios y que por eso existimos, pero aún más, al ser humano le otorga el espíritu, es decir, lo que comúnmente llamamos "alma". Pero el resto de las criaturas también deben de estar en su mente, por ello entiendo que existen por Él. De ahí a la proximidad a Dios de sus criaturas no es rebajar al hombre a una condición similar a la animal, independientemente del soporte corporal o material como concepto y hecho que compartimos. Y, desde mi punto de vista, entiendo que es a lo que se refirió el Papa Juan Pablo II.
Hay términos que por el hecho de ser sinónimos es frecuente que nos lleven a una continua confusión: espíritu vs. alma. En el concepto "espíritu" se engloba no sólo la parte no-material, sino también la intención o acción volitiva y la opción de actuar, elegir o no y saber qué se elige, mientras que el concepto alma se refiere únicamente al elemento no material.
Por tanto, es por lo que el hombre está dotado de "alma espiritual", mientras que los animales lo están de "alma sensitiva" y las plantas de "alma vegetativa". En este sentido la Doctrina Católica es clara y no admite dudas, tal y como han planteado Gothico, Hyeronimus y Erasmus, y de la cual no dudo ni lo más mínimo.
Sin embargo, y no es contrario a la Doctrina, el hecho de que el "principio vital" de todo ser animado, el alma que anima la materia, es una forma de energía y, es un hecho que forma parte de la obra creadora divina y así está en su intención y se demuestra en el antes, el ahora y el después del Cosmos, que la que los humanos hemos denominado pomposamente " Primera ley de la Termodinámica" se cumple siempre: "La energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma". De aquí podemos deducir que el fin de la existencia material de cualquier ser animado supone que su principio vital como energía se separa de su cuerpo material y mientras dicho cuerpo se reintegra al medio natural, la energía (principio vital) pudiera ser que fuese a algún lugar.
Cómo, de qué modo y para qué, es absolutamente imposible de saber para nosotros. Pero si bien el ser humano se ve sometido al mismo proceso, además, tiene el elemento espiritual que, sin duda, trasciende el plano materia-energía, para ir a un plano superior, fuera de lo que es el mundo material. Creo que facilitaría mucho las cosas si entendiéramos que toda la materia es energía y que la energía adopta formas materiales diversas, por ejemplo: seres animados o seres inanimados.
Por ello, si bien los animales no tienen alma espiritual, es mucho suponer que su alma sensible deja de existir al cesar toda la actividad del cuerpo material sostenido por ese alma. Muchas consideraciones se nos escapan, no estamos capacitados para entender más allá de lo que las limitaciones de nuestros sentidos y raciocinio nos permiten, al menos en la existencia presente. Luego, sabemos, todo nos será revelado.
De aquí a planteamientos tales como que si los musulmanes son así o asá, o dejarnos llevar por razones extrañas como las relativas a la metempsicosis o reencarnación, creo que media una enorme distancia. La acción de los "hombres" en relación a las mujeres o a otros hombres, responde a conductas individuales dentro de la libertad que Dios nos otorga a cada uno y el hecho de que se actúe colectivamente obedece a la naturaleza social del ser humano. Cuando hablamos de "alma espiritual" como característica del hombre, nos referimos a la naturaleza dual con la que Dios ha dotado a cada uno. Es más, dicho espíritu o alma espiritual, es dada por Dios directamente en el mismo instante de la concepción.
Por eso, pienso que la experiencia que viví y que relaté en mi primer mensaje, no es algo imposible. Es decir, si el principio vital o energía perdura durante un tiempo en las cercanías de donde se separó de la materia en el paso de la muerte, para acabar yendo a algún lugar o disolverse, es algo que no podemos saber.
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