Es curioso, pero ahora que recuerdo, Solzhenitsyn consideraba al sistema político suizo como todo un ejemplo. Sin duda, con sus fallos, que los tendrá, como todo; es un sistema mucho más orgánico y directo que el que padecemos aquí. Y las observaciones de Villores son más que precisas.
Lo que me sigo temiendo es que o bien alguna institución mundialista se pase el voto suizo por el forro o bien le hagan repetir los referéndums hasta que salga el sí a los minaretes. De momento, no han podido conseguir que los suizos entren en la nefasta UE; pero en Irlanda, único país con legislación antiabortista en Europa ( Lo compartía con Portugal, y mirad...) han conseguido pronto sus objetivos.
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