Lo acaba de anunciar él mismo, y como no podía ser de otro modo, ha tenido que dar la nota nuevamente y así hasta el final. Este individuo es un idiota de nacimiento, un iluminado de mierda que a los españoles nos ha tocado en suerte tener que padecer sin que hubiésemos hecho nada para merecer semejante castigo.

No estoy contento porque se va, porque por fin lo vayamos a perder de vista, porque ya no voy a tener que soportar diariamente sus cretinidades congénitas. No estoy contento porque lo que viene no es bueno, y especialmente tampoco porque este necio no va a pagar sus responsabilidades, que es lo que correspondería hacer en justicia, pero para eso ésta tendría que imperar en España y no es así. Además de dejarme un pésimo sabor de boca, el tío todavía tiene la virtud de irritarme más al elegir la fecha... hay que ser cenutrio, hay que ser miserable. Este menesteroso moral, este indigente intelectual, no podía finalizar su asqueroso y maldito paso por el gobierno de un modo normal, tenía que finalizar con una traca muy a su gusto: convocar elecciones "generalísimas" en un 20-N.

Para mi sería un día de fiesta total, y no por el hecho de que parezca que vaya a ganar el PP, sino porque se diese el "acontecimiento planetario" de que el P$OE se rompiese en una docena de grupos irreconciliables.

Y, por último, pues no me merece ni un minuto más de mi valiosísimo tiempo, usted, ZetaPé, háganos un favor a todos, ¡métase de cabeza en el sumidero del retrete de la Historia y tire de la cadena! Sinceramente, deseo con todas mis fuerzas no volver a oír hablar de usted por siempre jamás.