Siempre que me hablan de la revolución francesa, me vienen unos pensamientos algo pecaminosos sobre esta mentira histórica que pervive durante siglos.
Mis pensamientos son fáciles de entender y que compartiré con vosotros, como decía siempre que sale el tema en cuestión, la imagen en mi cerebro es recurrente y es la siguiente: "Que algunos de esos revolucionarios cuando se subían al cadalso para reírse de sus victimas, el artefacto inventado por Monsieur Dr. Joseph Ignace Guillotin, se desmoronaba y que la cuchilla al caer, cortaba de cuajo las zonas nobles de alguno de esos supuestos revolucionarios".
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