Espero no serle impertinente si reincido en objetar ante el hecho que usted expone diciendo que para esquivar los egos nacionales basta con el sentimiento común del Imperio, pues son 2 siglos de segregación en los cuales se ha fometado el odio entre pueblos (especialmente hacia España), se han extendido muchos bulos y, lo más importante a mi parecer, se ha creado una serie de percepciones de "somos diferentes", por tanto, no se puede comenzar diciendo todos somos la hispanidad porque muchísimos dirán no, yo soy argentino, o no yo soy español, o no yo soy colombiano, ect, mejor partir de no somos una unidad, somos diferentes pero con una base común, el hispanismo, y a partir de ahí esperar que con el paso de las generaciones se consolide la unión.

Por eso es que hay que empezar por informar y a formar a las personas con la verdad; con la verdadera historia y no con el cuento chino con que adoctrinan a los niños aquí en Hispanoamérica, en donde se les enseña a los niños sistemáticamente a odiar a la Madre Patria, diciendo que los españoles "capitalistas" era malos que maltrataron a los indios y a los negros, robaron las riquezas cambiándolas por "espejitos de colores", que la Inquisición fue mala, que los "libertadores" eran buenísimos, que Estados Unidos era un ejemplo a seguir (después dijeron que Cuba); en fin...puro liberalismo y marxismo cultural. Así adoctrinan a los niños. Por eso es que considero (e insisto) que antes de reconstruir al Imperio, hay que derrocar a todos los gobiernos usurpadores (en España, en Portugal, en México, en Bolivia, etc) y cambiar radicalmente la forma de gobierno, eliminando por completo la democracia liberal-marxista, terminando con el sistema partidocrático, restaurando la confesionalidad de los estados, estableciendo regímenes autoritarios cívico-militares con el apoyo de la Iglesia (por eso hay que incentivar el tradicionalismo religioso también y combatir al CV2), de las aristocracias legítimas y tradicionalistas (que todavía subsisten) y otras élites tradicionales análogas (como terratenientes y empresarios cristianos, que son a quienes "misteriosamente" más se les cobra impuestos en Uruguay; mientras nos llenan de bancos judíos y empresas multinaSionales, a los cuales "extrañísimamente" nunca gobierno alguno los toca; ¿por qué a nadie se le ocurre estatizar toda la banca y cerrar la bolsa de valores, o directamente expulsar a todos los judíos?). Tenemos que elegir la vía contrarrevolucionaria, colocando en el poder a caudillos autoritarios y carismáticos, que restablezcan la justicia, la seguridad y la paz en nuestros países. Tenemos que abogar para que surjan nuevos alzamientos nacionales, para que vuelvan dictadores benignos como Franco, Salazar, Bordaberry, etc.; y todavía necesitamos dictadores aún mejores que ellos, que no transijan en los principios, que no negocien con terroristas, que nos protejan del mal de la judeo-masonería, que no sean mascotas del falso imperio anglo-sajón... No sé, es sólo una propuesta; pero creo que es la única para hacerle frente al sistema global del Sionismo.