Re: Monarquia, Aristocracia y ¿Republica o democracia?
Herodoto, distinguía entre Monarquía, Oligarquía e Isonomía, siendo ésta última la forma de democracia que entendían los atenienses en el siglo V a. de C. En la Oración Fúnebre de Pericles también se menciona la palabra igualdad, que como en otros textos, adquiere formas como isegoría o iso-cracia. De tal modo que un Estado democrático es aquel en el que la ley es igual para todos (isonomía; donde todos participan de los "negocios públicos" o isegoría, y en el Poder o isocratia.
Eurípides opone la democracia a la tiranía fundamentándose en la "igualdad cósmica" (Suplicantes, 407; Fenicias, 541 y sigs.) pues supone una defensa contra la fuerza o Hybris y el exceso de apetitos o Pleonexia; siendo, además, que la igualdad desempeña la misma función que la "medida" o Sofrosine en el universo moral. Pero su igualdad es aritmética y abstracta, y hay otros que ven en la igualdad la principal tara de la Democracia contraria a la Teoría de la Élite, y que no deja de ser una forma puramente convencional que se opone al orden natural a través del individualismo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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