Una acertada y correcta exposición, como todas con las que nos regalas a los lectores de este foro. Considero que tienes razón cuando afirmas que los pueblos que terminan perdiendo su idiosincrasia y su identidad no les ocurre solamente porque en sus escuelas a los niños se les enseñe una segunda lengua extranjera. Y también tienes razón cuando dices que a nuestros hijos en la escuela no se le enseña a sentirse orgullosos de su Patria, ni les muestran todo lo que España ha aportado al mundo, etc, etc... Ahora bien, lo que no comparto contigo es cuando afirmas que los españoles tenemos un eterno complejo de inferioridad frente a lo extraño. Yo no denominaría así a ese sentimiento, porque no me parece exactamente un 'complejo', sino una especie de prevención ante lo foráneo, mezclado con un estado de avidez mental un poco pacata y aldeana hacia todo lo nuevo. Y todo ésto aderezado con un sentimiento trágico de la vida que fué avivado tras el desastre de 1898 y del cual aún no nos hemos recuperado todavía. Y es que fíjate, este pueblo nuestro ha pasado de la Hispania Romana y la España visigoda directamente al sueño de la Reconquista, la magna empresa de la conquista del Reino de Granada, culminada por el genio de los Reyes Católicos, el descubrimiento, la cristianizacion y la colonización de América. Todo ello para llegar a construir uno de los Imperios más grandes de la historia escrita siempre con mayúsculas. El único que fué 'pentacontinental'... como bien comentaba en su día Eduardo García Serrano por la radio, cuando decía cosas que merecían ser todavía oídas.
Por eso hoy en día vivimos bajo un clima de vejación que en ocasiones se torna en un orgulloso complejo de superioridad, y viceversa... Y es que en esas estamos desde que los Estados Unidos de América nos arrebataron los restos de nuestro otrora invencible Imperio sobre el que jamás se ponía el sol.
España es un país con grandes contradicciones y muy curiosas paradojas. Mientras hoy abre sus colegios a la lengua extranjera de nuestros enemigos, algunos todavía nos empeñamos en cerrarla a una política que nos parece errada en lo más íntimo. Es un espíritu, quizás, algo hidalgo y numantino que no te niego que no tenga también algo de provinciano. No te lo niego... Pero no de acomplejado. No estoy de acuerdo contigo cuando dices que los españoles padezcamos un complejo de inferioridad frente a lo extraño. Los españoles todavía, en nuestro fuero interno, creo que estamos muy sedientos de victorias. Y no nos parece a algunos que estudiar inglés de una manera forzada por decreto, en todos nuestros colegios, sea el mejor camino para conseguirlas. Y eso es todo, por lo que te pediría que no seas tan duro con nosotros. No queremos que a nuestros hijos les expliquen las matemáticas en el idioma de nuestros ancestrales enemigos. Pero no por ello se puede deducir que sufrimos ninguna clase de complejo. Quizás estemos equivocados... El tiempo será el que dará y quitará razones a los que no las tengan.
Un abrazo en Cristo
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P.D.: Con la obsesión que sienten nuestros actuales políticos por hacer de todos nuestros colegios un esmero en la enseñanza de la lengua inglesa, no puedo acordarme de otra cosa que de aquella magnífica película de García Berlanga. Y es que jamás aprenderemos...
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