Yo el tema de los derechos animales lo apoyo en parte, no se si me explico: evidentemente ellos no tienen obligaciones por lo que tampoco pueden tener derechos como tales, pero si que se les debe reconocer su dignidad.A un animal solo se le puede provocar dolor cuando se trata de algo necesario, como para comer, vestirse, experimentación (que no vivisección, lo cual me parece una salvajada), siempre en las mejores condiciones y que sufra lo mínimo posible.Lo del toreo me parece algo gracioso: yo personalmente prefiero el toreo portugués (donde excepto en el municipio de Barrancos el darle muerte esta prohibido) pero es curioso que los "sandías" (verdes por fuera y rojos por dentro, que solo quieren usar a la Naturaleza para expandir su ideología, pero realmente no les preocupa en absoluto) se quejen de la tauromaquia, donde hay todo un ecosistema (las dehesas), el toro vive como un marajá durante toda su vida, y muere luchando.De hecho, los toros jóvenes muchas veces se enfrentan con sus padres y sus hermanos en el campo, llegando a morir.Pero luego, ni pío de las matanzas de reses alimentadas exclusivamente con anabolizantes, que viven estabuladas sin ver la luz del Sol, engordando para mayor gozo del capitalismo y las multinacionales cárnicas.Se ve que en el fondo, lo que le tienen es un odio a todo lo español, y si además estos tipejos tuviesen cerebro o algo parecido, estarían contra eso siquiera por ellos, porque esos anabolizantes irán a parar a sus estómagos agradecidos.Lo de tirar cabras desde campanarios me parece sencillamente una barbaridad, ningún pueblo civilizado puede divertirse con eso, y me da igual los siglos que pueda tener.La matanza de delfines de las Islas Feroe es otro espectáculo horrendo y no creo que los justifique el que se haga desde tiempos de los vikingos.
Siempre me he sentido identificado con San Francisco de Asís, y su costumbre de llamar hermanos a todos los elementos naturales, vivos o inertes, pues al fin y al cabo somos hijos del mismo Padre.Este es el verdadero ecologismo, el católico, alejado de panteísmos paganos.Los animales no deben de ser protegidos del maltrato por la impresión que le pueda causar al hombre, sino por el hecho de serlo y de poseer una dignidad.Y así con todos los seres vivos.Nosotros como pueblo debemos estar en perpetua unión con la tierra que Dios nos ha legado para que la cuidemos, las montañas, los valles, los campos, los bosques, los ríos de España... ¿Como se puede entender a una nación sin la tierra en la que vive?
La modernidad capitalista nos ha impuesto esa mentalidad judeo-protestante de creernos que el mundo es un enemigo a vencer y que podemos explotarlo hasta la saciedad, y frente a esa mentalidad como católicos debemos de demostrar cual es la verdadera: Dios nos ha legado una tierra para que de ella cojamos lo justo y estrictamente necesario, y somos responsables de que se mantenga ese equilibrio.
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