Las empresas de Silicon Valley vienen haciendo campaña a favor de la Renta Básica Universal. Lo gracioso es que quieren que se hagan cargo de esta renta los Estados, en vez de ellas mismas, que son las que detraen toda esa riqueza del ciudadano. No contentos con no pagar impuestos y con saquear la economía productiva haciendo de intermediarios universales, quieren que los Estados asuman esta RBU, de forma que los parados y los trabajadores precarios que generan estas empresas puedan seguir comprando sus gadgets electrónicos. En definitiva, quieren cargarse los Estados y hacerse ellas con el mando. A eso tendemos.
Recientemente, el tecnolátra Enrique Dans imaginaba un futuro utópico en el que todos nuestros objetos cotidianos estarían conectados a Internet (desde el cepillo de dientes hasta la cama):
Conectando lo insospechado » Enrique Dans
En la mente de estos tecnólatras, el Estado debe pagarnos una RBU para que, una vez en el paro, podamos conectar la cama a Internet, cuestión imprescindible para que estas empresas puedan controlar también nuestro sueño.
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