Por supuesto que son infieles. Pero Mella señala rasgos positivos, como el reconocimiento de la concepción inmaculada de la Virgen o el de Jesús como gran profeta. Ya digo que estos rasgos positivos por lo general sólo se resaltan cuando se hace la comparación con los judíos.
Ya he dicho que lo de autocrítica no iba los tradicionalistas sino en general por el campo contrarrevolucionario o, si lo prefieres, para entendernos, la extrema derecha, en la que me incluyo a mí, y exclusivamente referido al hecho de haber concedido un excesivo peso a la cuestión judía, a veces fiándose de autores poco ortodoxos, como Drumont, etc.Por otro lado, no entiendo que los tradicionalistas tengamos que hacer "autocrítica" por algo que dijo Vázquez de Mella en 1920 y que no tuvo absolutamente ninguna influencia en la Alemania nazi. Mella simplemente constataba que las tramas judaicas suscitaban el odio hacia ellos en los países en los que vivían, y advertía que ello podía terminar en una hecatombe, y la verdad es que fue premonitorio. No hay ninguna incitación al genocidio ni nada parecido. Más que criticarlo, lo que habría que hacer es elogiarlo como el sabio y preclaro visionario que era.
No es verdad que los falangistas estuviesen a partir un piñón con los nazis, por lo menos no en la Falange de preguerra. En las publicaciones falangistas de preguerra, junto a elogios, también había importantes críticas al fenómeno nazi y el falangista Eugenio Montes realizó unas crónicas para ABC desde Alemania que alertaban del peligro. El tema judío apenas se trataba en unas pocas líneas y generalmente no iba más allá de hablar muy vagamente del "capitalismo judío". Y desde luego en la Falange de preguerra y de posguerra siempre se criticó el racismo y no se apuntaron a las teorías racistas de moda. Y esto vale para toda la derecha. La única excepción que hasta ahora he encontrado es un democristiano de la ACNP que luego dirigió el YA.Si podrían hacer autocrítica, en cambio, los falangistas (y no es una indirecta), porque ellos estuvieron siempre a partir un piñón con los nazis. Los tradicionalistas, en cambio, a pesar de ver a Hitler como algo menos malo que el sistema liberal, desde el asesinato de Dollfuss tuvieron muchísimas reservas, y tampoco se apuntaron nunca a las teorías racistas, cosa que sí hicieron los falangistas en la postguerra. Curiosamente, en lugar de hacer autocrítica, muchos falangistas de hoy niegan la mayor, sacando una frase de contexto de José Antonio de aquí o allá (como si José Antonio hubiese sido el único falangista e ignorando otras citas en las que sí elogiaba a Hitler) o acusando a Franco de haber pervertido el "auténtico falangismo", cuando más bien fue el falangismo el que influenció el pensamiento de Franco.
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