España es una República de facto, una República coronada. El actual monarca aunque quisiera (que no es el caso) cambiar el rumbo de la fatídica situación en la que se encuentra España no podría y es que no se le estaría permitido conforme a la Constitución vigente, (que el padre del monarca, Juan Carlos I, acató y «juró» —aunque previamente juró por Dios y los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que conforman el Movimiento Nacional—preservar al igual que su hijo, Felipe VI) el poder «moderador», que teóricamente corresponde al «Rey», es tan moderado, que prácticamente no existe y solo queda como una figura de atrezzo.

El Rey no puede ni deber ser una figura decorativa, sino que ha de responder, por ejemplo, a la definición que de él daba Alfonso X en las Siete Partidas: mente, corazón y alma del reino. En realidad, esas han sido sus funciones a lo largo de la Historia hasta que vinieron las ideas extranjerizantes provenientes de la Francia revolucionaria. Hoy la Constitución dice que el «Rey» es un símbolo constitucional, lo cual no tiene sentido, también dice la Constitución que es símbolo de la unión del pueblo, pero eso es otra incongruencia sin sentido, porque desde la legislación actual solo se fomenta la disolución de la sociedad y del propio Estado permitiendo la existencia de partidos que tienen postulados republicanos, secesionistas y viceversa. Dicho todo esto, el «Rey» tiene incluso menos poder real que muchos presidentes de república, es nada más y nada menos una figura de atrezzo tal como he dicho.

Además; esta «monarquía» no gobierna católicamente ni se guía por los preceptos del Derecho natural, esta «monarquía» no sigue la Religión Católica, Apostólica y Romana y además no es legítima de origen y ejercicio. Un «Rey» que sanciona leyes a favor del aborto, del «matrimonio» sodomita y que permite la ruptura paulatina de España no es un monarca ni es nada.

Como decía Lope de Vega:

Todo lo que manda el Rey,
que va contra lo que Dios manda,
no tiene valor de ley,
ni es Rey quien así se desmanda

Dicho esto, me gustaría hacer algunas noticias.

1. Estimado Valmadian, antes de la ley de la (des)Memoria Histórica, ya se aplicaba lo que trajo esta ley, es decir, la retirada de estatuas, cruces en homenaje a caídos (en ocasiones cruces en homenajes a caídos de ambos bandos) el cambio de nombre de calles y viceversa, pero la ley de la (des)Memoria Histórica fue el acabose ciertamente, el objetivo (cumplido) de la (des)Memoria Histórica era crear una generación en la mentira reescribiendo la Historia y mostrando a los jóvenes las (falsas) «benevolencias» de una II República caracterizada por el terror contra los fieles y clérigos católicos, contra los simpatizantes y rostros visibles de la derecha así como de otros partidos que eran de carácter antimarxista o que llanamente buscaban defender a los fieles y a los clérigos de los desvanes de los izquierdistas o defender la unidad de España, con esta ley se pretendía mostrar al general Francisco Franco como una especie de individuo carente de ideología, supersticioso, inútil y que perseguía todo atisbo de cultura (de los intelectuales asesinados por el Frente Popular como José María Hinojosa, Francisco Vega Ceide, Rufino Blanco Sánchez, Ramiro de Maeztu o Pedro Muñoz Seca no dijeron ni han dicho nada ni habrá «memoria» para ellos) y al parecer, han conseguido el objetivo que tenían en mente en este nuestro caínita país: crear una masa sin capacidad de autocrítica, borreguil, zopenca y estúpida que no cuestiona las falsedades históricas dichas tanto en la legislatura de Zapatero como en la de Rajoy.

2. Tanto «EL ESPAÑOL» cómo «OKDIARIO» son medios periodísticos liberales y como liberales en mayor o menor medida promueven degeneraciones; en el caso del periódico «EL ESPAÑOL» este apoya los denominados «derechos» de los sodomitas (llegando a enarbolar el trapo sodomita en sus redes sociales y viceversa), lo mismo sucede con «OKDIARIO» que según su director Eduardo Inda el autobús de Hazte Oír (independientemente de la opinión que podamos tener sobre dicha organización) que decía «los niños tienen pene, las niñas tienen vulva, que no te engañen» era para el director de dicho medio «caspa». Que conste que Pedro J. Ramírez fue ya acusado en 1994 de estar dentro de una conspiración para eliminar la actual «monarquía» y proclamar una III República conjunto otros individuos como Don Antonio García Trevijano.