Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 6 de 6
Honores6Víctor
  • 1 Mensaje de
  • 1 Mensaje de
  • 1 Mensaje de
  • 1 Mensaje de
  • 1 Mensaje de donjaime
  • 1 Mensaje de donjaime

Tema: El Crimen Ritual Judío

Vista híbrida

  1. #1
    Avatar de donjaime
    donjaime está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 15
    Mensajes
    502
    Post Thanks / Like

    Re: El Crimen Ritual Judío

    Serie : Los Crímenes Rituales Judíos


    Parte V : LOS HECHOS.


    LOS HECHOS.
    Ante los hechos y los testimonios de la Historia ¿Qué oponen los negadores del crimen ritual judío?:
    · Bulas Pontificias.
    · El Informe del Cardenal Gangalenlli, encargado de investigar en Polonia.
    · la ausencia de crímenes jurídicamente establecidos.
    · la no admisión de confesiones bajo tortura.
    · algunos errores menores en nombres toponímicos y/o fechas.


    También, y alguno casi en exclusiva, insultos, descalificaciones, improperios, etc. pero estos no hace faltar rebatirlos pues lo hacen por sí solos.


    Veamos uno por uno los contraargumentos:



    BULAS PONTIFICIAS:
    La más favorable a los negadores es la de Inocencio IV, del 25 de septiembre de 1253, que contiene este pasaje: “... Nos prohibimos de acusar también a los judíos de usar sangre humana en su rito, porque les es prescripto en el Antiguo Testamento no mancharse de sangre en general y no solamente de sangre humana”.

    Pues bien, el mismo Strach reconoce (pg. 140) que no está expresamente prohibido en la ley del Pentateuco consumir sangre humana.
    Pero las acusaciones no se basan en la Ley Mosaica, sino en el TALMUD y la tradicción oral, para los judíos ley prevaleciente sobre la anterior, y casi desconocidos para los católicos del XIII.

    Gregorio X no admite el testimonio de los cristianos, si no se encuentra entre ellos un judío también acusando. Sabia precaución para evitar la arbitrariedad de la que podía ser objeto una nación que se había vuelto odiosa, pero desde entonces ha habido numerosos casos de testimonios de judíos (incluyendo ex rabinos y doctores) contra los judíos.
    Martín V recomienda tratar a los judíos con humanidad y justicia.

    Paulo III recoge quejas de losjudíos que decían ser agredidos por crímenes imaginarios y los protege.

    Y esto es todo.

    Está fuera de toda duda que el papado intervino muchas veces en favor de los judíos.

    No es menos cierto que hizo quemar, reiteradamente, el Talmud.
    La Prompta Bibliotheca proporciona detalles sobre la destrucción de ediciones del Talmud por orden de diferentes Papas: Gregorio IX (1230), Inocencio IV (1244), Clemente IV, Honorio IX, Juan XXII, Julio III (1553), Paulo IV (1559), Pío V (1566), Gregorio XIII y Clemente VIII.

    No es menos cierto que beatificó y canonizó pequeños cristianos “cruelmente martirizados por los judíos por odio a la fe cristiana”.

    La Bula de Benedicto XIV “Beatus Andreas”: “André, del pueblo de Rynn, diócesis de Binxen, que no llegaba a los 3 años de edad, fue cruelmente asesinado por los judíos, por odio a la fe de Cristo, en el año 1462.
    … en el año 1475, un niño de Trento, que no tenía más de 3 años, el Bienaventurado Simón, fue muerto por los judíos en la última barbarie. Este crimen espantoso, habiendo provocado numerosos y muy grandes disturbios, y los judíos, por su parte, habiendo usado todos los medios para escapar de los justos castigos que habían merecido y alejarse de la justa cólera de los cristianos ...

    Pío VII, 24 noviembre 1805, confirmó un Decreto de la Congregación de Ritos (31 agosto) acordando a la Iglesia de Zaragoza, el oficio común de un mártir en honor del pequeño Domingo del Val, muerto por los judíos (1250) por odio a la fe cristiana.
    También confiere a la Iglesia de Toledo, el oficio del santo niño Cristóbal, de la Guardia, que fue crucificado por los judíos en 1490.
    En 1867 se autoriza por intermedio de la Congregación de Ritos el culto del pequeño Lorenzino de Marostica de la diócesis de Venecia.
    Otro Papa del XIX, Pío IX, felicitó y recompensó a Gougenot des Mousseaux, que había denunciado atrocidades rituales judías.

    La explotación de la mansedumbre pontificia de la Edad Media ha hasta el siglo XVI cumplió su ciclo.



    INFORME DEL CARDENAL GANGANELLI:
    Es un documento resultado de una encuesta hecha en Polonia en el XVIII, tiene el grave error, para la crítica, de apoyarse, precisamente en las Bulas Pontificias referidas antes y en oposición formal con los informes de los obispos de Luzk y de Kiev, cuya autoridad no podría ser disminuída por el hecho de que vivieron entre los judíos polacos incriminados.

    La crítica del cardenal parece bastante simplista.
    Hablando del crimen de Verona, donde un judío fue condenado y luego liberado por el Podestat, expresó: “en ese juicio de Verona, conscerniente al judío josé, se nota el buen sentido de los consejeros y la sabiduría del Podestat; pensaron que el crimen era inverosímil, ya que su religión les prohíbe a los judíos verter sangre”.

    De lo que podríamos deducir que no hay criminales en ningún país, pues en todas partes el asesinato está prohibido. Y es con estos argumentos y ese método crítico que pretenden silenciarnos.
    Pero resulta que Ganganelli quiere darnos una prueba decisiva. Escuchemos: “si queremos convencernos enteramente, tenemos una prueba negativa decisiva en favor de los judíos. Todos saben que la entrada de los judíos en Polonia tuvo lugar cuando fueron echados de España, y que antes de esa época no había de ellos ningún rastro en el páis.
    … dicho esto, no comprendo como de un cuadro que se pretende remontar más allá del siglo XV, se puede extraer una prueba convincente contra los judíos que en esa época no se encontraban aún en Polonia y, en consecuencia, no podían ser los autores de una acción que mereciera ser representada en un cuadro y expuesta sobre la fachada de la iglesia de Posen.
    He aquí el juicio de los hombres, con sus frecuentes errores

    Pero ese descubrimiento sensacional va a ser anulado, de un plumazo, por el mismo que produjo la consulta, Strack quien resalta: “eso es inexacto, los judíos son mencionados en Polonia ya en el XI pues no provenían de España sino de Alemania”.

    Retomamos la palabra de Ganganelli “prueba negativa decisiva” y devolverle su triunfal conclusión: errare humanum est.
    También podemos oponer al informe de Ganganelli los informes de las autoridades eclesiásticas de los círculos desde los que se habían elevado las acusaciones contra los judíos.


    LAS PRUEBAS JURÍDICAS:
    No hay duda de que cierto número de crímenes rituales han podido ser castigados por la justicia sumaria del pueblo, en la Edad Media no se era tan cuidadoso de la forma, así como los norteamericanos que, entre dos linchamientos de negros (o indios) lloran sobre la desgraciada suerte de los judíos de Rusia “víctimas de los odios de raza”.
    Pero también hay un respetable número de crímenes juzgados según los procedimientos en uso en el momento, mencionados por los cronistas de la época, a veces atestiguados por los monumentos e imágenes, registrados por los más seguros eruditos críticos, tales como los Bolandistas a los que des Mousseaux califica de príncipes de la certeza histórica. El que lo niegue puede también poner, con razón, en duda toda la Historia.
    Y también comprabamos que los crímenes están mejor establecidos, jurídicamente, cuanto más próximos son a nuestro tiempo.


    CONFESIONES Y TORTURA:
    Estaría de acuerdo en decir, con los contradictores, que no se puede hacer caso de confesiones arrancadas bajo tortura aunque no estoy muy convencido de la superioridad de la instrucción actual sobre la cuestión.
    Un “sí” o un “no” arracados bajo tortura no son convincentes. Pero cuando las confesiones recogidas son concordantes sobre los más pequeños detalles, aunque provienen, separadamente, de varios cómplices o cuando lo así obtenido trae el descubrimiento de indicios que son confirmados por las encuestas, solo queda inclinarse ante la veracidad de tales confesiones, con independencia del medio usado para obtenerlas.

    Tal es el caso en el crimen de Damasco, donde los restos del Padre Tomás fueron encontrados gracias a las indicaciones precisas de los asesinos. La tortura, por fuerte y duradera que sea no confiere poder de adivinación.

    Y ¿se incrimnará aún la tortura en los asuntos donde los judíos acusados han confesado crímenes anteriores sobre los que no estaban siendo interrogados ni acusados?


    LOS ERRORES:
    Ya vimos qué debe pensarse de algunos errores en nombres o fechas. Una mala ortografía toponímica, o una datación errónea, o un simple error tipográfico, no es legítimo que invalide todos los legajos, documentación y testimonios de un crimen. Máximo cuando los negacionistas de los crímenes caen en los mismos errores con el agravente de que sus conclusiones están basadas en errores groseros y mucho más manifiestos.

    Que se deba transcribir: Imm, Immus, o Immestar. Que el asunto de Blois haya sido en 1171 y no en 1071. Que los dos hechos ocurridos en Norwich sean en realidad uno como los de Munich ¿en qué afecta a la tesis y a la larga lista de crímenes borrada?
    ¿En qué la acusación de plagio puede menoscabar a los autores si las fuentes usadas son las mismas?
    ¿Acaso esas miserables argucias no prueban que los negacionistas son impotentes en su refutación?



    LOS HECHOS.
    Veamos rápido los crímenes rituales judíos anteriores al año 1.000.
    La crucifixión de un niño cristiano en Imsa (Antioquía), Desportes ubica en 413 y Baronius en 415 (Annales nº 40). También Baronius informa (nº 14) la compra y matanza cautivos de cristianos en 614.

    En la obra del Padre Damián Cornejo (Madrid, 1721) sobre la vida de San Francisco: Observaciones relativas a la muerte de un niño cristiano por judíos de Toledo.
    En el siglo XII se lee: “el demonio los había persuadido (a los judíos) de que, para que sus mujeres no corriesen ningún peligro en los partos, el único remedio era beber sangre de un niño cristiano, y como una tan destestable idea no podía realizarse en las regiones donde no existía la religión cristiana, y donde tenían sinagogas, así com en China y otros lugares, conservaban la sangre coagulada y endurecida, que reducían a polvo cuando querían tomarla, esa sangre era la más preciada droga que llevaban con ellos”
    Los Abogados de Israel, dirán: simple ¡Terapéutica!

    Norwich (1144): los judíos ataen a un joven cristiano de 12 años (San Guillermo) aprendiz de una curtiduría, lo amordazan y tras miles de ultrajes lo crucifican y perforan el costado, burlándose de la muerte de Cristo. Lo envuelven en una bolsa y lo llevan lejos de la ciudad con intención de quemarlo, pero sorprendidos lo dejan suspendido en un árbol.
    El crimen fue castigado y los restos del mártir recogidos y sepultados en una tumba, en la que se produjeron numerosos milagros (Bollandistes et Monumenta Histórica Germania).
    Algunos datan el acontecimiento en 1114, otros en 1137, la fecha 1114 es errónea pues el martirio ocurre durante el reinado de Esteban.
    Los refutadores se limitan a negar que el crimen tuviera carácter ritual. Pese a las múltiples heridas y crucifixión.

    Glocester (1160): Los judíos crucifican a un niño cristiano en los muros de Glocester (Monumenta historica).
    Strack ubica el acontecimiento en 1168. No hubiera cometido el error de haberse molestado en averiguar a qué fecha correspondía el año VI del reinado de Enrique II mencionado en la fuente.

    Blois (1171): Teobaldo, conde de Chartres, entrega a las llamas a varios judíos que habitaban en Blois,proque, en la solemnidad pascual, por odio a Cristo, habían crucificado un niño, lo habían encerrado en una bolsa y tirado al Loira. Comprobado el crimen fueron condenados al fuego, excepto los que abrazaron la religión cristiana (Rober du Mont).
    No hay más refutación que esa observación general y pueril, ya que no es cuestión de ázimos (Crimen no ritual, dicen, por cometerse en la época de la Pascua cristiana, no de la judía).

    Pontoise (1179): El pequeño Ricardo es inmolado por judíos en los subterráneos del castillo de Pontoise. Crucificado el niño de 12 años muere en medio de torturas sin fin, tras perder toda su sangre.
    Los restos del mártir fueron encontrados fueron llevados a París e inhumados en la Iglesia de San Inocencio (Champeaux), es honrado bajo el nombre de San Ricardo el 25 de marzo (Bollandistes, Actes des martyrs).

    El abate Vacandard, en este crimen, conmemorado por la Iglesia, reprocha a Desportes el haber invocado el testimonio de Robert Goguin, muerto en 1502, cuando hubiera sido interesante discutir un testimonio contemporáneo. Pero no puede ignorar que están los testimonios de Rigord y Guillaume l'Armoricain, historiadores y capellanes de Felipe Augusto.

    Londres (1181): los judíos inmolan al niño cristiano Rodbert cerca de la iglesia de Saint-Edmond, en vísperas de Pascua. El niño es inhumado en esta iglesia “donde se decía ocurrían gran número de milagros”
    Rorbacher cita el hecho según la Crónica del inglés Gervais y los Annales de la abadía de Martros.

    Braisne (1192): el 15 de las calendas de abril, un cristiano es inmolado por los judíos en el castillo de Braisne, a quince leguas de París. Los judíos, habiéndolo coronado de espinas, lo pasearon por las calles fustigándolo, para luego crucificarlo; todo esto con el permiso de Inés, damd de Braisne, condesa de Dreux, que les había entregado ese cristiano, so prtexto de que era convicto de homicidio y robo.
    Ante la indignación generada, Felipe Augusto, que regresaba de Tierra Santa, se dirige en persona a Braisne y en represalia quema a veinte judíos (Histoire des ducs et comtes de Champagne, 1. IV, 1º parte, pg. 72, París, 1865, de Arbois de Jubainville).
    Las represalias reales sugieren a Gougenot des Mousseaux estas reflexiones: “justicia atroz, o bárbara, venganza, pero venganza de un crimen que revela de una manera auténtica la fe, la conciencia religiosa de los culpables. Inés sostiene su inocencia porque quien ella entrega a esos fanáticos es un malvado; y esos miserables se deleitan entregándose, públicamente, a los deseos de su culto, renovando las escenas de la Pasión sobre un cristiano, porque su muerte, según sus cálculos, no debía atraer sobre ellos castigo alguno pues les era legalmente entregado”

    Pocos años después el rey, idnignado por los excesos judíos los expulsará de su reino.

    Wissenbourg (1220): en esta ocasión Desportes no da referencia. “En Alsacia, la muerte de San Enrique de Wissembourg, que tuvo lugar el 29 de junio de 1220, es señado como un hecho de autoría judía”.
    El autor ha tomado informacón de la carta que el Señor Cura de Wissemburg ha tenido a bien enviarle:


    Wissembourg, 19 de noviembre 1913
    Señor:
    Me apresuro a responder su carta de ayer para decirle que no existe ningún monumento conmemorativo de un crimen ritual en Wissenbourg.
    Si alguna vez lo ha habido, lo que parece fuera de toda duda, hace tiempo que ha desaparecido.
    Sin embargo puedo decirle sobre qué se basan los relatos de los historiadores. El cronista alsaciano Hertzog, que ha publicado su obra en 1592, cuenta que había en la abadía de Wissembourg (sin duda en la iglesia) una lápida bajo la cual reposaba un niño de 7 años, que según un cuadro en cartón suspendido en la reja que rodeaba la tumba, habría sido matado por los judíos en el día de San Pedro y San Pablo en 1270. Desparecido del campo de trigo que su padre le mandó guardar. El martes por la mañana se encontró su cuerpo el el Lauter, horriblemente maltratado: los judíos después de haberle inferido numerosas heridas, desangrado, puesto los pies y las manos en agua hirviendo, le habrían cortado la cabeza.
    Los padres y toda la familia acusaron a los judíos de la fechoría, y a fin de cuentas, siete judíos, de los cuales se cita los nombres, habrían sufrido el suplicio de la rueda …

    STEFFAU, cura de Wissembourg.



    Norwich (1235): siete judíos de Norwich son llevados ante el rey Enrique III, a Westminster, acusados de haber robado un niño cristiano, de haberlo escondido durante un año, con vistas a crucificarlo en el día de Pascua. Comprobada su culpabilidad, confesaron el hecho en presencia del mismo rey y fueron aprisionados “a fin de que el rey dispusiera a su gusto de sus vidas y de sus miembros” (Grande Chronique, traducida por Huillard-Breolles).

    Fulda (1235): según los Anales de Erfurth, los Cruzados degollaron a 34 judíos de ambos sexos porque dos de ellos habían asesinado traicioneramente, el día de Navidad, a cinco hijos (otros cronistas dicen 3) de un molinero que vivía fuera de las fortificaciones mientras sus padres se encotraban en la iglesia. Recogieron su sangre en vasos restañados con cera y habían incendiado la vivienda al irse.

    Según los Anales de Marbach, los judíos declararon haber recogido la sangre con un fin terapéutico. Siguiendo un método que más adelante habría de tener algún éxito, los judíos apelaron a la justicia ordinaria bajo Federico II, ganado por el oro, dice un contemporáneo, autor de un fragmento histórico que se encuentra a menudo con los manuscritos de la Crónica d eAlberto de Strasbourg.

    Los refutadores no parecen hacer gran caso de la sentencia del soberano, pero insisten en el uso de tortura par obtener confesiones. Todas las resoluciones de la justicia criminal de la época sufren la misma crítica. Sin embargo, no es la tortura la que ha sugerido a los judíos las indicaciones sobre el uso de la sangre.

    Londres (1244): un pequeño niño es martirizado por judíos, se le honra en la iglesia de San Pablo (Baronius, nº 42). Sobre el mismo hecho, Mathieu de París, informa de los siguientes detalles: en agosto de 1244, se encontraba en el cementerio de San Benito, el cuerpo de un niño que no había sido inhumado. En varios lugares llevaba caracteres hebraicos, también se veían sobre el pequeño cadáver rastros lívidos, manifiesto de las torturas que los judíos tienen por costumbre hacer padecer a los niños que quieren crucificar.
    Algunos conversos tradujeron los caracteres trazados sobre los miembros del niño, encontraron el nombre de sus padres (sin el de pila), leyeron que había sidovendido siendo muy niño a los judíos, pero no descubrieron ni a quien ni porqué … la salida clandestina y súbita de los principales israelitas de la ciudad hizo crecer la convicción de su autoría.

    Valreás (Vaucluse) (1247): es el negacionista Strack (pg. 225) quien presenta estse asunto como ventajoso para su tesis. No vacilamos en reproducirlo: “el 26 de marzo de 1247, el martes de la semana de Pascua, en Valreás desapareció la pequeña Meilla, de dos años de edad. Al día siguiente, se la encontró muerta en el foso de las fortificaciones, cubierta de heridas en la frente, manos y pies. La niñita había sido vista con anterioridad en la calle de los judíos y añade Strack, la tortura sirve de prueba.
    Que en lenguaje llano significa que la cuestión provocó la confesión de los judíos (de palabra, dice la demanda al Papa). Y hay que notar que las heridas constatas concuerdan con la coronación de espinas y la crucifixión.
    La adición de este caso a nuestras listas por los contradictores significa que pretenden extraer argumentos de las dos Bulas de Inocencio IV en respuesta a una demanda presentada por judíos, fieles a la táctica de apelar a la mansedumbre de una autoridad alejada de los juicios y la autoridad local mejor informada.
    Pero ¿hay en dichas Bulas una palabra que pruebe la inocencia de los judíos Valreás?
    La Bula enumera ante todo (según la demanda de los judíos de la provincia de Viena, las torturas espantosas -caso de no ser exageración- sufridas por los acusados, así como sus declaraciones de inocencia.
    Pero dice “... que si fueran verdaderos (los crímenes de los que se les acusan) no podrían y no debieran quedar impunes, ordenamos que si las cosas han ocurrido así, avisen al obispo, al condestable y a los demás, y los intimen a restituir a los judíos su antigua libertad, etc.”.

    En la segunda Bula, y tratando siempre la misma súplica judía, Inocencio IV ordena al arzobispo de Viena, someter al principio de legalidad todo lo que ha sido emprendido a la ligera contra los judíos: “... que no permitáis más que los judíos sean en los sucesivo arbitrariamente molestados por esas acusaciones u otras semejantes …
    Con lo que se ve claramente (implícitamente) que el Papa no tiene otro elemento de apreciación que la demanda judía y especifica, antes de prescribir medidas de protección, “si fuera así” es decir si los judíos dicen la verdad, si han sido arbitrariamente investigados y molestados.
    Es difícil adivinar qué argumento pueden extraer los negadores del crimen en general y del de Valréas en particular.

    Zaragoza (1250): el pequeño Domingo del Val es clavado a una pared por los judíos y tiene el costado abierto de un golpe de lanza (Blanca. Arag. Coment)
    Giovanni A. Lent ifnroma así del hecho: “la nación judía había llegado a admitir y practicar esta monstruosa creencia de que todohombre que robara furtivamente un niño cristiano y lo entregara para ser muerto era, por eso mismo, exceptuado de todos los trabajos e imposiciones, y eximido de todas las deudas que hubiera contraído
    Es así que Moisés Albay-Huzet se apoderó del joven Domingo del Val, de 7 años, y lo entregó a los judíos para ser crucificado. Lo clavaron contra una pared, y le perforaron el costado de un lanzazo.
    Ocurría en julio de 1250, agrega Desportes, así como lo indica la inscripción colocada sobre el cofre donde se conservan las reliquias del pequeño crucificado.

    La Croix (1913): con la firma de B. Sienne, recordando que esta víctima del crimen ritual figura en la ascendencia del cardenal Merry del Val, añade: “el culto del angelical niño es una de las glorias más queridas por la familia Merry del Val, y el secretario de Estado de Pío X posee un altar que le es consagrado.
    “Los Bollandistas, el 31 de agosto, documetnan el martirio del pequeño Domingo (sanctus Dominiculus, traducción latina del diminutivo español Dominguito) que se desempeñaba como monaguillo en la catedral de Zaragoza. Un judío, un tal Moyse de Albagu arrebató el niño y lo clavó en una cruz sobre la muralla, luego le tonchó la cabeza, enterró el cuerpo a orillas del Ebro.
    “una luz milagrosa hizo descubrir los restos del pequeño mártir. Este obtuvo de su asesino una venganza magnífica: Moyse de Albagu se convirtió a la fe cristiana”.
    Y la fiesta del pequeño Dominguito sigue siendo popular en Zaragoza (31 agosto).

    Lincoln (1255): hacia la fiesta de los Santos apóstoles Pedro y Pablo, los judíos de Lincoln (Inglaterra) se apoderaron de un niño de 8 años de nombre Hugo, y lo secuestraron. Y mandaron mensajeros a todas las ciudades de Inglaterra para rogar a las colonias judías que deleguen representantes para el sacrificio que se preparaba.
    “llegada la hora decidieron renovar en el pequeño Hugo, la Pasión de Jesús. Un juez fue designado para representar a Pilatos. Condenado, el niño fue flagelado hasta que perdió el conocimiento. Luego lo coronaron de espinas, lo cubrieron de salivazos y lo ultrajaron. Cada uno de los asistentes lo pinchó con la punta de un cuchillo; le obigaron a beber hiel. Toda la turba le gritaba: ¡Cristo, falso profeta!
    Cuando se cansaron de torturarlo e injuriarlo lo crucificaron y le perforaron el corazón con una lanza. Cuando el niño hubo expirado, lo desprendieron de la cruz, y, no se sabé porqué le arrancaron las entrañas.
    Fue la madre la que descubrió a la pequeña víctima y a los asesinos. Algunos vecinos habían visto a Hugo jugando con niños judíos, y entrar en casa de uno de ellos. La madre penetró en dicha vivienda y vio el cadáver en un pozo.
    El judío Joppin, en cuya casa había sido encontrada la víctima fue arrestado. Con la promesa de que escaparía a la muerte si revelaba toda la verdad, declaró que “casi todos los años los judíos crucificaban un niño para ultrajar en él al Cristo y que tras matar a Hugo les fue imposible enterrarlo pues todas las fosas habían rechazado, milagrosamente, el cadáver, y que, por desesperación lo habían arrojado a un pozo, y que todos los judíos de Inglaterra habían participado en ese crimen.
    Se arrestaron 91 judíos que fueron conducidos a Londres y encarcelados. 18 murieron en la horca, los otros sufrieron cárcel largo tiempo.
    Historiadores y poetas se ocuparon de este terrible drama” (H. Leclerq, Les Martyrs, V, p. 137 y sig) Bolladistas, julio, T. VI, p. 424; Mateo Päris y otros cronistas de la Edad Media)

    En este caso los refutadores no pueden siquiera apelar al recurso de incriminar la torutura. Seguro de morir, y por lo tanto, sin temer a las represalias judías contra los que revelan sus secretos, espontáneamente el judío Joppin (o Copinus) completa su declaración primera: “la muerte me amenaza y el Sr. Juan (de Lexington, guardia de sellos reales) no puede sustraerme a ella. Ahora le diré toda la verdad. Para la muerte de ese niño, de la que los judíos están acusados, casi todos los judíos de toda Inglaterra se habían reunido, y de todas las ciudades habían enviado diputados para asistir a la inmolación, como para el sacrificio pascual”.

    Londres (1257): este año los judíos inmolan un niño cristiano para cumplir sus sacfificio anual (Desportes, según Cluverius, pg. 541 de su Ephitome Historiae).

    Pforzheim (1261): en esta ciudad del Gran Ducado de Bade (Bollandistas, vol. II de abril, pg. 883) una niñita de 7 años es estrangulada por los judíos, luego es desengrada y tirada al agua.
    El abate Vacandard sitúa el hecho hacia 1267, sin dar alguna razón, aunque probablemente sean las de Strack que discute el hecho en su libro Das Blut, pero no hay ningún intento de refutación en su ligro Le Sang …

    Según Tomás de Cantimpre (Tomás Cantipratanus, De Ratione Vitae, lib. II, cap. XXIX) relata el asesinato de un niño de 8 años en esa localidad de forma brutal, tras amordazarlo le perforaron todas las articulaciones del cuerpo para extraerle la sangre y embeber en paños (lo habían extendido sobre varios sudarios) la restante.

    Northampton (1279): según Florent de Worcester (Chron, t. II, pg. 222) los judós crucifican un niño cristiano en medio de tormentos inauditos.
    La refutación de Strack se basa en reprochar al Osservatore Cattolico haber citado en francés el nombrte del autor consultado, lo que probaría que saqueó a Desportes. Fabuloso argumento contra la acusación de asesinato ritual, Sr. Strack ¿es cierto el crimen o no? Y cita el texto auténtido de Florent de Worcester, que parece aún más probatorio y claro al ser citado por un negacionista.
    Strack ve en el die Crucis Adoratae la fecha del 14 de septiembre, pero Vacandard, mejor informado en cuestiones de culto (es sacerdote) lo data en Viernes Santo.

    Mayence (1283): un pobre niño es entregado a los judíos por su ama y será muerto (Baronius, nº 61, Acta Colmar, Monument, t. XVII, pg. 210).

    Para no cansar al lector seguiremos nombrando lugar y fecha solamente:
    Munich (1285); Oberwezel (1287); Berna (1287); Colmar (1292); Crems (1293); Weissensee (1303); Praga (1305); Le Puy (1320); Annecy (1321); Uberlingen (1331); Munich (1345); Mesina (1347); Colonia (1347); Hagenbach (1380); Diessenhofen (1401); Turingia (1410); Rovensbourg (1429); Castilla (1454); Rynn (1462); Sepúlveda (1468); Trento (1475); Vicenza (1485); Ratisbona (1846); Guardia (1490); Tyrnau (1494); Waltkirch (1503); Poesing (1529); Sappenfeld (1540); Raw (1547); Vitow (1569); Punia (1574); Szydlow (1597); Caaden (1650); Vilna (1592); Podolia (1598); Verona (1602); Viena (1665); Metz (1669); Praga (1694); Zaslau (1749); Kiev (1753); Orkuta (1764); Zilah (o Tasnad) (1791);

    Pera (1789) : Bajo el reinado de Selim III, un joven griego fue encontrado en una casa alejada de Pera en momentos en que, colgado por los pies exhalaba su último suspiro. Sesenta judíos, convictos por ese crimen, fueron colgados en conjunto desde cables que colocaron en los bazares.
    Hasta el pueblo hizo en esta ocasión una canción popular, un lamento, me escribían en 1911, que los marineros del Bósforo cantaban aún recientemente”.

    Alepo (1810); Corfú (1812); Beyrut (1824); Damasco (1823); Antioquía (1826); Varsovia (1827); Hanna (1829); Grodno (1830); San Petesburgo (1831); Rodas (sin fecha precisa, tras el de Damasco); Vitepsk (1834); Iaroslaw (1835); Damasco (1840);

    Saratof (1852-1853): en corto lapso de tiempo hubo en la ciudad de Saratof varios episodios rituales bastante difíciles de distinguir con precisión, dado que los autores rusos que hablan de ello no mencionan las circunstancias, sólo aluden a hechos conocidos.
    A inicios de diciembre 1852, el hijo de un obrero de Saratof: Teófanes Cherstobitova, de 10 años salió hacia la escuela y no volvería más.
    En enero 1853, en circunstancias misteriosas, se conoció la desaparición de otro niño de 11 años: Miguel Maslov, hijo de un campesino.
    El 4 de marzo 1853, tras deshelarse el río, se encontraron los dos pequeños cuerpos al borde del Volga, completamente cubiertos de heridas.
    Ocho años después, los judíos Schliffermann y Fedor Zourlof, convictos de estos crímenes fueron condenados a 20 y 18 años de trabajos forzados en las minas por el Senado, por “haber matado a dos niños cristianos y haberles hecho sufrir martirio”.

    Enniger (1860); Zboro (1875); Tallya (1879);

    Steim-am-Anzer (1878, 1879, 1880, 1881): desaparecieron esos años, precisamente antes de la Pascua judía, cuatro jóvenes mujeres, una tras otra, dos mucamas cuyos padres vivían en el campo, la hija de un pobre zapatero y la niñita de 8 años del cochero de un judío.
    Nunca se encontraron los restos ni hubo más rastros. La justicia simplemente pudo informar los casos.

    Piros (1879); Koutais (1879), Rava (1879); Esmirna (1880); Balata (1882); Alejandría (1881); Constatinopla (1883); Lutzca (1881); Tizsa-Esslar (1882); Mit-Kamar (1885); Breslau (1888); Xanten (1891); Polna (1899); Konitz (1901); Nazareth (1908); Bucarest (1911); Tchesme (1913); Kiev (1911-1913);


    El autor añade además, varias tentativas de secuestro frustradas, casos en que la víctima no fue asesinada pero sí le extrajeron sangre, y numerosos casos, especialmente durante la publicación de estos estudios en la Revue Internationale des Sociétes Secretes, de cartas y testimonios de testigos presenciales sobre prácticas judías.

    Ejemplo:
    Carta fechada en Marsella 10 noviembre 1913:

    Señor:
    Sigo atentamente los debates del proceso de Kiev.
    La declaración del archimandrita Ambrosius del 27 de octubre me recordó un asesinato cometido durante febrero de 1909, siendo víctima una niña de 8 años cuyo cuerpo fue encontrado tirado contra el muro de las Refinerías de azufre reunidas, en medio del lodo y de la basura amontonada a lo largo de esa pared (barrio de la Capelette).
    La niña mostraba debajo del mentón, de cada lado de la nuez de la garganta, dos heridas penetrantes que dejaban ver la arteria de la tráquea; estas heridas parecían haber sido hechas con un instrumento puntiagudo y filoso.
    El informe del forense señaló que María Blanco presentaba 45 heridas por quemaduras, de las cuales 22 en el abdomen y 23 en la parte superior de las piernas, de estas 45 llagas, 5 del vientre eran como arañazos, de 22 cms de largo x 8 mms de ancho la más importante.
    Sobre el rostro y las regiones laterales del cuello tenía una escoriación producida por los dedos. Las llagas de las quemaduras tenían los bordes negruzcos, dejando entrever que el instrumento del verdugo fue un atizador.
    La víctima no fue mancillada en el sentido ordinario de la palabra; sino que ese atentado fue simulado para hacer creer que era una víctima de violación.
    También hace notar que la arteria de la tráquea fue respetada alargando así la agonía mientras la sangre corría.
    Nunca se descubrieron los autores del crimen pero la gente versadas en estos hechos de ciertas sectas judías, vieron en ese asesinato un crimen ritual.
    El abandono de la víctima en un lugar horrible, la tortura, la extracción de sangre, la fecha del crimen (antes de Pascua), todos son datos significativos considerando además que el número de heridas, 45, es el mismo que el del caso de Kiev.
    No puede asegurarse nada a falta de otras pruebas.
    En Marsella hay una pequeña colonia judía, procedente de Odessa donde sufrieron un progrom y considerando que estas prácticas son principalmente hechas por judíos orientales, el crimen abre perspectivas a todas las hipótesis.
    Todos los datos conocidos pueden encontrarse en el Petit Marseillais, del 15 al 20 de febrero 1909.


    EL DESTINO DE LOS LIBROS SOBRE EL CRIMEN RITUAL.
    Es constante la pretensión de Israel de prohibir toda disucsión sobre el Crimen Ritual, toda discusión libre e imparcial.
    Esta fobia ha resultado en el BOICOT DE LOS LIBROS SOBRE LA MATERIA … leáse de sus autores. Se puede prever el momento en que los judíos no tendrán más ni esa preocupación: UN AUTOR ANTISEMITA NO ENCONTRARÁ MÁS EDITOR.
    Nuestros contemporáneos son presa de una especie de terror supersticioso cuando se pronuncia delante de ellos la palabra judío, y sólo pensar en participar en la edición de una obra reveladora de la mentalidad judía los enloquece como si su casa temblara súbitamente sobre su base.

    Una primera prueba de ese terror nos es suministrado por el Intermédiaire des Chercheurs et des Curieux, del 20 de noviembre de 1913. Esta es, esencialmente, una publicación neutra, redactada por sus lectores que pertenecen a todos los matices políticos y a todas las escuelas filosóficas.
    Allí pueden darse todas las opiniones, todas las discusiones tienen lugar, todas … SALVO LAS OPINIONES Y LAS DISCUSIONES SOBRE CRÍMENES RITUALES.

    Ya anoté cómo la intervención de un médico judío interrumpió un debate sobre la cuestión hace unos 10 años, en esa muy interesante publicación que dirige con autoridad, y con segura erudición, uno de nuestros más distinguidos colegas.

    En el número del 20 de noviembre último, a proposito del insidioso trámite de lord Rotschild ante el Vaticano, un corresponsal reclamaba la fecha y el texto de la Bula de Inocencio IV, perdiéndose en consideraciones anodinas y casi pueriles sobre el crimen ritual.
    La dirección añadió esta observación: la cuestión está planteada con prudencia, sin pasión: tiene un objetivo preciso: el conocimiento del texto de la bula de Inocencio IV: evitaremos toda controversia que se aparte de esta premisa.

    Tomemos a los franceses individualmente: no hay uno, cualquiera que sea su condición, que soporte que se le prohíba tal o cual tema de conversación; pero, la COLECTIVIDAD ADMITE MUY BIEN QUE LOS JUDÍOS LES PROHÍBAN PONER LA NARIZ EN SU MORAL Y SU HISTORIA.

    Hay textos que instituyen la libertad de palabra y la libertad de escribir: eso debe bastarle al buen ciudadano …
    Ese terror que inspira la vindicta judía ha tomado proporciones insospechadas. Acabo de confirmarlo de forma muy curiosa.
    Deseoso de reunir en un volumen estos estudios, me dirigí a algunos editores de los que recibí más o menos el siguiente comentario: “le editaremos todo lo que Ud. queira, pero ¡no aquello, no aquello! ...”
    Sí, compendo muy bien, les contesté a cada uno: Uds. son como millones de franceses que esconden el rostro entre las manos y se tapan los oídos con los dedos cuando sehabla de los judíos ante ellos, tal como si evocara al diablo.

    Hay un hecho constatado en el tiempo si por un azar ALGUNA OBRA SOBRE LOS JUDÍOS (en genral) O EL CRIMEN RITUAL (en particular) LOGRAN APARECER EN PÚBLICO, SIEMPRE DESAPARECEN RÁPIDAMENTE.

    Lo que constata el pasaje de la carta del secretario del obispo de Trento a Desportes, a continuación de una biografía sobre el asesinato del Bienaventurado Simón: “esas obras son muy escasas, y casi se podría decir que sólo existen en las bibliotecas que no prestan los libros a nadie”.

    Drumont hizo la misma observación sobre el libro del rabino convertido a monje del siglo pasado: “el destino de ese libro es completamente singular, aún para los que conocen el cuidado que ponen los judíos en hacer desaparecer todo lo que puede esclarecer la opinión de la gente con respecto a ellos. Publicado primero en 1803 en lengua moldava, fue traducido al griego moderno por Jean de Giorgio, y al árabe por los Orientales, quienes por ser víctimas seculares de los judíos se interesan en la cuestión semítica mucho más de lo que suponemos. Vuelto a imprimir varias veces en Rumania, Constantinopla y otras ciudades de Oriente, SIEMPRE DESAPARECIÓ”.

    Desportes constató la sofocación del libro de Achille Laurent: Relation Historique des Affaires de Syrie: “absorbido por el oro judío, este monumento histórico ha desaparecido casi completamente, sólo se encuentran algunos raros ejemplares en lugares no accesibles para Israel. Traducido al italiano y varias veces reeditado del otro lado de los montes, siempre se encontró la misma perserverancia en hacerlo desaparecer”.

    Etc. etc. etc. ….
    Última edición por donjaime; 31/12/2015 a las 12:37
    ReynoDeGranada dio el Víctor.

  2. #2
    Avatar de donjaime
    donjaime está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 15
    Mensajes
    502
    Post Thanks / Like

    Re: El Crimen Ritual Judío

    Serie : Los Crímenes Rituales Judíos




    Parte VI : CONCLUSIÓN.


    CONCLUSIÓN.

    Cuando se quiere discutir a propósito del crimen ritual con lógica y equidad, en primer lugar hay que descartar del debate todo lo que sea protestas y alegatos judíos, por varias razones:

    PRIMERA: porque nadie debe ser juez y parte al mismo tiempo.

    SEGUNDA: porque las leyes talmúdicas, su moral y ley, les enseñan que es un deber engañar a los Goyms cuando el interés de la nación judía está en juego, y particularmente en este tema de debate.

    Desde el punto de vista documental, conviene descartar, resueltamente y a priori todo argumento sacado de las leyes mosaicas, por dos razones:

    Primera: que son leyes secundarias, casi olvidadas, y hasta anuladas por las que les son contradictorias del Talmud al que los judíos proclaman su código moral.
    Segunda: aunque las leyes mosaicas aún son comentadas y discutidas actualmetne por los doctrinarios de Israel.

    Si se abren ejemplares de l'Unierse Israélite de julio y agosto de 1913, se encontrarán largas discusiones sobre las leyes dietéticas de Moisés, sobre las dos prohibiciones fundamentales en materia alimentaria: “nebela” y “terepha”, sobre la extensión progresiva de las prohibiciones mosaicas del terepha, etc.

    Las prescripciones más generalmente admitidas son objeto de vivas discusiones. Si se quiere tener una idea de la multitud de prescripciones relativas a la alimentación judía, ábrase el Rituel du Judaisme, por A. Nievasky, ministro del culto israelita de Orleáns (esta calificación podría originar un gran debate porque los judíos ortodoxos demostrarán que no hay culto judío, que no puede haberlo, y que un rabino no es de ninguna manera un minsitro de cultos).

    Abrase luego Harmonie de l'Eglise et de la Synagogue, por el rabino convertido Drach y se leerá: “todas las carnes, AÚN EL CERDO, ESTÁN PERMITIDAS A LOS JUDÍOS de acuerdo al Tzaêma-Ur-êna, el libro judío más popular de nuestras comarcas”.

    Y está confirmado por Maimónides, para las tropas judías que invaden los países de los Goyms. Según como se consideren los judíos aquí o allá, como en campaña de guerra o en país conquistado, gozarán de un menú diferente.


    Pero dejemos esas sutilezas que tanto complacen la rabulistica judaica y dejemos que el erudito y piadoso judío Jacques Bahar afirme (Le Phare, 23 noviembre 1901, sic): “para los judíos de Francia, los tiempos han llegado desde 1791 y 1807, y es Napoleón que fue su Mesías. Por lo tanto, desde esa época tienen derecho a comer cerdo”.

    Finalmente, dejemos las leyes mosaicas en el venerable polvo a donde fueron relegadas por el Talmud y los rabinos.

    Aunque la ley mosaica fuese la ley, sería una audacia intelectual inconcebible atreverse a una oposición: “un judío no puede cometer tal crimen, puesto que la ley lo prohíbe” (argumentos de este nivel es como decir que no hay ladrones en ningún lugar del mundo porque en todos los países está prohibido robar) pero además la ley mosaica en la actualidad está en desuso y está totalmente reemplazada por el Talmud como reconocen los propios judíos.

    Por tanto nos ocuparemos solamente del Talmud y la TRADICIÓN ORAL. Por tanto renunciamos a toda refutación del Pentateuco pues no aceptaremos testimonios que no pueden ser opuestos de forma válida.

    Y para dejar de lado completamente el terreno del sofisma y de la argucia distinguiremos dos categorías de crímenes rituales:
    1º.- los que son cometidos para obtener sangre con vistas a los ritos de la Pascua, y que generalmente, no necesariamente, son ejecutados en proximidades de esas fechas.
    2º.- los que sólo tienen por objeto la tortura e inmolación de un cristiano por el simple ODIO A CRISTO y la fe en Él.

    Pero ¿Admitiremos como otros autores que esos crímenes son cometidos únicamente por sectas fanáticas? Por lo tanto sería injusto cargar la responsabilidad de esos actos a todo el judaísmo.

    NO, ROTUNDAMENTE NO. Pues hacer esa concesión implicaría reconocer que el Talmud no incita, no prescribe la inmolación del cristiano en todas las circunstancias, o que ese Talmud no tiene autoridad alguna sobre Israel. Es la demostración contraria a la que hemos hecho IRREBATIBLEMENTE.

    Y por oro lado, esa tesis lenitiva es desementida por los mismos judíos que afirman su SOLIDARIDAD y se levantan en masa en todo el mundo cada vez que se produce una acusación de CRIMEN RITUAL.

    La verdad es que el rito sangriento de la Pascua parece un poco caído en desuso entre las naciones civilizadas por múltiples razones.
    La prudencia, pues la impunidad no está garantizada (a veces) por lo que es preferible aprovisionarse en lejanía para los amantes del pan sangriento.

    Que el rito sangriento de la Pascua, aunque estuviera comprobado en el Talmud, no está prescrito* sino que DERIVA DE LA TRADICCIÓN ORAL DE LOS RABINOS y que pueden y deben dejar de enseñar en los países donde el judío no podría obedecerlo sin poner en peligro al propio Israel.

    *Nota: en sus números de 20 diciembre de 1913 y subsiguientes, La Bastille analiza un libro donde los judíos frankistas (anti talmudistas) pretenden establecer que el rito sangriento de la Pascua está explícitamente prescrito por el Talmud. El debate queda, por tanto, abierto en ese punto. El autor sólo quiso hacer uso de premisas ciertas a la hora de escribir.

    Nos encontramos ante el INCUESTIONABLE Y TRIPLE TESTIMONIO: de los Textos, de las Personas, y de los Hechos.



    TESTIMONIO DE LOS TEXTOS:
    Los textos, que no hay que buscar en las ediciones ahora expurgadas sino en vesiones originales, son formales y no pudieron ser discutidos. No se puede cuestionar que el Talmud prescribe la inmolación del goy, como un sacrificio agradable a Dios, cada vez que las circunstancias permiten descontar la impunidad.

    En este punto invocar las prescripciones relativas al amor al prójimo, es argumentar miserablemente, puesto que está dicho, explícitamente, que EL PRÓJIMO, PARA UN JUDÍO, ES SOLAMENTE OTRO JUDÍO, NO EL GOY, el extraño, el idólatra -y en esta última categoría figura en primera línea el cristiano- que no es más que semilla de ganado.

    Únicamente hay un texto que podría oponerse a las odiosas prescripciones talmúdicas, y nadie que yo sepa, pensó en producirlo, ya sea que los Abogados de Israel hayan tenido una idea demasiado vaga en el conocimiento de su expediente, ya sea que hayan tenio solamente poca confianza en el valor de dicho argumento.
    Si es ignorancia, están demasiados desprovistos para que dudemos en regalarles este arma … de dos filos.
    El texto es la declaración de los judíos reunidos por Napoleón (7 agosto 1806) en asamblea preparatoria al Gran Sanhedrím de 1807: “hoy día en que los judíos ya no forman una nación pero que tienen la ventaja de etar incorporados en la gran nación, lo que consideran como una redención política, no es posible que un judío trate a un francés, que no es de su religión, en forma diferente a como lo hace con uno de sus correligionarios

    Pero hay que hacer notar:
    1º.- que el texto sólo inmunizaría a los franceses contra los dictámenes del Talmud.
    2º.- que dicha asamblea no tenía ninguna autorización para hablar en nombre del judaísmo universal ni para reformar el código moral y religioso.
    Habría muchas otras conclusiones que sacar, y muy interesantes, pero ¿para qué? Si los negadores no la consideran.

    Por tanto, el Talmud queda integral, intangible, con su despiadada requisitoria contra el no judío.


    TESTIMONIO DE LAS PERSONAS.
    No es menos decisivo, y esta vez, como el testimonio de los hechos, en lo que concierne a las dos categorías de crímenes.

    ¿Quién puede revocar los testimonios concordantes de todos esos judíos acusados, algunos en manos de la justicia, otros sin ninguna reducción de sentencia en vista, o los que están indultados, que llegaron a develar crímenes anteriores a los juzgados y de los que no estaban acusados, denunciando móviles que los hicieron actuar, o vanagloriándose del crimen cometido “por el bie de la Comunidad”?

    ¿Cómo destruir el testimonio, concordante, de esos rabinos convertidos o no*, revelando el Misterio de la Sangre, traduciendo y comentadno los textos del Talmud más virulentos contra los Goyms?

    * Durante el proceso de Damasco, se hicieron traducciones de los textos talmúdicos por el rabino Abou-el-Afieh, convertido al islamismo; sus traducciones fueron certificadas conformes por el rabino fiel Yakoub-el-Antabi.


    TESTIMONIO DE LOS HECHOS.
    Probablemente el testimonio mas probatorio por su analogía, inmutable, a través de los siglos.
    Hay entre 150 y 200 crímenes bien documentados pero ¿Cuántos hay ignorados? Aunque estén firmados con el nombre de sus autores.
    ¡Firma falsa! Exclamaran los Abogados de Israel siempre que los judíos no fueron sorprendidos in fraganti, cuando la impunidad de los culpables les permitió escapar.
    “Es una firma falsa y se simularon las circunstancias de un cirmen ritual para inculpar a los judíos”
    ¡Esos muy cristianos autores rechazan creer a los judíos capaces de las atrocidades con que esos mismos autores acusan a los cristianos!

    Pero veamos las conclusiones de nuestros mayores:

    GOGENOT DES MOUSSEAUX:
    Esas inmolaciones realizadas por los judíos, francamente ortodoxos, SUCEDIERON EN TODOS LOS SIGLOS. LA LEY RELIGIOSA DEL TALMUD SE LAS IMPONE COMO UN DEBER Y LAS CONSIDERA UN MÉRITO … SU COSTUMBRE, basada en la prudencia, es negar con aplomo, este acto que no deja de levantar contra ellos la reprobación unánime de los pueblos.
    Aunque la justicia humana los ha sorprendido mil veces en el hecho, las páginas más incuestionables de la Historia, las sentencias de los tribunales laicos más eminentes, y las más inatacables actas de la Iglesia, responderán hasta el fin de los tiempos a las audaces y persistentes negaciones judías.

    EDOUUARD DRUMONT:
    La escuela histórica francesa, una vez más, pasó al lado de todo aquello sin verlo, a pesar de los nuevos métodos de investigaciones que pretende haber inventado. Se detiene, tontamente, ante calabozos, que según Villet-le-Duc, eran letrinas, ante los in pace que eran sótanos: no entró en ese sacrificarium misterioso, en ese gabinete más sangriento que el de Barba Azul, en donde duermen exangües y con las venas vacías las víctimas infantiles de la superstición semítica.
    … en todo caso EL ODIO HACIA CRISTO, HACIA EL CRISTIANISMO, HACIA EL CRUCIFIJO, HACIA EL RELIGIOSO, ha quedado tan activo como lo fue siempre.
    El estudio psicológico no sería menos interesante que el histórico … si los sabios, por buenas razones, no se obstinaran en evitar todas estas cuestiones y en presentarnos ahora como antes, a un judío convencional que no tiene nada que ver con el judío real.

    HENRI DESPORTES:
    Es cierto. La creencia de que los judíos matan a los pequeños cristianos, recogen con cuidado su sangre preciosa, hacen con ella un horrible brebaje y fabrican remedios monstruosos, esta creencia no es una “fábula ridícula de la Edad Media”; es ahora la voz severa y grandiosa de la Historia que se eleva para proclamar a los cuatro vientos los crímenes incalificables nacidos de sus costumbres sublevantes.
    Pero “costumbres” no es un vocablo adecuado, lo suficientemente fuerte, sino que: ES SU LEY.

    DR. CORRE (científico considerado objetivo, en su obra: Le meutre et le Cannibalisme Rituels):
    Ante el despertar inesperado del Antisemitismo, se exhumaron los archivos de la historia y se recogieron ejemplos indignantes de atentados fanáticos de ayer.
    Algunos los negaron sin examen: eso es una culpa y otros lo entendieron solamente como argumentos de ataque a una raza: no tuvieron razón.
    Hay que encarar el asunto desde más arriba, y desprenderse de todo espíritu partidista, estudiarlo de un modo más general, desde el punto de vista de la perpetuación de la sobrevivencia de costumbres muy antiguas, al principio de la humanidad actos loables, honradas en la colectividad todavía reducida a nociones de derecho muy intrínsecas; más tarde convertidas en peligrosas, criminales, porque quedaron como manifestaciones de egoísmos particulares, de antialtruismos intensivos en el seno de sociedades en curso de transformación o ya transformadas.

    Quiero aludir al crimen ritual y a ciertos fenómenos de naturaleza análoga, pero más individualizados, que reaparecen de tanto en tanto en nuestra Europa civilizada, etc.
    … sin embargo, el rastro de los sacrificios humanos es incuestionable. Su práctica, entre los antiguos judíos, no tenía el carácter de un rito religioso, ortodoxo, peo tenía ese carácter de acuerdo a las tradiciones populares … El Talmud es muy rico en textos en donde el israelita desahoga su odio contra el extraño y traiciona el lado estrecho de su espíritu.

    Una observación sobre el testimonio de este sabio, pues el Dr. Corre conoce el Talmud y sus incitaciones, no debió hablar de costumbre, sino de LA LEY.

    ROHRBACHER:
    POR ENCIMA DE LA LEY DIVINA, POR ENCIMA DE LA BIBLIA, EL JUDÍO SOBREPONE UNA LEY HUMANA, RABÍNICA, EL TALMUD. PERO EL TALMUD NO SOLAMENTE PERMITE AL JUDÍO SINO QUE LE ORDENA Y RECOMIENDA ENGAÑAR Y MATAR AL CRISTIANO SIEMPRE QUE TENGA OCASIÓN.

    Tras citar extractos del Talmud y la opinión de un rabino converso, Rohrbacher añade: “según esos principios de su Talmud y la enseñanza conforme de sus doctores, los judíos no pueden y no deben sentir escrúpulos al engañar o matar cristianos, de la misma manera como no sienten ni arrempetimiento ni remordimiento por haber matado a Cristo.
    De acuerdo con la moral talmúdica, solamente la prudencia puede obligarlos a abstenerse.

    ACHILLE LAURENT:
    Si los judíos son inocentes de tantos asesinatos cometidos en tan distintas épocas, en países tan distantes y diferentes, pero de los cuales fueron constantemente acusados, hay que considerar entonces que son dignos de lástima por haber sido víctimas de injustas acusaciones.
    Al contrario, si usan efectivamente sangre humana en algunas de sus prácticas religiosas, así como los numerosos documentos reunidos parece demostrar, todos los cristianos indignados, no deerían exclamar como lo hace el Sr. Crémieux en el undécimo párrafo de su nombrada carta del 7 de Abril de 1840: “... si la religión judía ordena de esa manera el asesinato y el derramamiento de sangre humana, levantémonos en masa, judíos filósofos, cristianos, musulmanes; suprimamos, aún en los hombres que lo practican, ese culto bárbaro y sacrílego, que coloca al homicidio y al asesinato en el rango de las prescripciones divinas”.

    No, no haremos ese rasgo del “increíble aplomo judío” ya que los judíos filósofos no se levantarían. Los judíos sólo son filósofos, en el sentido que le da Crémieux, en la religión de los demás.

    L. RUPERT (erudito autor de L'Eglise et la Synagogue):
    Cuando se considera el encadenamiento de estos hechos, es imposible no mirar como un acto de verdadero cristianismo, por no decir un acto heróico, la paciencia que deja vivir a un tal pueblo entre las naciones cristianas, en lugar de apartarlo de toda sociedad, y de relegarlo a las tierras inhabitadas de Oceanía o a los desiertos del África.
    Contra todos estos hechos, ¿qué pueden probar las invectivas y amenazas? ¿qué prueban los gritos y las declamaciones vanales que resuenan en las bóvedas de algunos Parlamentos, con el fin de arrancar un voto favorable a la sinagoga ávida de dominación y de opresión? …

    REVERENDO PADRE CONSTANT:
    Para terminar, repetimos la conclusión del R. P. Constant, dominicano, en su libro Les Juifs Devant l'Eglise et l'Histoire: “El asesinato ritual está en posesión de todas las Historias: en posesión
    de la Historia de Francia con el niño San Ricardo,
    en la de Inglaterra con el niño San Guillermo,
    en la de España con el niño crucificado en Zaragoza, San Dominículo,
    en la de Alemania con el joven San Werner de Wezel,
    en la de Italia con el niño San Simón de Trento”.

    Y el eminente religioso constata: “en dieciséis constituciones pontificias que hemos colocados entre las piezas justificativas, se hace mención quince veces, en prpios términos, de la PERFIDIA JUDÍA.

    NO dejemos que se diga, NO CONCEDAMOS que el CRIMEN RITUAL JUDÍO puede ser el hecho de sectas fanáticas o de individualismos aislados:
    PROVIENE DE LA TRADICIÓN ORAL O DE LA LEY, DE LA ENSEÑANZA SAGRADA POR EXCELENCIA: DEL TALMUD.

    No nos dediquemos a esos vanos y pueriles ejercicios retóricos de invitar a los judíos a unirse a nosostros para conseguir la abolición de tan abominables prácticas: no podrían hacerlo lealmente, sólo renegando del CÓDIGO inmoral que es la piedra basal de su poderío*.
    NO LES PIDAMOS QUE SE DESOLARICEN DE LOS CRÍMENES DEL PASADO, PUESTO QUE ELLOS SABEN QUE LOS MISMOS CRÍMENES SE REPETIRÁN MAÑANA, QUE NO PUEDEN NO REPETIRSE, QUE LAS MISMAS CAUSAS PRODUCIRÁN LOS MISMOS EFECTOS, QUE LA IMPLACABLE LEY DEL ODIO, LA ORDEN DE INMOLACIÓN, AÑADIRÁ FATALMENTE EN EL PORVENIR NUEVOS CADÁVERES A LOS OSARIOS DEL FANATISMO JUDÍO.

    A la luz de los textos y de los hechos, los menos prevenidos deberán juzgar que los antisemitas quedan en buen camino en sus reivindicaciones de orden nacional. Estimarán que una nación que tiene tales leyes, a las cuales obedece, debería estar desterrada de la Humanidad.

    *Nota: es obvio señalar que el judío no puede renegar del Talmud puesto que este es su expresión y no al revés. La educación talmúdica tiene como objetivo precisamente la afirmación de sus características raciales.
    ReynoDeGranada dio el Víctor.

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. El aborto es un crimen, no un derecho
    Por Hyeronimus en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 406
    Último mensaje: 06/08/2023, 00:48
  2. Ritual pagano en la Catedral de Santiago de Compostela
    Por Hyeronimus en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 16/05/2014, 13:26
  3. Gabriele Amort, exorcista: El nuevo ritual de exorcismo no funciona
    Por Hyeronimus en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 30/11/2012, 13:00
  4. Mejicanos contra el crimen del aborto
    Por Chanza en el foro Hispanoamérica
    Respuestas: 7
    Último mensaje: 28/09/2008, 17:16
  5. Sudáfrica: niño de siete años decapitado en asesinato ritual
    Por Erasmus en el foro Noticias y Actualidad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 14/11/2007, 02:21

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •