No me resisto a redactar una certera cita que se ajusta a la perfección a este tema.

"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo:
las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los
misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47

Todo el libro, a lo largo de sus 325 páginas, es una esplendente visión del problema de Europa por parte de un autor que fue profesor de Filosofía en la Universidad de Comillas. Y es que cuando se observa, cuando se medita desde la razón más profunda, no hacen falta "bolas de cristal" para ver lo que se avecina. Ya desde antes de 1956, año del Nihil obstat, del Imprimi potest y del Imprimatur, es decir, necesariamente antes de ser escrito, el autor ya se daba cuenta de la degradación que se apoderaba de nuestra civilización. Este texto debería leerlo un tal ZP a ver si así es capaz siquiera de entender algo acerca de lo que vocifera.