Estimado Cristián, te agradezco tu repuesta que es una contribución doctrinal muy importante. Pero, con tu permisión, me gustaria matizar algunos aspectos, sobretodo para hacer más claro lo que había dicho anteriormente.
Amigo Cristián, pués sí que estoy de acuerdo que los santos solo se saben santos cuando mueren y llegan a la presencia del Señor - aunque lo sean en vida mismo que no lo sepan. Pero como bien dices, hay la santidade a que todo el hombre debe llegar para su salvación y hay aquella a que sólo llegan los santos de la Iglesia a que llamas de eminentes, porque fueron escogidos por Dios para - y cito tus bonitas palabras - "manifestaren el explendor de la Verdad", por su ejemplo de vida, por sus milagros o por sus obras de amor.
Lo que te pregunto es: ?hay santos martires que no sean santos eminentes? ?Una pobre alma santita, un simple y piedoso cristiano puede ser un martir? Te pregunto por lo que dices un poco después en tu comentario: "(...)Por otra parte, todo católico comprende que el martirio no es una decisión propia sino una gracia especialísima (...)"... "gracia especialisima" que Dios reserva a los pocos escogidos santos eminentes, me parece...
Amigo, pués esto me hace confusión: imagina que a Madre Teresa de Calcutá le pasaba en su noviciado una situación como la que tenemos en hipotesis. Lucha por la virtud del cuerpo (que la de la alma nunca está en peligro) y acaba moriendo a las manos del violador. No pasará toda su vida a ayudar los pobres, los enfermos, los casi muertos de hambre como ha sucedido en la realidad. ?Cual es la maior obra de caridad o de amor sobrenatural a Dios? Morir en defensa de su virtud o vivir para defensa de la virtud, la dignidad y la fe de los otros?Nos cabe a nosotros esa decisión, Cristián? O, como digo yo, es Dios quien escoge quien debe morir en martirio?
Estimado pues el problema aqui es de nuevo la decisión: "morir por Su causa de ser necesario" ?Quien lo decide, se es necesario que uno muera? Dios por cierto. Por eso digo que la frontera entre suicidio y martirio la define, segundo tus palabras, "la gracia especialísima que debemos suplicar a Dios" y que "no es una decisión propia". Decidir morir (estamos ante la hipotesis de que resistir al violador resulta en muerte cierta) es un camino peligroso (diría mismo arrogante, como en mi primero comentario) de pretender saber en que situación es necesario morir por Dios... creo que la consciencia plena de la consecuencia de cada una de las opciones y la preferencia personal por una de ellas, puede hacer uno pasar la frontera para el lado errado...
Claro que eutanasia y martirio no tienen puntos de comparación, estimado Cristián yo creía me haber hecho entender mejor. El tipo de comportamiento peligroso que digo es lo de pretender saber cuales los designios de Dios cuando nos hace pasar una dura probación, como una violación o una enfermedad sin cura. Más: lo de pretender saber cuando basta de sufrimiento en nuestra vida para decidir que la muerte es camino a seguir. Tomar en nuestras manos la decisión consciente entre la vida o la muerte.
Quiero que sepas, estimado Cristián, que antes de más, con este debate yo quiero aprender contigo. Ya habrás reconocido que (con las faltas de castellano) yo tengo muchas faltas doctrinales como cristiano...![]()
Marcadores