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Hombre, hay que recordar que en el Alzamiento, el mismo Franco era partidario en un principio de la tricolor (como buena parte del ejército), que Falange era republicana y que la rojigualda se adoptó por la presión del Requeté de no combatir sino era bajo la roja y oro.
Y Queipo de Llano tomó Sevilla al grito de Viva la República.

Pero en este hilo han salido una serie de afirmaciones bastante tajantes que me confunden, ya que las considero erróneas.

El catolicismo del PP
Se tacha al PP de católico. Que yo sepa no lo es. En el PP, como en el PSOE, hay católicos, musulmanes, agnósticos, ateos, enfín, de todo. Sí, también ha gays, lesbianas, y, probablemente republicanos. Y divorciados, arrajuntados y todo lo que queráis. Como en la sociedad española. No es un partido confesional, Únicamente, en sus estatutos, creo que habla de inspirarse en el humanismo cristiano, sea eso lo que sea... Pero tampoco es anticlericalista.

La importancia de la CEDA en el Alzamiento.
En mi opinión, y por lo que he leido, fue mínima. El golpe lo dieron los militares, apoyados por algunos falangistas (eran muy pocos, y algunos traicionaron a los militares, como en Melilla) y por muchisimos tradicionalistas. Sin el Requeté, el golpe habría fracasado a las pocas horas de iniciarse, o se habría quedado circunscrito a Marruecos y a algunas ciudades de Castilla. Hubiese fracasado en Sevilla y en Álava y Navarra. Y como consecuencia, en Cádiz y Zaragoza. Pero esto es política ficción.

El voto católico al PP
Creo que en este punto se parte de un error. Probablemente haya habido más católicos votando al PSOE que al PP. Pero parece que los están perdiendo por sectarios.

El PSOE pierde medio millón de votantes católicos respecto a 2004
El PSOE sigue empeñado en buscar el enfrentamiento con la Iglesia católica, como se ha visto en las últimas semanas. El «número dos» de los socialistas, José Blanco, incluso, amenazó

M. CALLEJA. MADRID.

14-1-2008 08:01:09

El PSOE sigue empeñado en buscar el enfrentamiento con la Iglesia católica, como se ha visto en las últimas semanas. El «número dos» de los socialistas, José Blanco, incluso, amenazó con «borrarse» de ser cristiano tras el éxito del encuentro de las familias del 30 de diciembre en Madrid. Ayer, Blanco se defendía y recordaba a los obispos que entre los ministros de Aznar hubo más divorciados que entre los de Rodríguez Zapatero. «Muchos de ellos tienen dinero para pagarse la nulidad, ésa es la diferencia», soltó. El anticlericalismo activo de los socialistas ha acabado haciendo mella en el electorado católico. Según un informe de análisis demoscópico al que ha tenido acceso ABC, y que conocen en la sede nacional del PP, más de medio millón de católicos que votaron al PSOE en marzo de 2004 dejarían de hacerlo ahora.
En las últimas elecciones generales, el PSOE recibió el voto de 1.280.000 católicos que acuden semanalmente a misa, según la encuesta postelectoral del CIS. En la recta final de la legislatura, y con datos que son anteriores a los últimos episodios de enfrentamiento del Gobierno de Zapatero con la Iglesia e incluso con el Papa Benedicto XVI, dejarían de votar a los socialistas dos de cada cinco de los electores de ese sector, es decir 512.000 católicos, siempre según datos cruzados de los barómetros del CIS.
¿Cómo se llega a ese dato? Se trata de observar la fidelidad de voto de los partidos. Entre los católicos practicantes (en las encuestas se engloba en este apartado a los que acuden a misa los domingos y festivos), el PP conserva una fidelidad de voto del 82,4 por ciento. En el caso del PSOE, los electores practicantes que mantienen su intención de volver a dar su confianza a Zapatero se reducen al 60 por ciento. El 40 por ciento restante, el que no se mantiene «fiel» al PSOE, supondrían 512.000 electores, del total de 1.280.000 que dieron su voto a los socialistas.
La caída del voto católico practicante para el PSOE puede relacionarse con la estrategia diseñada en Ferraz para agitar a los votantes de la izquierda y movilizarlos ante las elecciones generales. La participación será un dato fundamental el próximo 9 de marzo, y todo pasará por la capacidad de movilización que tengan los partidos.
Según los datos del CIS (que incorporó en 2005 cuestiones sobre la práctica religiosa de los entrevistados en sus barómetros), el voto católico practicante del PSOE supone un 11,6 por ciento del total de sus votantes, que en 2004 llegaron a 11.026.163.
Más fidelidad en el PP
Si nos detenemos en los datos de fidelidad de voto, según la práctica religiosa de los electores, aparecen algunas pistas interesantes. Entre los católicos practicantes, ya se ha visto que el PP tiene una fidelidad mucho mayor que el PSOE. En cuanto a los que se declaran «algo practicantes», tres de cada cuatro mantienen su intención de votar al PP, mientras que el PSOE conserva al 67 por ciento de sus electores. Entre los no practicantes, la fidelidad está más o menos igualada: tanto el PP como el PSOE conservan siete de cada 10 electores que se declaran de esa manera. Por último, entre los no creyentes, también son más «fieles» los que votaron al PP en marzo de 2004: casi ocho de cada 10 afirman que volverán a votar al partido de Mariano Rajoy, mientras que el porcentaje se reduce a casi siete de cada 10 en el caso del PSOE.
Con los partidos tratando de mover al máximo a sus simpatizantes, hay un dato que puede resultar clave: a mayor práctica religiosa, mayor compromiso democrático. Así se desprende del informe de análisis electoral. En la situación actual, con el Gobierno de Zapatero enfrentado a los obispos, en el momento más bajo de las relaciones entre el Ejecutivo socialista y la Iglesia, es muy llamativa que la predisposición subjetiva para acudir a votar esté fuertemente asociada con la práctica religiosa.
Los católicos y las urnas
Si se toman varios barómetros del CIS y se cruzan sus datos, el resultado sobre la participación política relacionada con la práctica religiosa es muy revelador y llamativo: el 88,3 por ciento de los católicos practicantes manifiestan que han votado en las últimas elecciones generales. En el otro extremo, los no creyentes, el porcentaje de los que aseguran que fueron a votar el 14 de marzo de 2004 desciende al 76,5 por ciento. Dos datos que, a priori, podrían perjudicar ahora mismo al PSOE. De ahí su necesidad de movilizar al electorado situado a la izquierda, para no dar ningún tipo de ventaja electoral a los populares.
Entre los católicos no practicantes, casi ocho de cada diez (el 79,8 por ciento) manifiestan haber votado en las elecciones generales pasadas. Se trata de una participación también superior (algo más de tres puntos porcentuales) a la de los no creyentes. Por último, los que acuden menos a las urnas en jornada electoral, según los datos de participación subjetiva, son los creyentes de otras religiones. Sólo el 55,9 por ciento asegura que en 2004 votó en un colegio electoral o bien por correo.
La movilización de los católicos, no sólo en las urnas, sino también en la calle como se demostró en el famoso acto de la familia de la Plaza de Colón de Madrid, organizado por el Arzobispado de Madrid, ha sorprendido a la cúpula del PSOE. Sólo así podría explicarse la salida en tromba de los dirigentes socialistas contra los obispos tras ese acto. La vicepresidenta De la Vega participó en la ofensiva y advirtió a los obispos que «la sociedad no necesita tutelas morales, como tampoco está dispuesto a aceptarlas el Gobierno».

El PSOE pierde medio millón de votantes católicos respecto a 2004 - Nacional - Política - Abc.es
Y otra
Las pasadas elecciones europeas y el voto católico
Las elecciones europeas han manifestado algo que se pasaba por alto: el despertar del voto católico. Hasta ahora, los católicos votaban, en líneas generales, por motivos económicos o sociales: al PP o CiU los conservadores y liberales y al PSOE los más inquietos socialmente. Pero los ataques a la doctrina cristiana en materias como la vida, la educación y la familia por parte de todos ellos han hecho que muchos católicos españoles reconsideren su voto lo que, en mi opinión, explica buena parte de los resultados. Veamos:

- El PP olvida sus complejos progres, recupera a una figura abiertamente cristiana como Jaime Mayor Oreja y sube fuertemente su voto.
- CiU presenta un candidato abiertamente defensor del aborto, lo que produce el rechazo público de líderes cristianos de la propia coalición. CiU se hunde en las europeas y el PP se convierte en la segunda fuerza en Cataluña.
- Familia y Vida, apoyada tradicionalmente por antiguos votantes del PP y CiU (34.000 en marzo), baja en votos hasta los 7.000. Curiosamente, 15.000 ciudadanos le dieron sus firmas para poder presentarse. Luego Familia y Vida tiene muchos más simpatizantes potenciales que votantes, por ahora.
- El PSOE lanza propuestas abiertamente anticristianas y pierde numerosos votantes de su ala más centrista, muchos de ellos católicos. Si ha mantenido sus resultados ha sido gracias al traspaso de votos ex comunistas.

Para quien sabe leerlos, los resultados de las elecciones emiten un mensaje claro. Los católicos españoles empiezan a exigir en las urnas que se les tenga en cuenta. ¿Actuarán en consecuencia los políticos?
Las pasadas elecciones europeas y el voto católico

Y para dedicada a Ordoñez, esta es la opinión de Familia y Vida
¿Quién dijo que la Iglesia apoye al PP? Raúl Sempere
Parece que al PSOE y a este Gobierno no le agrada mucho eso de la libertad de expresión. Quizá prefiera el pensamiento único al estilo de dictadores como Castro y Chávez. Esperemos que al PP no le ocurra lo mismo y atienda a las críticas de los ciudadanos, de la Iglesia y de otros partidos.

Pero olvidémonos del revuelo artificial que se ha formado en torno a la nota de la Conferencia Episcopal del pasado 30 de enero y analicemos uno de los asuntos a los que hace referencia. Se trata del punto número 6 que, a su vez, glosa las palabras pronunciadas por Benedicto XVI en Verona el 19 de octubre de 2006: “Es preciso afrontar -señala el Papa- con determinación y claridad de propósitos, el peligro de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano, en particular con respecto a la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, y a la promoción de la familia fundada en el matrimonio, evitando introducir en el ordenamiento público otras formas de unión que contribuirían a desestabilizarla, oscureciendo su carácter peculiar y su insustituible función social”.

Resumiré la frase del Santo Padre: el matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer, la vida humana siempre debe ser protegida. Más clarito para los que no quieran verlo: no al aborto y no al matrimonio gay.

D. Demetrio Fernández, Obispo de Tarazona, también nos lo recordó en una reciente carta pastoral con motivo de la fiesta de la familia: “Si para ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o la uniones homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de una familia cristiana”.

Pues bien, el pasado 28 de enero, dos días antes de la nota de la Iglesia, el diario El Mundo publicó una entrevista a Mariano Rajoy en la que este se pronuncia sobre la polémica ley del gaymonio: “si yo hiciera alguna modificación, sólo afectaría al nombre y no a los derechos y obligaciones que establece esa ley”. Y eso quiere decir que los homosexuales, gracias al PP, podrán adoptar niños a los que se privará de su derecho a ser criados por un padre y una madre.

Continúo leyendo la entrevista. Pero ¡qué ven mis ojos! Nunca pensé que esto fuese posible. Adivinen quién ha sido capaz de afirmar en una misma frase que está a favor de la vida y que está a favor del aborto. ¿Habrá sido Llamazares? ¿Quizá haya sido Zapatero? ¿Lo habrá dicho el doctor Morín? ¿Será una de las salidas de tono de José Blanco? Pues no, lo dijo don Mariano Rajoy. Ese señor que pretende representar a la derecha española o al voto de los católicos. Ese señor gallego tan sonriente y simpático es el autor de semejante disparate.

En un primer momento asegura que no modificará la ley del aborto. Después afirma que “yo estoy de acuerdo en que se pueda interrumpir el embarazo”. A continuación argumenta don Mariano: “yo estoy lógicamente a favor de la vida”.

A ver señor Rajoy, ¿en qué quedamos? Si mantiene la ley del aborto no está a favor de la vida. Si está de acuerdo en que se pueda interrumpir el embarazo no está a favor de la vida. Aclárese buen hombre. Para estar “lógicamente a favor de la vida” hay que manifestarse lógicamente en contra del aborto. ¿O acaso no es así?

Pienso que los tibios no llegarán nunca a ninguna parte. Además, no son de fiar pues no muestran nunca sus cartas y eso es hacer trampa. Los españoles nos merecemos un gobierno y una oposición que no nos mientan.

“La calidad y exigencia moral de los ciudadanos en el ejercicio de su voto es el mejor medio para mantener el vigor y la autenticidad de las instituciones democráticas”. Creo que es necesario estar bien informado y votar siempre en conciencia: no podemos apoyar a alguien que mantendrá los derechos de adopción de los homosexuales y seguirá permitiendo con el aborto la matanza de miles de niños inocentes.

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Raúl Sempere Durá, del Partido Familia y Vida.

¿Quién dijo que la Iglesia apoye al PP?
Que Dios nos ampare y nos ilumine