Antonio tiene razón: así se estipula en el derecho canónico...incluso el matrimonio con una infiel es válido siempre que la prole sea educada en los valores cristianos (y bautizados) y se crea en la indisolubilidad del matrimonio.
Otra de las claves de un matrimonio feliz es que la gente que se va a casar no sea consciente de que incluso la Iglesia puede anular el enlace: el matrimonio rato y consumado es indisoluble desde siempre, ¡ya está bien de nulidades con maletines! (un ejem. ya veremos cuanto tardan en declarar la nulidad entre Marichalar y Elena).
Marcadores