A mi no me has molestado, no te apures. Hay dos tipos de ateos: lo que llevan su "cruz" en la creencia de que después no hay nada, sensación que debe ser espantosa y que en una ocasión ya dije que no la puedo entender, y los otros que, además de ateos, intentan destruir le fe o las dudas de aquellos que no tienen suficiente fuerza o carecen de suficiente formación. Y este tipejo es de esos, más aún, es un perfecto cabronazo, para comprobarlo basta con leer como tenía que asistir a la primera comunión de su propio hijo y que no ¿pensaba? enfrentarse a la madre del niño y la familia de ella. Y que dejaría el asunto hasta que el niño creciese para elegir por él mismo entre lo inculcado por la madre o por él mismo. Repito: es un cabronazo. Porque no es cuestión de dejar o no, sino del derecho que asiste al niño a tener su propia fe, su conciencia, y no estar escuchando las babosadas de un "des- graciado" aunque sea su papaíto, ¡pobre niño! que Dios y su madre lo protejan del energúmeno.

Y después se puede comprobar la calaña del fulano: lee la Biblia como si fuera una novela, página a página, y juzga a la luz de su propia visión contemporánea del mundo descalificando a figuras históricas, habría que verlo a él... ¡menudo gilipollas! y empleo este término en su más estricto sentido. El problema de estos fulanos no está en lo que rebuznan, sino en el veneno que sueltan.

Saludos en Xto.