Yo creo que el artículo define perfectamente las diferencias existentes entre vivir en un país en el que impera un sistema neoliberal desde hace muchos años, con respecto a otro (como España) en el que solamente lo lleva caminando desde hace bastantes menos años; más concretamente, desde la muerte del Caudillo. Naturalmente que se vive peor siendo de clase media o media-baja en un país como norteamérica. Eso no hace falta que nos lo diga el artículo. Al igual que en España, la clase media y media-baja, vivimos peor ahora que en los tiempos del Caudillo. Aquí, en España, durante el anterior régimen, tuvimos a los ministros falangistas que crearon un sistema magnífico de sanidad estatal, legislaciones increiblemente buenas para los trabajadores, cientos de miles de viviendas sociales para los obreros (como esa que se describe en el artículo, del barrio de Aluche o Carabanchel), escuelas, institutos y universidades para los hijos de los obreros que no tenían que competir con universidades privadas para ricos, porque eran magníficas. La España de Franco era la España de la plena igualdad de oportunidades y, hasta si me apuran... o moleste a algunos oirme decir lo que voy a decir, era la patria del verdadero socialismo. Amén de ser todavía la reserva espiritual de occidente...
Y si hoy todavía, en España se vive mucho mejor siendo pobre que en Norteamérica (cosa que no me hace albergar la menor duda) no es por obra de las políticas neoliberales seguidas durante el actual régimen masónico-juancarlista, sino de lo mucho y bueno que se construyó durante el tan denostado franquismo bajo un régimen intervencionista en lo económico, todavía católico y muy social gracias a su inspiración falangista. Cuando los yanquis tengan a un hombre como el Caudillo, con todo su poder económico, harían del suyo un país magnífico. Pero se empeñan en tener Obamas, Nixones, Reaganes y Bushecitos... y pintar los símbolos illuminatis hasta el reverso de sus papeles moneda.
Un saludo
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