Aunque la rechazases seguirías igualmente siendo español (los separatistas lo siguen siendo, al menos, geograficamente: esto, les guste o no es HISPANIA--->ESPAÑA; eso es de cajón). Igual que yo, por mucho que me esfuerce, no conseguiré en la vida ser japonés o canadiense.
Otra cosa es luego el "sentimiento", no sentirse español y demás: allá cada cual, el corazón es libre para renegar o traicionar mientras no se perjudique a terceros.
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