Creo que esta cuestión está resuelta en el corazón y en el espíritu de cada uno.
Los papeles son meras formalidades creadas por los gobiernos para poner algo de orden, llevar estadísticas, etc.
Yo me considero un español nacido en Argentina, tal como mis abuelos se consideraban argentinos nacidos en España.
Ni mi gobierno puede arrancarme del corazón mi españolidad, como no pudieron arrancarles su argentinidad a mis abuelos.
Si no lo sientes quemándote las entrañas,cortándosete la voz por la emoción al decirlo, humedeciéndosete los ojos al nombrar a España, por más que te hayan parido en el Palacio de la Zarzuela, eres un extranjero.