Revista FUERZA NUEVA, nº 524, 22-Ene-1977
Blas Piñar, en FUERZA NUEVA
“REFLEXIONES SOBRE EL REFERENDUM Y PARA DESPUÉS DEL REFERENDUM”
(…) De otra parte, y ya después del referéndum, se produce la detención de Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista. Varias son las consideraciones que conviene hacer al respecto:
1.ª El señor Carrillo entró en España en febrero de 1976. Antes o por entonces había llegado su familia, que se domicilió en Madrid. Sus hijos consiguieron inmediatamente puestos de trabajo: uno de ellos fue contratado como profesor en la Universidad Autónoma de Madrid.
Sin embargo, el Gobierno negó reiteradamente la presencia en España del secretario general del Partido Comunista. Y esto es muy grave, pues una de dos: o el Gobierno sabía que Carrillo estaba entre nosotros y deliberadamente y por razones desconocidas faltó a la verdad, o no sabía que Carrillo estuviese en España, y en ese caso todos los servicios de información del Gobierno revelaron su total ineficacia.
2.ª Al señor Carrillo se le procesa por un delito supuesto de asociación ilegal, lo que se contradice con el hecho de mantener el Gobierno conversaciones negociadoras con la asociación ilegal de la que el señor Carrillo es secretario, aunque su representación haya sido delegada por la misma en los señores Jordi Pujol y Tierno Galván.
3.ª No queda aclarado:
a) si el señor Carrillo entró o no con pasaporte en España;
b) qué autoridad expidió dicho pasaporte, si es que lo tenía;
c) si dicho pasaporte, en su caso, era español o extranjero.
4.ª Queda sin aclarar si ha sido legalizada o no a posteriori la reunión clandestina y las declaraciones a los medios informativos, que estos últimos recogieron con la máxima amplitud.
5.ª La libertad provisional, bajo fianza de 300.000 pesetas, es modesta en comparación con el millón de pesetas constituido por FUERZA NUEVA en un caso todavía “sub iudice”; de las 500.000 pesetas exigidas a Herminia Villena por un Juzgado de Murcia, y de las multas de 500.000 pesetas, recientemente impuestas por el gobierno civil de Madrid a Jesús María Palacios y a José María Pérez de Herrasti.
6.ª La libertad bajo fianza de Santiago Carrillo, acusado por el sólo delito de asociación ilegal, supone, implícitamente, que queda facultado para moverse, actuar, hablar y negociar, por sí y en nombre de su Partido, todavía en situación ilegal.
7.ª El Gobierno tolera una campaña de agitación, típicamente comunista, que embadurna y ensucia a España entera, exigiendo la libertad de Santiago Carrillo, dando la impresión, aun cuando así no sea, de que esta libertad no ha sido concedida, sino arrancada a gritos, con el puño en alto, las banderas rojas en la calle y la “Internacional”.
No entro en otras consideraciones porque son harto conocidas:
responsabilidades por el genocidio de Paracuellos del Jarama;
preparación y mantenimiento de la guerrilla;
aliento constante a la subversión;
declaraciones intencionalmente homicidas con relación a Franco, etc.
(…) |
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