Re: Ciencia y democracia

Iniciado por
Valderrábano
La filosofía no es una ciencia, no usa el método científico, no tiene capacidad de predecir nada, no hay algo así como la exactitud filosófica ni tampoco la precisión filosófica, etc... es decir NO HAY PROBLEMAS FILOSÓFICOS, que se resuelvan con matemáticas. Y no es que esté trivializando la filosofía, simplemente le digo que HOY cuando alguien quiere entender lo que VE, no mira DENTRO de si mismo, sino FUERA...
"La matemática es la ciencia que trata del número (aritmética) y del espacio (geometría). Ya desde la antigüedad ha estado emparentada con la filosofía. Desde el momento en que aparecieron en la matemática griega los conceptos de infinito, y de continuo, dieron pie a profundas reflexiones filosóficas (antinomias de ZENON). Los pitagóricos consideraban los números como principios de las cosas. A ellos se debe también el descubrimiento de las magnitudes inconmensurables, es decir, de las magnitudes que no se pueden concebir como relaciones entre dos números enteros. El descubrimiento de estas magnitudes dio pie entre los griegos al aprecio de la geometría por encima de la aritmética. Esta inconmensurabilidad es el motivo de que PLATÓN considerase los objetos de la geometría no como "perceptibles sensorialmente", sino como figuras "perceptibles" espiritualmente. (República 510D).
Según los informes de ARISTÓTELES ( I Metafísica 1,6: 987b 14ss), PLATÓN atribuía a las realidades matemáticas una forma propia de ser que ocupaba el lugar medio entre las cosas sensibles y las ideas. En Eutidemo defiende la tesis de que los geómetras tropiezan con su objeto (como el cazador con su presa) pero no lo crean (en contra de los sofistas). ARISTÓTELES era enemigo de separar las realidades matemáticas de las cosas perceptibles por los sentidos ( Metaph., III, 2: 297a; XIII, 2, 1076b) En la Física propone una solución al problema del infinito matemático (III, 4-8) y de lo continuo (VI). Llama a este infinito infinito potencial (dynámei ápeiron) y lo explica así: "Pues el infinito existe en el sentido de que se toma otro y siempre otro, pero lo que se toma es siempre finito, sin embargo siempre distinto y siempre otro." (206a). En otros términos se trata de la estructura y así sucesivamente propia del quehacer matemático (contar o dividir). ARISTÓTELES define lo continuo como "lo divisible hasta el infinito" (185b 10), Según esta concepción, el tiempo, por ejemplo, no puede constar de "ahoras", ni la línea de puntos, ni tolera que el movimiento se pueda descomponer en elementos que ya no serían movimiento.
Esta concepción aristotélica de lo continuo y del movimiento ha sido patrimonio común, por nadie discutido, de todos los matemáticos hasta George CANTOR (1845-1918), CANTOR se opuso a esta concepción con su teoría de los conjuntos, por la que admitía la realidad actual de infinitos conjuntos. la teoría de CANTOR se basa en una concepción matemática según la cual esta ciencia se ocupa de "objetos de índole ideal" que deben ser considerados como previos al conocimiento humano. Esta concepción es afín a la teoría platónica y mucho más al platonismo histórico. Últimamente ha sido calificada de platonismo (o concepción ontológica de la matemática). Aún hoy en día hay gran número de matemáticos que la profesan..."
RITCHER en Diccionario de Filosofía Walter BRUGGER, Biblioteca HERDER, pp 351-352 (para el texto reproducido).
Indudablemente sobran los comentarios.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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