Excelente refutación a fondo de los disparates históricos, teológicos, artísticos, etc. del mamotreto de Dan Brown.
Excelente refutación a fondo de los disparates históricos, teológicos, artísticos, etc. del mamotreto de Dan Brown.
Código Da Vinci
1. ¿Qué es el Código da Vinci?
- El libro es un best-seller norteamericano, un superventas fruto de un marketing bien gestionado y de una notabilísima inversión económica.
2. ¿Cómo se ha promocionado el libro y se está promocionando la película?
El libro:
- Fue un libro costosa y extraordinariamente publicitado, con una auténtica promoción mundial -la frase no es exagerada- mediante un costoso marketing, que incluye:
- Entrevistas al autor en los principales medios de comunicación.
- Difusión privilegiada del libro en las librerías. Se han editado 36 millones de copias y se han vendido 25 millones de ejemplares.
- Se ha traducido a 44 idiomas.
- Dan Brown se ha embolsado 250 millones de dólares.
- Webs sobre el libro y sobre el autor en internet.
- Juegos de adivinanzas en Internet sobre los temas del libro.
- Foros en Internet, bien atendidas.
- Impulso de nuevas rutas turísticas basadas en la novela.
- Promoción de la película basada en el libro, etc.
La película:
- Según las revistas especializadas, Sony Pictures ha pagado cinco millones de dólares por los derechos de la novela, más una cantidad desconocida tras el estreno del film.
- La película se está promocionando igual que el libro, con un poderosísimo despliegue publicitario, que tiene en mente ya las futuras películas que esperan lanzar al mercado, basadas en otras obras de Brown.
- El rodaje del film comenzó en París el 29 de junio de 2005 y ha proseguido en Londres, en los estudios Shepperton y en diversos lugares de Europa. Según diversas fuentes, la Abadía de Westminster se negó a que se filmara en su interior por considerar que el texto que sirve de base al guión es "teológicamente ridículo".
- Un elemento de promoción para una operación comercial como ésta, que espera recaudar cifras astronómicas, es generar una adecuada polémica religiosa. Cuanto más se hable y se discuta sobre la película, de más publicidad gratuita gozará. "Si quieres que se hable de tu película -afirmaba Baran, relaciones públicas de varias peliculas escandalosas- debes permitir que se diga de todo".
- Pero no sirve cualquier controversia, sobre todo si en esa controversia quedara patente el signo radicalmente anticatólico de El Código da Vinci.
- El ideal de promoción sería crear un clima de expectación, de "película que hay que ver", presentando el producto como "moderado", de forma que los católicos más desprevenidos "piquen".
- Sus promotores parecen ser muy conscientes de la reacción contraria que han provocado los ataques anticatólicos de Brown en muchos cristianos conocedores de la historia real del Cristianismo. Se trataría por tanto, de maquillar ante cierto sector de la opinión pública ese fortísimo ataque contra el catolicismo, haciendo olvidar la agresión a la sensibilidad religiosa de millones de personas que ha supuesto el libro.
- Esta estrategia resulta difícil, ya que de hecho, los productores no han hecho caso alguno a las peticiones de diversas organizaciones cristianas para que el guión respetara la historia real del cristianismo y la buena fama de diversas instituciones de la Iglesia.
- Al contrario: "Mi mayor preocupación- ha dicho Geoffry Ammer, presidente de marketing de Sony Pictures- es que la pelicula sea entretenida y sea tan cercana al texto como sea posible".
- La estrategia que se perfila parece consistir en dar una impresión de "moderación" para atraer a todos los públicos potenciales, incluido el católico.
- Según Barbara Nicolosi, directora de una organización de cristianos en Hollywwood, intentan que pase por taquilla el mismo público que fue a ver La Pasión de Cristo de Mel Gibson .
- Nicolosi duda en su entrevista concedida al The New York Times, de que los publicistas de la película acaben logrando su objetivo, "porque se trata de una película sacrílega".
- Es precisamente esa percepción de su producto -una película basada en un libro fuertemente anticatólico- la que parecen estar tratando de evitar a toda costa los promotores de la película.
- En el trailer se formulan frases-anzuelo que sólo buscan crear expectación: "no importa lo que hayas leido, no importa en lo que creas, el viaje sólo acaba de empezar". "¿Qué pasaría si las obras de arte más importantes escondieran un secreto capaz de alterar la historia de la humanidad para siempre?".
- Eso explicaría que el coproductor, Jhon Calley haya presentado El Código da Vinci como una obra "moderadamente anticatólica" (¡!). Y que haya hecho afirmaciones como las siguientes: "Como libro de historia es extraordinario. Y como exploración de la evolución de una religión en concreto, también lo es".
- En este sentido, los directivos de la compañía de relaciones públicas Grace Hill Media parecen estar siguiendo la estrategia habitual, que consiste en ofrecer pases privados a representantes de organizaciones cristianas para "pedirles su asesoramiento" (asesoramiento de efecto nulo), evitando una controversia en estas primeras fases de la promoción publicitaria que no beneficiaría a la estrategia comercial.
- Se trata de dar la impresión (sólo eso) de que los realizadores "están dispuesto a oir". Hay mucho dinero en juego: según Forbes, partiendo de un presupuesto de cien millones, sus promotores esperan recaudar un total de 450 millones de dólares.
- La fecha del estreno de la película -que tendrá lugar en torno al 17, 18 y 19 de mayo del 2006- se conoce desde agosto de 2005. En Argentina, Chile, Perú y otros países, tendrá lugar el 18; en América Central, España, Colombia, Ecuador y México, el 19. Ya está previsto el lanzamiento en numerosos países del mundo.
- Según la publicidad, el ejecutivo de Sony Jhon Calley llegó a un sustancioso acuerdo con los representantes de Brown tras la publicación del libro, y se contrataron a Ron Howard, Brian Grazer y Golds para desarrollar el proyecto cinematográfico.
- La ficha técnica de la película - producida por Columbia en EE.UU.- es la siguiente:
Director: Ron Howard
Robert Langdon (el americano listo).......Tom Hanks
Sophie Neveu (la francesa lista)..........Audrey Tautou
Bezu Fache (el policía)...................Jean Reno
Obispo Aringarosa.........................Alfred Molina
Silas (el malo malísimo)..................Paul Bettany- En algunas páginas de la red se da esta sinopsis de la película, utilizando el nombre de personas de la Iglesia y de una institución católica para sus propios intereses comerciales: "El conservador del Louvre es asesinado, pero antes de morir lega a su nieta una serie de claves para dar con el Santo Grial y prevenir que caiga en manos del Opus Dei."
3. ¿Qué signo ideológico tiene El Código da Vinci?
- Gran parte del éxito comercial del libro se debe a su signo ideológico, de carácter abierta y fuertemente anticatólico.
- Deforma deliberadamente la realidad de la Iglesia Católica, hasta volverla irreconocible.
4. ¿Cuál es el "gran argumento", "la gran tesis" de Brown?
- Brown afirma que toda la historia del cristianismo ha sido manipulada y "escrita por los vencedores"; en concreto por "el partido de Pedro" (san Pedro), que eliminó lo "sagrado femenino" del mensaje de Jesús.
- El autor manipula la historia y el mensaje de Cristo para demostrar su tesis.
5. ¿A qué género pertenece El Código?
- La novela es un producto híbrido, con elementos de novela de acción y de misterio, de novela negra, de trama de investigación y de manifiesto ideológico. La película se anuncia como un thriller.
- Pero no es una simple novela. Ni es una novela histórica, porque no se basa en la historia, ni en los hechos documentados: Brown se inventa hechos, imagina teorías y desfigura los datos en función de la tesis que le convenga o desee proponer en cada momento.
- Va mezclando sucesos imaginarios con otros sucesos parcialmente reales, y presenta el resultado como verdadero, fruto "de investigaciones históricas serias".
6. ¿Cómo ha sido calificado por la crítica literaria?
- Ningún crítico literario de prestigio de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, España, ha valorado positivamente el "Código".
- La crítica culta ha sido demoledora con este producto.
7. ¿Cuál es su mensaje esencial?
- El autor afirma, sin datos, que la humanidad ha sido engañada por la Iglesia Católica acerca de Cristo durante veinte siglos; su divinidad es un montaje; se casó con María Magdalena con la que tuvo un hijo y sus herederos residen en Francia.
- El Santo Grial es una mujer. Brown proclama que gracias a su novela el mundo entero empieza a descubrir, al fin, la verdad sobre Cristo, que fue el primer feminista (¡!).
8. ¿Qué trama cuenta?
- Comienza con un asesinato, en el que la víctima, un conservador del Louvre, deja las pistas del "Gran Secreto".
- La pareja -un americano inteligente y una guapa francesa, que son los superbuenos- van descubriendo pistas de ese Gran Secreto, en contra de los intereses del malo de la novela , que es la Iglesia Católica y dentro de ella, el malo-malísimo (un monje numerario del Opus Dei, un perverso albino asesino).
- Al final, los buenos descubren -rápidamente, por supuesto- que la guapa francesa es una descendiente directa de Jesús; y que Jesús se casó -nada menos- que con la Magdalena; y que sus descendientes acabaron emparentando al cabo de los siglos... ¡con los merovingios!
- Acaba con el descubrimiento de los restos de María Magdalena, enterrados precisamente bajo la pirámide del Museo del Louvre, en el corazón de París.
9. ¿En qué fuentes se basa?
- Es un híbrido. Se basa en muchas fuentes muy conocidas, de la literatura New Age; de la literatura fantástica; del libro "El enigma sagrado", etc.
- Mezcla las teorías en torno a lo "sagrado femenino"de Margaret Starbird con otras del gnosticismo.
10. ¿El autor se fundamenta con rigor o cita algún estudio científico?
- No cita ningún estudio científico, histórico, teológico, serio.
- No cita tampoco fuentes dignas de crédito, ni sus contundentes afirmaciones tienen base histórica de ningún tipo.
11. ¿Por qué ha tenido, entonces, un éxito tan extraordinario en el gran público?
Algunas razones posibles pueden ser éstas:
- Porque el autor logra que el lector -que suele estar poco documentado históricamente- se crea que lo que le cuenta es la verdadera historia del pasado.
- Para que se lo crea, el autor le proporciona una mezcla de datos verdaderos mezclándolos con otros datos medio verdaderos y medio falsos; junto con otros que son completamente falsos e inventados.
- Y acaba presentando esa melange como si fuera parte de la historia "pacíficamente aceptada" por todos los historiadores.
- Toda la lectura del libro se basa en esa confusión, que se aprovecha de la ignorancia de numerosos lectores en temas históricos y religiosos.
- Hay una afirmación falsa en el comienzo del libro de la que parte todo: todos los hechos -sentencia Brown, de forma contundente- que cita en su libro son "veraces".
- Parte de su éxito puede deberse quizá a que propone, de forma insinuada -siempre velada- el uso libertario y desordenado del sexo como una práctica elevada.
12. Entonces, ¿el libro no vale nada?
- Desde el punto de vista literario, histórico, etc., no cabe duda. Así lo han puesto de manifiesto numerosos críticos y lectores.
- Como novela de acción, tampoco tiene gran calidad.
- Pero "engancha" con un sector amplio de lectores porque refleja en sus páginas parte del estado mental de duda en el que viven. Brown sabe plantearles unos razonamientos muy elementales de un modo muy asequible, dándoles la apariencia de altas disquisiciones.
- Y les va convenciendo, al filo de la trama, de que si dudan de su fe (sobre todo, si su fe es la fe católica), y le creen a él, descubrirán los grandes secretos que la Iglesia Católica les ha ocultado durante muchos siglos.
- El estilo de vida que Brown propone a sus lectores -lectoras, sobre todo, ya que el libro se dirige especialmente al público femenino-, es políticamente correcto y muy acorde con cierta mentalidad actual: no se trata tanto de liberarse de Jesús, como de reinventárselo.
- Una de sus grandes propuestas es que hay que liberarse de la moral que enseña la Iglesia Católica. Curiosamente, en esta novela el resto de las Iglesias cristianas parecen no existir.
13. ¿Cómo se establece el llamado pacto de lectura entre el libro y el lector?
- Una persona medianamente culta no puede establecer un pacto de lectura con el libro: no puede aceptar que el autor se invente la historia a su gusto y manera, para sacar de su fantahistoria unas conclusiones interesadas. Es una burla a la historia.
- Además, el libro está plagado de errores históricos, geográficos, culturales, artísticos y de todo tipo; pero para la gran masa de lectores esto no es relevante, porque en gran medida desconoce la historia, la geografía y muchos datos de su propia cultura.
- El libro fomenta en el lector con prejuicios anticatólicos una reconfortante sensación de superioridad: le refuerza sus prejuicios y le induce a suponer que es más sabio porque duda más... con tal de que se crea a pies juntillas todo de lo que le cuenta Dan Brown (y sólo porque se lo cuenta Dan Brown).
14. ¿Qué otros elementos pueden ser la clave del éxito de ventas?
- Fomenta el recelo ante las religiones, dentro de la actual "cultura de la sospecha" o del "dietrismo". La propuesta es la siguiente: si una institución se presenta como buena y parece que hace el bien, necesariamente tiene que ser mala: vamos a ver entonces qué hay detrás, vamos a descubrir todo lo corrupto que esconde, porque no tiene más remedio que esconderlo.
- El autor propone un rechazo frontal ante la Iglesia Católica y su autoridad
En cuanto a la forma
- Es un producto de muy fácil lectura, con 105 capítulos cortos, como escenas que parecen pensadas para su adaptación cinematográfica.
En cuanto a la ambientación y trama
- Tanto la trama como la ambientación son elementales: la que pide la gran masa de lectores.
- Las caracterizaciones son también simples, elementales y convencionales.
- La ambientación es mínima -es un producto de consumo-, y presenta numerosos errores geográficos, y no sólo en lo que se refiere a España, un país que -como se advierte en otra novela de Brown, en la que denigra la ciudad de Sevilla- no parece gozar demasiado de sus simpatías. Muchos críticos se han planteado la preguna: ¿Qué le ha hecho España a Dan Brown?
En cuanto a los personajes
- Hay personajes malos y malos-malísimos frente a los superbuenos y superlistos, que forman la pareja tradicional, el chico-chica convencional (americano listo y guapa francesa); con algunos personajes -pocos- más o menos neutros.
- El gran malo es la Iglesia Católica en general.
- El malo-malísimo, el super-perverso, la bestia negra, es Silas, un monje numerario del Opus Dei (en el Opus Dei, no hay monjes, pero eso no parece importar al autor, al que no le interesan demasiado ni la verdad ni la exactitud).
- Silas es un albino de ojos rojizos y pasado turbio: su padre era un fornido estibador que le golpeaba de pequeño; y como era previsible, con el rodar de los años, Silas acabó torciéndole el cuello a un estibador que le recordaba a su padre, con lo que terminó en una cárcel de... Andorra.
- Salió de la cárcel gracias a un oportuno terremoto (¡en Andorra!), y luego se hizo vagabundo. Más tarde se volvió bueno; y luego malo, y empezó a matar y a matar y a matar...
15. ¿Cuáles son las afirmaciones fundamentales del Código da Vinci?
- Jesús no es Dios.
- Jesús tuvo una mujer, que fue María Magdalena (que no fue una pecadora: eso es un invento, dice el autor, de la Iglesia Católica).
- Jesús y María Magdalena representaban la dualidad masculina-femenina (como Marte y Atenea, Isis y Osiris).
- Afirma (sin dar pruebas de ningún tipo: no cita nunca los Evangelios) que hay muchas muestras "reales" de esa adoración a lo femenino en los primeros cristianos.
16.¿Qué consecuencias tiene el mensaje del Código respecto a Cristo?
- El autor intenta volver del revés la fe, para su propia conveniencia. Estos son algunos rasgos del "Cristo de Dan Brown":
- Cristo -afirma Brown- es un simple hombre, que fue proclamado Dios por votación, en el Concilio de Nicea.
- Cristo fue el primer feminista.
17. ¿Qué se concluye, tras la lectura de la novela, con respecto a la Iglesia Católica?
La conclusión que pueden sacar muchos lectores -que desconocen la verdadera historia de la Iglesia- es la siguiente:
- Todos los hombres listos de la historia no se creen lo que enseñan sus religiones: sólo aparentan creer en ellas. Sólo los tontos creen; sólo los tontos tienen fe.
- La malvada, la requetemala Iglesia Católica -a la que el autor considera responsable de miles de crímenes de todo tipo- está completamente viciada, y además, desde el principio.
- La Iglesia Católica es una gran asesina -se afirma en el libro- que ha matado sin cesar, para ocultar su vicio de origen.
- La Iglesia Católica es un gran aparato histórico de represión antifeminista; un simple montaje del Emperador Constantino.
18. ¿Hay algo positivo en este fenómeno?
- La novela no tendría mayor importancia sin el fenómeno que ha desatado gracias a una poderosa maquinaria comercial; un fenómeno que pone de relieve el interés de muchas personas por Cristo, los primeros cristianos, la Iglesia, el sentido de la vida, etc.
- Ese fenómeno manifiesta de forma patente la gran ignorancia religiosa actual de numerosos cristianos, fruto de décadas de catequesis muy deficiente.
- Muchos católicos actuales -por ejemplo, los que acuden regularmente a Misa- pueden tender a pensar que sus contemporáneos conocen algo del Evangelio, cuando casi ningún medio de comunicación alude a ellos.
- Pero, ¿cómo lo van a conocer? Resuena aquí el eco de las palabras de san Pablo: nadie puede conocer a Cristo si no se habla de Cristo.
- Es esa ignorancia generalizada de nuestro tiempo la que hace posible que muchas personas acepten -de un modo u otro-, las falsedades históricas, artísticas, religiosas y culturales que propone el autor en esta novela, que sirve de base a la película.
- Este libro plantea para los que buscan y aman la verdad, y para los cristianos de forma particular, la necesidad acuciante de transmitir de forma amena y sencilla -como lo ha hecho Brown- las verdades históricas y las verdades de fe.
- Recuerda a los cristianos cuál debe ser una de las prioridades en la nueva Evangelización: hablar de Cristo y del mensaje evangélico de forma comprensible para todos, con una doctrina seriamente fundamentada en la historia y en la teología, sin dar nada por supuesto.
conoZe.com | Código Da Vinci
Me gustaría «rescatar» dos artículos que escribió Juan Manuel de Prada para el periódico «ABC». Uno de ellos titulados «El Código Da Vinci» publicado el 9/II/2004 y el otro titulado «El código Dan Brown» publicado el 4/III/2006.
«El Código Da Vinci» por Juan Manuel de Prada publicado en el periódico «ABC» el 9/II/2004.
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Leo en estos días El código Da Vinci, el más fulminante pelotazo editorial de los últimos años. La novela, escrita por el americano Dan Brown, se paseó sin fortuna por los despachos de las más pujantes editoriales españolas, antes de recalar en Urano, que adquirió los derechos de publicación por una cantidad muy inferior a la que hasta la fecha ha devengado la multitudinaria venta de ejemplares. Imagino que a estas alturas más de un editor se habrá tirado de los pelos, lamentando el despiste de sus olfateadores; aunque lo cierto es que El código Da Vinci, desde una perspectiva estrictamente literaria, deja mucho que desear. Quizá su escritura pedestre y funcional explique en parte su éxito rampante; pero esta condición la comparte con cientos o miles de bodrios autóctonos o foráneos que no han ejercido sobre el público tal poder de sugestión. Sin duda, el condimento que ha convertido esta novela en un best-seller fulminante es el potaje esotérico disfrazado de culturalismo que salpica sus páginas, sumado al morbillo que siempre suscitan las tramas conspirativas con ramificaciones vaticanas.
Alguna vez se ha incluido esta novela entre la progenie de El nombre de la rosa; nada más hiperbólico y alejado de la verdad. Donde Umberto Eco aportaba conocimientos enciclopédicos y bien digeridos de filosofía aristotélica, nominalismo, arte medieval o historia de las órdenes monásticas, el bueno de Dan Brown incorpora un batiburrillo de chorradas patafísicas en torno a la criptografía, el Santo Grial, los templarios y la pintura de Leonardo que no se le habría ocurrido ni a un discípulo de Jiménez del Oso empachado de anfetas. Su caracterización del Opus Dei como una especie de secta criminal que no hubiera desdeñado capitanear Lex Luthor, integrada por numerarios-sicarios que compaginan el asesinato y el uso del cilicio, depara algunas páginas de suculenta hilaridad. Todavía no entiendo muy bien por qué el Opus ha picado el anzuelo de arremeter contra esta novela, a la que acusa en su página web de «ofensiva para el honor de la Iglesia, porque juega con sus fundamentos». En fin, yo creo que combatir al bueno de Dan Brown como si fuera Nietzsche redivivo sólo contribuye a teñir de escándalo la paparrucha y la empanada mental.
Como escritor, lo que más me pasma de El código Da Vinci es la risueña tosquedad de sus mecanismos narrativos. El bueno de Dan Brown se muestra incapaz de sazonar su peripecia con una mínima dosificación de la verosimilitud (las doscientas cincuenta páginas que llevo leídas transcurren en unas pocas horas, en un apelotonamiento de acontecimientos propio de un serial de Fu-Manchú); sus transposiciones de planos temporales son burdas e infaliblemente chapuceras (como los flash-backs de un telefilm barato, que la impericia del realizador introduce para rellenar sobre la marcha las lagunas del argumento); sus digresiones seudo-eruditas parecen dirigidas a un lector que se chupa el dedo; su escamoteo de datos fundamentales para la resolución del enigma, que luego aporta cuando le conviene, resulta de una desfachatez exasperante; la machaconería con que repite ciertas pistas, por si el lector aún no se hubiese enterado a la primera, nos retrotrae a los métodos de enseñanza del parvulario... Pero no debemos rasgarnos las vestiduras: si una novela como El código Da Vinci, sin más pretensiones que la mera exposición de una historieta trepidante y rocambolesca, triunfa de modo tan apoteósico es porque, a fin de cuentas, «engancha». Y «enganchar» es el fin primordial de la literatura, según se han preocupado de divulgar quienes aspiran a integrar los libros en el «supermercado del ocio». Cada época tiene la literatura que se merece.
https://www.abc.es/hemeroteca/histor...ci_239902.html
«El código de Dan Brown» por Juan Manuel de Prada publicado en el periódico «ABC» el 4/III/2006.
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Recuerdo la lectura de «El código Da Vinci» como una experiencia abracadabrante. Creo que se trata de uno de los libros más toscos que nunca hayan caído en mis manos, pero de una tosquedad que no es exactamente pedestre, sino más bien chapucera, casi me atrevería a decir que simpática de tan chapucera. El bueno de Dan Brown no disfrazaba la paparrucha de pedantería, no se preocupaba de maquillar el esquematismo de sus personajes con esos aderezos de pachulí introspectivo que suelen utilizar otros fabricantes más duchos de «best-sellers», no se molestaba en sazonar su peripecia con una mínima dosificación de la verosimilitud, ni siquiera se recataba de repetir hasta la machaconería los mismos trucos efectistas o de introducir con calzador aclaraciones que parecían postular un lector infinitamente lerdo. No, señor. Aquello era un bodrio mondo y lirondo, sin afeites ni disfraces; un bodrio candoroso, risueño, como encantado de haberse conocido. La impresión estupefaciente que me produjo su lectura nunca antes me le había deparado libro alguno; para describirla, tendría que compararla con esa hilaridad lisérgica, entreverada de pasmo y delicioso sonrojo, que me procuran las películas de Ed Wood, donde los ovnis siempre son platos de postre envueltos en papel de aluminio y los actores recitan sus parlamentos como si estuviesen en estado de trance hipnótico. Recuerdo con especial delectación un pasaje de la novela en el que los protagonistas, inmersos en su delirio esotérico-patafísico, se topaban con un mensaje presuntamente críptico que el bueno de Dan Brown reproducía, para que el lector se estrujase las meninges en su dilucidación; el mensaje se veía a la legua que era la imagen invertida que devuelve el espejo de un texto escrito en castellano (o inglés en el original), pero los protagonistas se tiraban algo así como veinte páginas discutiendo si estaría redactado en arameo o sánscrito, ocasión que el bueno de Dan Brown aprovechaba para tirar de erudición Google y colarnos unos tostonazos desquiciados sobre tan venerables y vetustas lenguas, por supuesto regados por doquier de gazapos y disparates históricos. También deambulaba por allí un sicario albino que se nos presentaba como «monje» del Opus Dei (¡vaya calladita que se teníala Prelatura esta sucursal monástica!); y, en fin, todo tenía en el libro el mismo aire chusco, como de borrachera de anisete espolvoreada de anfetas.
En fin, cada época tiene la literatura que se merece. Ahora acusan al bueno de Dan Brown de plagio; lo hacen unos tipos que, al parecer, perpetraron hace un par de décadas otro libraco donde se anticipaban las eyaculaciones mentales que nuestro héroe ensarta sin rubor en su exitosísimo bodriazo: que si Jesús tuvo un hijo con la Magdalena, que si la Iglesia se encargó de perseguir durante siglos a tan divina estirpe, que si patatín y patatán. De repente, el mito Dan Brown se nos derrumba, pues habíamos llegado a creer que semejantes desvaríos calenturientos habrían brotado de su cráneo privilegiado, que imaginábamos como una especie de cacerola donde hierve un sopicaldo de neuronas mutantes. La posibilidad de que el bueno de Dan Brown se nos convierta ahora en un discreto y aplicado amanuense nos deja sobrecogidos, casi mudos. ¿Cómo calificaremos ahora un bodriazo cuyo principal mérito cifrábamos en su desparpajo para ensartar patochadas a velocidad de ametralladora, si las patochadas resulta que no son originales, sino saqueadas a un precursor? ¿Y qué hacemos con los epígonos de Dan Brown, la caterva mugrienta de sus imitadores, que han infestado las librerías de templarios que beben a morro en un grial que les tocó en la tómbola y sábanas santas que no sirven ni para disfrazarnos de fantasma en la noche de Halloween? ¿Los gaseamos? ¿Los condenamos a la hoguera? A ver, ¿qué hacemos?
https://www.abc.es/hemeroteca/histor...99346920.html#
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