Sinceramente, encuentro casi todas las críticas sumamente superficiales, guiadas más por las apariencias que por otra cosa. Algunos no intentan comprender al Santo Padre, desechan la empatía, que incluiría no sólo conocer lo que el otro hace, sino también por qué lo hace. Y alguno de los artículos cuyo texto o enlace se han aportado me parecen un auténtico ejercicio de persecución.

Yo sólo he visto a un hombre que no conocía de antes pero que me ha sorprendido por su actitud humilde y confiada. Me parece muy bien que pida al pueblo su oración y que se incline para recibir la bendición del Señor. En cuanto al Papa, es más importante la autoridad que el poder. Y, antes de pedir esa bendición, nos ha puesto a rezar el Padrenuestro y el Avemaría. Ni está mal hacer esas oraciones, ni lo está pedir al pueblo que rece al Señor para que le otorgue su bendición. Y, aunque no sea costumbre, resulta que es el Papa. Y es Tradición de la Iglesia obedecer al Papa. ¿O lo tradicional es que el pueblo interprete el Magisterio como los protestantes interpretan las Escrituras? No sigo porque no quiero desviarme del tema del hilo, pero creo que las críticas a S.S. Francisco nacen, mayormente, de la soberbia: los protestantes son soberbios al pretender interpretar individualmente las Escrituras y hay católicos soberbios al querer interpretar el Magisterio independientemente de éste. Y, de esa actitud crítica constante y contumaz, nacen fácilmente estos recelos hacia una persona que, de momento y como Papa, no ha hecho nada malo.