Partamos del axioma de que El Espíritu Santo – herramienta Utilizada por el Ser Supremo - Ordena al “ Pastor de ovejas “ , y utilice a sus más valiosos pilares canónicos – los cardenales de iglesia - para el nombramiento de Su Pedro, y que este dirija los designios del movimiento eclesiástico hasta su fallecimiento y posterior santificación…

En un principio y como miembros de esta Iglesia deberían aceptar como Acto de Fe el designio divino que ha a través de sus Cardenales y tras deliberación ha sido su resultado. – a estas fechas Francisco I

¿ es posible que aquellos que dudan de la designación divina recaigan en el pecado de la negación de la voluntad de Dios?

¿ es posible que aquellos que dudan de la designación divina recaigan en el pecado de la soberbia por creerse más sabios que el Espíritu Santo…? ; este Papa no me gusta, ergo Dios está equivocado y yo sé más que Dios y sé lo que necesita la Iglesia y este Papa no – y Dios tampoco. ( silogismo )

¿ es posible que aquellos que reniegan de su Pedro, se crean en posesión de la verdad? – por encima del Ser que lo designó - por lo que colegiaríamos un resultado peligroso: si el Papa no me gusta… me quedan dos opciones: o los Cardenales son idiotas y no saben elegir un Papa que me guste; o el Papa es el correcto, sus apreciaciones son correctas y soy yo el que tengo un problema con mis planteamientos ecuménicos …