Iniciado por
Cirujeda
Estoy totalmente de acuerdo con el Concilio de Trento. La fe de Trento sigue siendo fe de la Iglesia.
Pero la época tridentina de la Iglesia ha pasado definitivamente.
Ni los católicos somos iguales ni el contexto es el mismo. Trento se desarrolló en un contexto de Cristiandad. Ahora, el contexto es pagano, y el catolicismo algo propio de una minoría. Nos guste o no.
Por tanto, que no se diga que yo discuto a Trento porque eso no es verdad. Pero tampoco soy un inmovilista, pues en ese caso no habría entendido el cristianismo.
Y dejemos de fabricarnos dogmas que la Iglesia no ha proclamado. No califiquemos como parte de nuestra fe lo que no lo es, si bien fue una ayuda oportuna y extraordinaria en su momento.
Las definiciones de Trento pertenecen al magisterio infalible e inmutable de la Iglesia. O, si usted quiere, al dogma.
Basta leer sus posts anteriores en este hilo para comprobar que, en cuanto a la Santa Misa (de eso tratamos aquí; me ceñiré a ello en esta respuesta) sostiene usted doctrina no católica.
En cuanto al concepto evolutivo del dogma (herejía modernista) que usted está manejando: puesto que tengo a mano unas páginas con textos del Padre Osvaldo Lira, lo dejaré en sus palabras.
Lo que sucede es que la jerarquía de la Iglesia no habla cuando debe, y no habla claro cuando lo hace, a diferencia de otros tiempos. Le pongo un ejemplo. Cuando vino la herejía modernista hubo varias figuras responsables, Ernesto Vonajutti, Alfred Loisy y otros dos. La herejía consistía en decir que las proposiciones que expresaban los dogmas iban cambiando, según cambiaba en el curso de los años la significación de los términos. En consecuencia, no había estabilidad posible, se acababa todo. Entonces San Pío X lanzó contra los cuatro la excomunión mayor, "la excomunión vitanda", como se le llamaba, que consistía en que las personas que hablaban con los excomulgados incurrían en excomunión también.
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