
Iniciado por
Valmadian
CHANZA, no sabía que fueras doctor de la Iglesia. Ni tú eres quien para juzgarme, ni yo incumplo uno sólo de los cánones que citas. Me parece que lo primero que hay que tener es respeto hacia los demás, su ausencia es ausencia de "amor al prójimo", y en tu "condena aparente" hay muy poquito:
"UN MANDAMIENTO NUEVO OS DOY. AMAOS LOS UNOS A LOS
OTROS COMO YO OS HE AMADO."
Y si quieres más citas, aquí tienes otra:
"QUIEN ESTE LIBRE DE PECADO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA".
y esta otra ¿qué te parece?
"NO JUZGUEIS Y NO SEREIS JUZGADOS"
Creo que sobran los comentarios y los juicios de valor, subjetivos por tanto, que se hacen a los demás, eso sin tener presente que no me conoces ni por asomo.Lo único que había planteado era una sencilla reflexión personal, entre otras razones porque YO CREO EN DIOS Y HAGO PROFESION DE MI FE, pero en los curas no paso de la confianza, y soy católico apostólico y romano por los cuatro costados.
Me preocupa, y mucho, el atrevimiento de alguno que llega a definir como herejes a los Santos Padres de los últimos 50 años. Por cierto, y dado el carácter "amable" que algunos se empeñan en mantener en este hilo, en mi opinión, ni CIRUJEDA ni un servidor mismo, hemos ofrecido tono alguno ni pontifical, ni desafiante.
Lo que afirma es falso, perdone.
No hay juicios de valor, ni ataques ad hominem, en mis posts. Lo resaltaba en el penúltimo que puse en este hilo:
"Y fíjense que el sea anatema contra quien los negare es del sacrosanto concilio, no mío"
¿Que usted no ha "ofrecido tono alguno ni pontifical, ni desafiante"? Para muestra, un botón que dejó usted más arriba:
"La Misa es la comunicación directa con Dios, La Eucaristía, es el único sentido válido y cierto. Lo demás es palabrería, oscurantismo y negación de la Verdad."
Eso en cuanto al tono. Del contenido, ¿qué decir? Que lo diga Trento. Se lo vuelvo a copiar, para que compare con más facilidad sus palabras con las de la Iglesia:
Can. 1. Si alguno dijere que en el sacrificio de la Misa no se ofrece a Dios un verdadero y propio sacrificio, o que el ofrecerlo no es otra cosa que dársenos a comer Cristo, sea anatema [cf. 938].
Can. 3. Si alguno dijere que el sacrificio de la Misa sólo es de alabanza y de acción de gracias, o mera conmemoración del sacrificio cumplido en la cruz, pero no propiciatorio; o que sólo aprovecha al que lo recibe; y que no debe ser ofrecido por los vivos y los difuntos, por los pecados, penas, satisfacciones y otras necesidades, sea anatema [cf. 940].
Can. 6. Si alguno dijere que el canon de la Misa contiene error y que, por tanto, debe ser abrogado, sea anatema [cf. 942].
Can. 7. Si alguno dijere que las ceremonias, vestiduras y signos externos de que usa la Iglesia Católica son más bien provocaciones a la impiedad que no oficios de piedad, sea anatema [cf. 943].
Can. 8. Si alguno dijere que las Misas en que sólo el sacerdote comulga sacramentalmente son ilícitas y deben ser abolidas, sea anatema [cf. 944].
Can. 9. Si alguno dijere que el rito de la Iglesia Romana por el que parte del canon y las palabras de la consagración se pronuncian en voz baja, debe ser condenado; o que sólo debe celebrarse la Misa en lengua vulgar, o que no debe mezclarse agua con el vino en el cáliz que ha de ofrecerse, por razón de ser contra la institución de Cristo, sea anatema [cf. 943 y 945 s].
Y si va a usar el chascarrillo de "no sabía que fueras doctor de la Iglesia" (no, no señor: me limito a creer lo que la Iglesia enseña), no debería citar la Sagrada Escritura en plan predicador que apela a las emociones, ni aventurar sus opiniones en plan controversia teológica. Menos aún si sus opiniones son heréticas, como esta que escribió más arriba:
Por otro lado discrepo de la misión perpetuadora de la Misa. En esos aspectos menos esenciales, o menos importantes del rito, está que después de 2.000 años la Iglesia siga viva pese a los esfuerzos de muchos por verla desaparecer. Cuestión importante es saber si la gente entiende qué supone la "Transustanciación", cambiada luego por usted mismo a "discrepo de que la Misa no tenga una gran importancia como perpetuadora de la Iglesia".
Discrepa. ¡Pero hombre! Volvamos al Concilio de Trento:
Cap. 1. [De la institución del sacrosanto sacrificio de la Misa]
Como quiera que en el primer Testamento, según testimonio del 938 Apóstol Pablo, a causa de la impotencia del sacerdocio levítico no se daba la consumación, fué necesario, por disponerlo así Dios, Padre de las misericordias, que surgiera otro sacerdote según el orden de Melquisedec [Gen. 14, 18; Ps. 109, 4; Hebr. 7, 11], nuestro Señor Jesucristo, que pudiera consumar y, llevar a perfección a todos los que habían de ser santificados [Hebr. 10, 14]. Así, pues, el Dios y Señor nuestro, aunque había de ofrecerse una sola vez a sí mismo a Dios Padre en el altar de la cruz, con la interposición de la muerte, a fin de realizar para ellos [v. l.: allí] la eterna redención ; como, sin embargo, no había de extinguirse su sacerdocio por la muerte [Hebr. 7, 24 y 27], en la última Cena, la noche que era entregado, para dejar a su esposa amada, la Iglesia, un sacrificio visible, como exige la naturaleza de los hombres [Can. 1], por el que se representara aquel suyo sangriento que había una sola vez de consumarse en la cruz, y su memoria permaneciera hasta el fin de los siglos [1 Cor. 11, 23 ss], y su eficacia saludable se aplicara para la remisión de los pecados que diariamente cometemos, declarándose a sí mismo constituido para siempre sacerdote según el orden de Melquisedec [Ps. 109, 4], ofreció a Dios Padre su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y de vino y bajo los símbolos de esas mismas cosas, los entregó, para que los tomaran, a sus Apóstoles, a quienes entonces constituía sacerdotes del Nuevo Testamento, y a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio, les mandó con estas palabras : Haced esto en memoria mía, etc. [Le. 22, 19; 1 Cor. 11, 24] que los ofrecieran. Así lo entendió y enseñó siempre la Iglesia [Can. 2].
¿Que no sabe usted mucho de dogmática elemental, ni de liturgia? Bueno, parece evidente. ¿Que confunde las necesidades del apostolado con la forma del Sacrificio de la Misa, y con unas cuantas cosas más? Es evidente. Ambas cosas requieren estudio; y buen estudio. Vigile sus fuentes.
No es esto, se lo repito, un ataque ad hominem. Pero el atrevimiento ha sido todo suyo.
Marcadores