¿Cómo saber si son los huesos de Cervantes?
Los investigadores que buscan los restos mortales de Cervantes en el convento de las Trinitarias de Madrid creen haber hallado el ataúd del escritor. A falta de rastros genéticos válidos para realizar un análisis de ADN (los hijos de Cervantes no dejaron descendencia y el de su hermano Rodrigo estaría muy debilitado), los historiadores rastrean en datos biográficos que puedan aportar detalles para distinguir su cadáver. Las claves que manejan son:
-Marcas de atrofia ósea en los huesos del metacarpo de la mano izquierda a causa de la herida sufrida en la batalla de Lepanto, que le afectó un nervio, y por su falta de uso durante 40 años.
-Impactos de bala de arcabuz en el esternón. Además del brazo, fue herido en el pecho, donde podrían encontrarse restos microscópicos de metal de los disparos. No obstante, el esternón, por ser parcialmente cartilaginoso, puede presentar más dificultades en su conservación.
-Dentadura escasa y columna vertebral atrofiada. Cervantes falleció a los 68 años a causa de una diabetes, enfermedad que entonces no tenía tratamiento conocido. Tras una vida llena de privaciones y sin tener nunca una situación económica cómoda, el escritor aparentaba más edad de la que realmente tenía. Estaba desdentado —conservaba al morir solo seis piezas— y caminaba ligeramente encorvado a causa de una artrosis deformaba, que desviaba su columna vertebral y le daba más apariencia de anciano.
-Restos textiles del sudario franciscano. Cerca de cumplir sesenta años, como hizo Lope de Vega con el que mantuvo una célebra enemistad en sus últimos años de vida, Cervantes ingresó en la Cofradía del Santísimo Sacramento y en la Orden Tercera de San Francisco, dos asociaciones para laicos que querían mejorar su vida espiritual. Se especula con que fue enterrado con ropas de franciscano.
La vida de película de Miguel de Cervantes, herido en Lepanto y apresado por piratas - ABC de Sevilla
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