Cual se considera la mejor escuela de cocina de Espanya? O en que zona deberia estar, tecnicamente? Andalucia tambien? Saludos
Cual se considera la mejor escuela de cocina de Espanya? O en que zona deberia estar, tecnicamente? Andalucia tambien? Saludos
" el pueblo español fue y es antidemocrático, y para no serlo fue capaz de librar la gran guerra de la Independencia, las tres carlistas y la última guerra de Liberación. Esta fue y es la realidad histórica, quieran los demócratas o no; lo confiesen o no."
Anti-España 1959 Mauricio Carlavilla
" volad a las Armas, incorporaos con los defensores de la más justa y Sagrada Causa; podréis así salvar vuestra vida, a vuestra familia de la mendicidad, y hacer ver a la Nación entera que sois Cristianos Católicos, y que los Gallegos de la generación presente son, como los de las pasadas, leales a su legítimo Monarca "
Proclama carlista do capitán de partida Modesto Varela (1838)
Cataluña:
Pà amb tomàquet i embotit de la Plana de Vic (Insuperable)
Escudella
Botifarra de Vic amb seques
Gambes de Palamòs
Suquet de Peix
Coca de recapte
Coca de crema
Crema de Sant Josep
Cava i vi del Penedès
Bistec de vedella del Pirineu
He llegado tarde a este hilo, así que discúlpeseme por remontarme a la pregunta inicial. La mejor gastronomía de España y, por ende, del mundo, es la asturiana. Sin lugar a dudas. Andamos escasos de vinos propios, pero en todo lo demás damos sopas (y potes) con honda a todos.
Bien,... admitiré, Chanza, que en Asturias y también en Galicia, existe quizás buena parte de la mejor materia prima en pescados y carnes que he visto por toda España. Pero...¡Falta la mano!!! ¡El punto final, NO está conseguido!!!
Pero para conocer eso, hace falta ser bastante exquisito en el yantar, y viendo algunas de las propuestas de "supervivencia" que han posteado algunos de los foreros, mucho me temo, que no sea esa una cualidad muy extendida. ¡¡¡A lo sumo, una cualidad pretendida!!!
Última edición por DON COSME; 01/08/2008 a las 10:20
Desde luego, yo en Asturias he podido comer fantásticamente bien. No voy a decir que sea la mejor cocina de España, -entiendo que algunos, no sólo Chanza, se dejan llevar del amor a lo propio, recuérdese la expresión de los sevillanos "Sevilla e lo má bonito d'er mundo"-, pero, sin duda, mis permanentes e imborrables recuerdos asturianos incluyen una gastronomía de ¡olé!, y, por cierto, a unos precios ya asombrosos en esta España consumista ahora en crisis y recesión económicas. A modo de ejemplo, y en referencia a unos alimentos que no forman parte específica de la gastronomía regional, recuerdo que una noche antes de ir a dormir, durante una estancia en un pueblo llamado Nueva de Llanes, decidí tomar una humilde y vulgar ración de croquetas de jamón. Me sirvieron seis unidades, pero cada una era como una morcilla de Burgos, aderezadas con una ensalada completa. Se me quedó una cara que no sé cómo describir. Entonces le dije al camarero que había pedido una ración de croquetas, y él me respondió que sí, que lo que tenía delante era la ración que había pedido. Por supuesto estaban riquísimas, se veía el jamón y la masa estaba en su punto, apenas pude acabar con aquel plato, me preguntó si quería otra cosa, y dije que no, claro. ¿Sabéis el precio de la ración? : ¡ 6 euros !
Pero, no sólo la gastronomía es extraordinaria. Es asombrosa la producción de chocolate. Nunca he visto una riqueza chocolatera como la de allí. En variedad, en originalidad (chocolate a la sidra, por ejemplo), en sabores combinados..., sólo puedo decir que ¡extraordinario! Y yo que no soy nada goloso, noooo, pues a ver cómo me las apañaba para traerme a Madrid varios kilos de aquellas tentaciones. Llanes presume de chocolatera, también Oviedo, supongo que otras localidades dirán lo mismo, pero dónde más variedad encontré fue en Rivadesella.
Pues bien, esta faceta es desconocida para el resto de España, de hecho hasta que no pisé por primera vez Asturias, yo sólo sabía algo acerca de la sidra y del queso de cabrales.
De Asturias, lo que más he disfrutado siempre han sido las fabes con almejas. Es un plato que saben preparar muy bien en muchos sitios del principado, aunque las mejores que he tomado, las comí en Luarca.
Otro elemento a destacar, para mí, en Asturias, fue el descubrimiento de una sidra especial. Y no me refiero a sidra natural sin más, que de eso hay mucho en Vizcaya y Guipúzcoa, si no a una sidra que podía pasar por un vino blanco afrutado. Lo tomé cenando con mi mujer en Villaviciosa, y jamás he vuelto a tomar algo similar, es más, nadie ha sabido nunca identificar esto que tomé y que se servía en una botella clásica de "vino blanco". Me impactó muy favorablemente.
Del Cabrales no voy a hacer comentario. Los buenos, como el Jabugo, están fuera de concurso por insuperables.
Quizás la expresión más característica de la cocina guipuzcoana, aparte de una excelsa carta de platos, lo que es el rasgo más definitorio de ella: los pinchos.
Esa modalidad culinaria que se ha dado en llamar algo así como cocina ligera es, en mi opinión, la mejor aportación a la riqueza gastronómica no sólo de España, sino que es una modalidad que se va implantando en otros muchos lugares. En tal sentido, recomiendo a artistas de la cocina que pueda haber entre nosotros esta guía: Donosti, pintxo a pintxo. No recuerdo ni el autor ni la editorial, pero con semejante título no es difícil de conseguir. Más aún, es la única, la ejemplar e increíble guía que explica detalladamente la receta de ¡ 1.000 pintxos ! y, además, numerados. ¿Alguien da más? Yo la he visto en las estanterías de la sección de libros de uno de los establecimiento de El Corte Inglés.
No puedo estar de acuerdo con eso de que "falta la mano". Supongo que, debido al gran número de casas de comidas en Asturias, no es fácil acertar. Sí lo es para comida buena y sencilla. Si se busca cierto refinamiento, también hay muchas, cada una según para qué cosa. Cuando me recupere económicamente, ya quedaremos...
Je... Yo sí lo voy a decir.
Actualmente los mejores bombones de chocolate puro son seguramente los de La Fe, en la gijonesa calle Asturias. Valmadian toca un punto interesante aquí: fuera de los dos Principados (Asturias y Cataluña) no es fácil encontrar buenos postres en los restaurantes. Para un comensal asturiano, el buen postre dulce es obligado. La afición a la dulcería en Asturias es especialmente llamativa. En otras partes de España, una pastelería es a menudo simplemente un despacho de pasteles, una tienda. En Asturias, hasta la más pequeña del barrio más remoto tiene mesas, sillas y cafetera, pues la gente acostumbra a desayunar y merendar en ellas.
La cocina de les fabes, especialmente por la materia prima, suele ser excelente en Asturias. Pero su omnipresencia, propia de la postguerra (cuando se perdió parte del refinamiento culinario propio de la Asturias anterior), ha oscurecido una gastronomía muchísimo más rica y compleja.
Sobre la sidra "de nueva denominación" no tengo buena opinión, la verdad. En la Asturias central, que es donde solía producirse sidra (su extensión al oriente y al occidente es fruto de una manía entre turística e "identitaria"), ésta no se ponía en la mesa, a no ser para los niños pequeños. Con las comidas siempre bebíamos vino. La cultura de la sidra se ha visto afectada por el descenso de la producción de manzana propia y la subida escandalosa de los precios, así como por una política oficial que ha dado origen, entre otras cosas, a esas nuevas sidras. La sidra natural de Asturias, don Cosme, es tan inmensamente superior a la guipuzcoana y a la vizcaína (aunque en tiempos recientes hayan imitado en esas regiones los métodos productivos asturianos, y hasta los vasos y la manera de escanciar), que no admite comparación, perdóneme.
Sin duda este es otro aspecto, y no menor, acerca del arte asturiano chocolatero. Sea la que sea la localidad a la que se vaya, surgirá el comentario acerca de en cuál de ellas se elaboran los mejores chocolates. Siento no recordar ahora los nombres de chocolaterías concretas, pero recuerdo que en Oviedo se cita habitualmente el nombre de una de ellas. También sucede lo propio en Llanes, y en Rivadesella tuve la ocasión de conocer personalmente al maestro chocolatero, con quien mantuve una charla de más de una hora y a quien hice una compra de muchos, muchos euros. Peculiarmente, todos arriman el ascua a su sardina sobre quien es el mejor artesano, pues de eso se trata, de artesanía chocolatera, no producción industral.
Además, de convertir las pastelerías o bombonerías, incluso panaderías con despacho de pasteles, en salas de degustación con café, té, (pero esta costumbre también es común en sitios como San Sebastián), o a veces lamentablemente con refresco de cola o un "cubata", también son llamativos los expositores y escaparates. Realmente dan ganas de replicar a la pregunta de ¿qué le pongo?, con un sonoro y contundente: "de todo, póngame de todo, no se corte usted". Luego, encontramos también la imaginación en las formas. En uno de dichos escaparates uno cree estar delante del escaparate de uno de aquellos ultramarinos bien surtidos que hace años se prodigaban en los barrios. Cajas de todo tipo de alimentos bien expuestas para que el género se pudiese ver. Bueno, pues eso mismo lo podemos apreciar, con la misma estética y finalidad, con una sola excepción: todo es de chocolate. ¿Qué vemos una caja de madera con arenques secos? son de chocolate. Si, en cambio, lo que hay es un paquete de café sin moler, no importa, también está relleno de chocolates, al igual que lo que parece una lata de pimientos morrones estará rellena de marrón glacé. Ya digo, para un vicioso del chocolate, su perdición.
Y siguiendo por el Norte y hablando de buena imaginación culinaria, recuerdo que en Santander y aledaños, encontré las más ricas tortillas mixtas de patata. Hacen una tortilla común, con su cebollita, jugosas de vuelta y vuelta pero con cierto cuajamiento. Supongo que una vez frías para que adquieran consistencia, se abren en sentido longitudinal, como un pan para bocadillo, a efectos de rellenarlas con excelentes combinaciones, ya sean de ensaladilla o con jamón en finas tiras, bonito con pimientitos de piquillo o fiambres variados. El resultado es una tortilla de cuatro huevos rellena que puede caer entera en el estómago y no pesar nada. El peso, eso sí, se suele notar en la báscula después de un par de semanas de vacaciones de buen yantar.
La confitería ovetense famosa por sus bombones, en la que seguramente estás pensando, es Peñalba. Pero te aseguro, por afición propia y por juicio compartido con otros aficionados al chocolate de fuera de la región, que los bombones de Peñalba palidecen al lado de los de La Fe de la calle Asturias (hay otra del mismo nombre en la calle Periodista Adeflor) de Gijón. La misma confitería, por cierto, hace una tarta milhojas extraordinaria.
Gijón, tal vez por la vieja relación de su puerto con Ultramar, tenía también famosas fábricas de chocolate, que fueron cayendo ante el despiadado avance del capitalismo: La Primitiva Indiana, Chocolates Kike, La Herminia... De la industria asturiana del chocolate ya sólo queda, y con dificultades, Chocolates La Cibeles, en Oviedo.
Hombre, en San Sebastián hay sitios así, pero también algunos que son sólo despachos. Y lo que choca en una ciudad así, cuya gastronomía es casi tan buena como la asturiana, es el desprecio que en general les merece el postre dulce, del cual con frecuencia prescinden, y que no brilla en sus cartas. Igual que, en general, en casi toda España (en Asturias también) se ha ido olvidando que una comida como Dios manda, en día que no sea de ayuno, consta al menos de entrada, dos platos, queso, fruta y postre.
En efecto, ese es el nombre del que me habían hablado en algunos sitios, aunque con posicionamientos locales similares, ¡je,je,je,jeeee!
En cuanto a lo otro, pues tenemos el arroz con leche (insuperable, lo he comido en muchos lugares, incluída Asturias, y como en el País Vasco no hay comparación posible alguna) las natillas con bizcocho, el flan de huevo (uno de los más característicos de los caseríos, ¡extraordinario!), los rellenos de Vergara, los "Vasquitos y Neskitas" ( caramelos de café con leche y almendras y trufas de nata y de chocolate) de Vitoria, cuyos propietarios allá por... tenían a uno de sus hijos que era compañero y amigo mío del colegio y siempre llevaba en la cartera una bolsa llena de ellos. Las manzanas asadas, la mamiya o cuajada, por supuesto los inevitables quesos ahumados estilo Idiazabal, o la habitual bollería, pastelería ( ¡qué merengues! ), pastas, etc., propias de cada localidad.
Un campo de la repostería que se está desarrollando desde hace ya una veintena de años, es el de los helados. Así, en san Sebastián han surgido toda una serie de heladerías con producción propia que nada tienen que envidiar a los ya clásicos italianos.
No obstante, el plato fuerte de la cocina vasca, en la que esta es insuperable, son los pintxos. Luego, hay platos que he encontrado que nadie es capaz de superar en su elaboración: txipirones en su tinta y el besugo asado. Las famosas kokotxas a mi no me gustan y tampoco me entusiasma el bacalao al pil pil, por citar dos ejemplos. Un tipo de legumbre, igualmente insuperable en textura, sabor y preparación, es la alubia negra. Más aún, he intentado cultivarla en casa, en pequeños parterres y ha sido inútil, tiene que ser allí y, por cierto, el kilo de esta extraordinaria variedad, con pintitas blancas y cuando es nueva alcanza precios inconcebibles.
Pese a quien pese, la cocina vasca en general tiene fama mundial, ¿por algo será, digo yo ?
Ahora entiendo porque me gusta tanto la tortilla de papas!! (A mi me queda muy rica).
Yo muero por el lacón con grelos, la empanada de pescado, el pulpo a la gallega y una buena mariscada. Por supuesto regado con un buen albariño del salnés ( la familia de mi padre produce un albariño maravilloso).
Respecto a los dulces: turrón y natillas. Y en lo que a chocolates refiere (mi debilidad, tanto líquido como sólido) el mejor chocolate en taza lo tomé en Barcelona en el Paseo de la Gracia, no recuerdo el nombre de la chocolateria pero era frente a Loewe. Nunca voy a olvidar esa textura sedosa y exquisita
Los dejo porque me voy a comer un bombón!
Saludos desde la muy fiel y reconquistadora!!
Me abstendré de valorar las calidades, pero puestos a describir los mejores platos típicos de La Mancha:
1. Gazpachos Manchegos (importante el plural para no confundir con su cuasi homónimo andaluz). Normalmente con conejo, palomo y carne de caza, pero en La Mancha Aragonesa por su relación con el levante peninsular también se hacen con almejas (y es que el buen pescado nunca falta en esas despensas).
2. Atascaburras.
3. Migas ruleras.
4. Pisto Manchego.
5. Morteruelo.
6. Perdiz estofada (en La Mancha están las mejores patirrojas del mundo y los foristas que sean cazadores bien lo sabrán).
7. Duelos y quebrantos.
8. Gachas.
En quesos no hay punto de comparación, son los mejores de España, y en vinos, excepción hecha de La Rioja y Navarra (quizás algunas viñas canarias) tampoco hay competición posible.
El postre no se queda atrás: pastel de calatrava, brazo gitano, mantecados, huesos de Santo, etc.
Y a quién no se lo crea se lo demuestro cuando quiera
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