Re: Adios Euro, adios... (tres escenarios posibles)
Como de economía sólo sé lo propio de una cultura general, lo mismo voy a decir un disparate. ¿Se debería salir del euro? creo que en estos momentos no. Es evidente que el euro ha sido una especie de debacle de la que será muy difícil reponerse, pero pienso que los de a pie solemos tener poca perspectiva del asunto y es lógico que así sea.
Para empezar nosotros hablamos de "microeconomía", que es de lo que entendemos porque es lo que más directamente nos afecta al bolsillo. Así pues, suspenso el euro. Pero esa Europa en la que se nos metió con calzador trabaja en macroeconomía, de la que no entendemos casi nada o, directamente, nada. Luego euro sin calificar.
A su vez, para los intereses de los bancos el euro fue una bicoca. El precio del dinero bajó de tal modo que ya no compensaba tener un céntimo en depósitos o en ahorros, mientras los bancos mantenían unos tipos de interés desproporcionados. O sea, negociazo de los gordos: mucha gente a pedir hipotecas ya que la vivienda tenía asegurada una revalorización continua (lo que es un disparate en sus propios términos) que vendría a suplir el escasísimo valor del dinero contante y sonante. Así que bancos+euro, suspenso para los dos.
Sin embargo, supuso la puesta al día de numerosos servicios y bienes públicos que todos disfrutamos. Los Planes Prisma han supuesto en España pasar de unas infrestructuras tercermundistas a otros muy a nivel europeo. Problema, que esas enormes partidas necesarias para llevar a cabo esas reformas no eran a fondo perdido, eran un adelanto, un préstamo, que teníamos que devolver. ¿Qué pasó? Pues que nos vino el peor presidente posible con el peor de los gobiernos en el momento menos adecuado. Una pandilla de ladrones, defraudadores y derrochadores que nos arruinaron a todos y lo peor es que de momento se han ido de rositas. De todos modos hubiésemos podido resistir a semejante recua de golfos y golfas, si el anterior presidente no hubiese fomentado hasta el aburrimiento el gasto, el consumo, otra vez más gasto, y más consumo aún sin cuento ni medida. Todos conocemos el cuento de la cigarra y la hormiga, y sabemos como termina. De manera que cero rotundo al euro, a Aznar y Zapatero, desastrosos gobernantillos, porque entre los dos nos han traído estas miserias.
Y como el proceso ha sido similar en otros países de la Zona Euro, ahora no queda nada en la caja de donde poder sacar. Una vez exprimida la ciudadanía hasta límites vergonzosos que deberían haber sacado la masa a las calles, ya no hay más que recortar o, cortar por lo sano, excesos y más excesos, en administraciones públicas que o se solapan o no funcionan, en cargos, carguetes y carguitos para politicastros y sindicaleros que nadie ha llamado ni quiere.
Así los términos del problema, desde mi punto de vista, quizás una solución alternativa para evitar una posible debacle inflacionista consecuencia de una salida precipitada del euro, sería una opción más o menos similar a la inglesa: rescatar las monedas nacionales para uso interior y mantener el euro como moneda común. Así cada Estado podría ajustar su nivel de cotización en relación al euro según conviniese. Ya ha habido otras experiencias más o menos similares en algunos Estados en los que durante un tiempo se mantuvo una doble moneda: la nacional y el dólar, y con resultados positivos.
En fin, como dije, lo mismo todo esto es una tontería que no vale para nada pero, de cualquier manera, lo que no interesa es caer en un estado de ruina imparable de la que no se pudiese salir, porque las consecuencias serían mucho más peligrosas e indeseables.
Última edición por Valmadian; 28/04/2013 a las 15:15
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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