Re: El liberalismo sería hispano en origen
Nuevo Mundo dice:
Estoy en un foro donde se supone que se sabe de que van los asuntos, de que pie se cojea, quien es quien, y me encuentro que se siente algún tipo de orgullo y se ve con muy buenos ojos el que se crea, con error, que el liberalismo es español. O que en si el liberalismo tiene algo de positivo. Es decir, aquí ya estamos actuando como los curas de el "espíritu" del Vaticano II, "esquivándonos" en la pieza principal de la cosmología que se supone que se defiende.
Yo creo que si se lee con menos prisa y más detalle, lo que usted afirma no tiene fundamento. Nadie ha afirmado sentir orgullo alguno, ni se afirma que el liberalismo sea español, aunque los liberales extranjeros han empezado afirmarlo a partir de los escritos de algunos miembros de la Escuela de Salamanca. En lugar de juzgar usted a quienes hacemos las cosas con intenciones propedeúticas en lugar de esconder la cabeza en el suelo como el avestruz, lo que se ha venido haciendo en los dos últimos siglos, mientras queda al aire todo el cuerpo, incluido el culo, es lo que ha propiciado que quienes intelectualmente fueron innovadores para su tiempo, pero no liberales, INVENTO DEL XVIII Y XIX, no sólo no sean conocidos ni en España, ni en Hispanoamérica, sino que nos los roban a los católicos, como siempre, mientras no sueltan a diario los mantras sobre los principios liberales. Si tales autores fuesen conocidos y reconocidos por la masa católica no estaríamos hablando ahora de estas cuestiones y hasta es posible que el liberalismo hubiese fracasado, al igual que el comunisno y el socialismo.
Antes de seguir opinando considero sumamente importante leer el pdf que me tomé la molestia (a veces no sé para qué pierdo mi tiempo aquí) de leer previamente, analizar y comprobar si sus 29 páginas son correctas o no. Y resulta que es un interesante ensayo de todo un catedrático de universidad, católico, experto en temas religiosos, quien conduce el tema y se demuestra que la Rerum Novarum y la Quadragessimo Anno tienen un importantísimo fundamento en la Escuela de Salamanca. Por tanto, lo que aquí se denuncia es la usurpación ideológica que desde el liberalismo se hace de esta Escuela y sus miembros. Ya he dicho que para combatir al enemigo hay que conocerlo, pero no de lejos, sino en su propio terreno.
El resto sobra, salvo las sombras proyectadas por usted. De libro que menciona lo tengo en mi casa, como ¿Cuál es el mal mayor y cuál el mal menor? de El Magistral de Sevilla, periódico tradicionalista sevillano que empezó a escribirse en 1910, y en el que se analizan a través de una secuencia de artículos, todo el fenómeno del liberalismo en España, y en el que a la Escuela de Salamanca ni se la menciona a través de sus 325 páginas. Lo mismo que los textos íntegros de las encíclicas citadas, en edición publicadas en 1933 por la Editorial LABOR, así como comentadas.
No se pueden poner límites a lo que los hombres piensan, cómo interpretan y cómo se expresan, y aún menos pretender hacer parecer lo que no es. Eso va contra la propia voluntad de Dios que hizo libre al hombre a su imagen y semejanza.
NOTA. La Cosmología es Astrofísica, pero entiendo que usted habla de cosmovisión, aunque la suya es tan particular como las de los demás.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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