...Conquistadores "libertadores y civilizadores"? Eso es muy relativo y da para mucha tela que cortar. Faltó el adjetivo "saqueadores", que también lo fueron... E insisto en no calificarlos de "héroes", lo cual siempre es un juicio de valor, dependiendo del lado en el que esté el mismo... Lo único que digo es que me parece fuera de lugar calificar, hoy día, a estos hechos históricos como heroicidades, producto de una "raza o espíritu superior" cuando simplemente fueron el resultado natural de la superioridad tecnológica y militar española en aquel momento. Solo faltaría decir que "Dios estaba de parte de los españoles"…Si los españoles eran tan "heroicos", por que no pudieron defenderse de Drake, de Raleigh, de Morgan, del Olones y de tantos otros bucaneros y piratas que asolaron la "Spanish Main" durante mas de tres siglos? dT
Estimado Alvar de Torreazul:
Y tu de que lados éstas?
Tus reflexiones son similares a los difusores y repetidores de la leyenda negra, o del pseudo indigenismo barato de la ideología resentida de quienes detestan la hispanidad o la asimilan a los factorías anglosajonas en pie de igualdad…Para que no haya malas interpretaciones, aclaro que en modo alguno pretendo tildarte de anti-hispánico o algo semejante, simplemente quiero significar que tus dichos dan lugar a que se los interprete de tal modo.
Ya en este foro se ha hablado en numerosos hilos de lo que significó la Misión de España en el continente Hispanoamericano, por lo que me remito a lo allí expuesto.
En lo tocante al ilustre caballero don Francisco de Pizarro, entiendo que no puede ser puesta en duda su heroicidad, a poco que se lea su épica actuación en tierras de Hispanoamérica.
En estos últimos siglos, no son muchos los hombres que hayan soportado con coraje, valentía y resignación las proezas de Pizarro.
Comenzó combatiendo a las órdenes del gran capitán Gonzalo Fernández de Cordoba en Italia.
Por estas tierras se lo menciona en numerosas y arriesgadas acciones al servicio de Alonso de Ojea, enfrentado a las flechas envenenadas con curare, arma mortífera para los españoles, ya que morían de a poco entre horribles dolores.
Posteriormente con un puñado de españoles, el capitán Pizarro resiste en un precario fortín un virulento asedio de los indios flecheros.
Más tarde funda una pequeña aldehuela siendo atacado por los indios que destruyen la misma. A pesar de la cual Pizarro decide resistir sea como fuera en la villa que bautizan como “Santa María de la Antigua”, con lo cual Pizarro es uno de los fundadores del primer establecimiento permanente en tierra firme.
Por sus merecimientos en el campo de batalla, Vasco Núñez de Balboa nombra a Pizarro Capitán.
Formo parte de sus huestes, e inició la terrible travesía infestada de alimañas, de todo tipo de obstáculos y con una alimentación absolutamente inadecuada donde debido al hambre tuvieron en muchos casos que hervir cuero e intentar comérselo como único alimento.
Luego de inenarrables peripecias, llegarían al mar del Sur (el Océano Pacífico)!!!
Pedrerías lo nombrará Teniente Gobernador de Uraba en 1515, en 1519 participará con él en la fundación de Panamá, donde actuará como teniente Gobernador y Visitador, a más de Regidor y Alcalde de dicha Ciudad. Con ello demostró ser un digno descendiente de Rómulo, es decir un Homo Conditor!!!
En el año 1524 será comisionado para explorar hacia el Sur-Sureste; otra vez Pizarro con solo 112 hombres y 4 caballos andará en aquella expedición a ciegas ante un clima tropical de lluvias interminables entre selvas impenetrables, tierras pantanosas que hacían prácticamente imposible dar un paso sobre otro, y con toda clase de indecibles penurias.
Llegarán a lo que se denominará “Puerto del Hambre”; cuando todo parece derrumbarse; cuando ya nadie tiene fuerzas para seguir; se oye la voz de mando de Pizarro, “AQUÍ NADIE RETROCEDE!!!”; y allí, sacando fuerzas de donde no tiene, alienta a unos, consuela a otros, y entierra él mismo a los soldados que mueren literalmente de hambre, de fiebre, y de debilidad.
Los indios, creyendo que los españoles ya no tienen mas fuerzas para resistir, producen un durísimo ataque en el cual matan a 17, y prácticamente todos los sobrevivientes son heridos.
Pizarro lucha con denuedo y valor. Tuvo 7 (siete) heridas de muerte en su cuerpo!!! y para que esto no ocurriera debieron volcarle aceite hirviendo en sus heridas para cauterizarlas…
Saldría victorioso y cubierto de gloria de ese desigual y desesperado combate.
Pasará Pizarro cerca de 3 años, hasta fines de 1527, entre lluvias interminables, enfermedades, padecimientos, viendo morir uno a uno a sus hombres, a quienes quería como hijos…
Retorna triunfante a Panamá con noticias ciertas del Reino Incaico.
Al año siguiente llega a Sevilla para visitar al Rey, preparar las capitulaciones y la Salida que concluirá con la conquista del Perú.
Retorna a América y entre ataques de los indios (cuando no…) funda la Ciudad de San Miguel.
Como lo hizo siempre va al frente de sus hombres, es el primero en el esfuerzo y el peligro.
Lo de Cajamarca fue un hecho extraordinario!!!
Que fácil resulta desmerecerlo y minimizarlo desde un como sillón através de una tecnocrática y helada computadora…
Como decía mi tío el cura: “con sopita y a la cama calentita, todo se ve color rosita…”
El 6 de enero de 1535, día de los Reyes Magos, funda Lima en el nombre de la Santísima Trinidad y el Emperador Carlos V (Presente!!!)
En fin, no he de seguir con la riquísima vida de don Francisco de Pizarro, que como todos los mortales tuvo obviamente sus luces y sus sombras… pero como iluminan sus Luces!!!
Solo referiré su heroica muerte.
Siendo gobernador fue atacado imprevistamente por los seguidores de Almagro.
Debe retirarse apresuradamente a una habitación interior para armarse.
Allí, con la rapidez del caso, ciñe su coraza, desenvaina su espada diciendo: “¡Venid acá vos, buena espada, compañera de mis trabajos!…”.
Los amotinados no lo dejan terminar y comienzan el ataque.
A sus 64 años se defiende como un león, pero son demasiados contra tan pocos.
El combate se prolonga y son muertos dos de sus leales.
Queda el solo.
Esta herido y debilitado pero no ceja.
Finalmente, una estocada se introduce por su armadura entreabierta y lo hiere en la yugular.
Cae al suelo. Con su propia sangre traza una Cruz y besándola exclama ¡JESUS! Y allí entrega su alma al creador.
Pido disculpas por lo extenso de mi hilo, y lo deshilvanado del comentario, pero no podía dejar pasar por alto el “brulote” y menosprecio que se hizo a la figura insigne de don Francisco Pizarro a quien humildemente le rindo un sentido homenaje con esta lineas.
Cordiales Saludos.
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