Re: Chávez y la diarrea
Entra un indio en una farmacia y dice:
¡Uggh! Gran Jefe no caca
El farmaceútico le da un laxante fuerte y le indica la dosis.
Pasa una semana y el indio vuelve a entrar en el establecimiento y dice:
!Uggh! Gran Jefe sigue sin caca.
El boticario ya un poco molesto, le da otro laxante mientras se dice "se va a enterar éste", además, le triplica la dosis.
Pasa otra semana y, a la misma hora, aparece el indio otra vez:
¡Uggh! Gran Jefe decir que tú vender medicina que no servir para caca.
Ahora si, el farmaceútico ya estaba rebotado, así que le preparó al indio una fórmula magistral de no te menees. Se la dió al indio y le dijo:
-"Tú decir a Gran Jefe que esta medicina usar en el circo para los elefantes, pero necesitar paciencia."
Por fin, pasa el tiempo y el indio ya no vuelve, hasta que pasadas tres lunas el boticario lo ve entrar por la puerta y le dice:
¡Uggh! "Montaña de Caca" ya no "Gran Jefe".
Me pregunto cuando este tío se va a ir por el sumidero del retrete.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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