La última es que Vargas Llosa está participando en estos días en la Romería del Rocío, eso sí, no por devoción, sino porque según él tiene "un interés sociológico, artístico y religioso", aunque reconoce que demuestra "una fe que se mantiene viva en muchos sectores de la sociedad". Dice que hace muchos años que tenía ganas de participar y que es "una experiencia inolvidable que materializa la leyenda y los mitos del Rocío".
Qué asco de tipo.
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