Amigo Ordóñez, no hay que encasillar a San Martín como un liberal "a ultranza", ni mucho menos.
Por ello que no me parecen adecuadas las comparaciones con otros personajes.
Ninguno de los que menciones hubiera dispuesto como religión del estado Peruano la Católica Apostólica Romana, imponiendo a dicho Estado: "como uno de sus primeros deberes para mantenerla y conservarla por todos los medios que estén al alcance de la prudencia humana; y cualquier ataque público o privado a sus dogmas y principios, será castigado con severidad, en proporción al escándalo que hubiese dado. nadie podrá ser funcionario público sino profesa la religión del Estado"
No voy a repetir acá las obligaciones que en materia religiosa impuso a su tropa, ni la declaración de Patrona y Generala del Ejército de los Andes a la Virgen del Carmen; etc, pues los doy por sabidos.
Es más que evidente que esto no lo iba a hacer un liberal o masón.
Me preguntas porqué San Martín fue perseguido por los liberales, tanto desde Hispanoamérica como de la Madre Patria, y esto ya lo respondí con anterioridad. Vuelvo a recordarlo: San Martín fue quizás el único que propuso y centró toda su acción política en obtener la independencia por medios pacíficos proponiendo incluso a De la Serna la posibilidad de asumir el gobierno del Virreinato a constituirse; cesar todo tipo de persecuciones; devolverse las propiedades de ambos lados, considerar que no había ni vencedores ni vencidos, etc, etc.
Vuelvo a insistir en un punto que creo que se debe entender: la independencia venía indefectiblemente, con o sin San Martín. La cuestión entonces estaba en lograrla en forma hermanada, y con una Monarquía que abarcase desde el Alto Perú hasta Tierra del Fuego, excluyendo obviamente a Brasil.
En mi biblioteca poseo un abundantísimo archivo documental sobre Mayo, y lo que vino posteriormente, incluida la correspondencia de San Martín y demás documentos, que hacen a su actuación política.
Me preguntas sobre lo de Cadiz.
Pues bien, este es otro tema clave en la cuestión de la Independencia, el cual merece ser examinado en forma particular, dado la injerencia que tuvo en España e Hispanoamérica, sobre todo por la Constitución de 1812.
En los intentos pacificadores de San Martín, se encuentran las propuestas secretas tratadas con el Virrey del Perú Jose de la Serna y Martinez de Hinojosa.
En uno de los conciliabulos nos relata el General Tomás Guido que San Martín se dirige al Virrey en los siguientes términos: "He venido al Perú desde los márgenes del Plata, no a derramar sangre, sino a fundar la libertad y los derechos de que la misma España ha hecho alarde al proclamar la Constitución del Año 1812 que V.E. y sus Generales defendieron. Los comisarios de V.E. entendiéndose lealmente con los míos han arribado a convenir en que la independencia del Perú no es inconcebible con los grandes intereses de España y que al ceder a la opinión declarada de los pueblos de América contra toda dominación extraña harán a su Patria un señalado servicio si fraternizando evitan una guerra inútil y abren las puertas a una reconciliación decorosa. Pasó ya el tiempo en que el sistema Colonial pueda ser sostenido por la España; sus ejércitos se batirán con la bravura tradicional de su brillante historia militar, pero los bravos que V.E. manda comprenden que, aunque pudiera prolongarse la contienda, el éxito no puede ser dudoso para los millones de hombres resueltos a ser independientes, y que servirán mejora la humanidad y a su país, si en vez de ventajas efímeras puedan ofrecérsele emporios de comercio, relaciones fecundas, y la concordia permanente entre hombres de la misma raza que hablan la misma lengua y sostienen con igual entusiasmo el generoso deseo de ser libres. Si V.E. presta a la cesación de una lucha estéril y enlaza sus pabellones con los nuestros podrá proclamar la independencia del Perú, se constituirá un Gobierno Provisional presidido por V.E., compuesto de dos miembros más, de los cuales V.E. nombrará a uno y yo al otro; los ejército se abrazarán sobre el campo; V.E. responderá de su honor y de su disciplina y yo marcharé a la península si necesario fuere, a manifestar el alcance de esta alta resolución, dejando a salvo en todo caso hasta los últimos ápices de la honra militar y demostrando los beneficios para la misma España de un sistema que en armonía con los intereses dinásticos de la casa reinante, fuese conciliable con el voto fundamental de la América independiente".
Lamentablemente, Londres se opuso con toda dureza a este posible acuerdo.
También los liberales, sobre todo los más jacobinos, tanto del lado español como el americano también se opusieron.
Obviamente, las logias hicieron lo suyo.
A ello debemos sumar a todos aquellos que por los motivos que fueran, se tornaron en intransigentes y no supieron, o no quisieron darse cuenta a qué nos llevaría el continuar con esa guerra fratricida.
Ante estas tratativas de Punchauca y Miraflores dirá San Martín en 1821:
"Prefiero la gloria de la Paz, a los honores de la victoria"
Ese mismo año escribirá al General O´Higgins: "Espero los resultados de una negociación secreta que he entablado. Si ella se verifica, la guerra del Perú es concluida... todo se puede dar por bien empleado para dar paz a estos pueblos".
También hay que meritar la incondicional adhesión de San Martín al Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas cuando nuestra Patria fue atacada en forma conjunta por Francia e Inglaterra.
En la misiva en que brinda sus servicios y se refiere a la agresión francesa, resalta la traidora actitud de los unitarios, y de aquellos que le prestaban ayuda arguyendo que tal actitud suponía una: "felonía que ni el sepulcro puede hacer desaparecer"
A su vez se ha de tener en cuenta que legará en su testamento su sable al Brigadier General don Juan Manuel de Rosas por haber defendido la soberanía de nuestra Patria contra la agresión Anglo-Francesa.
De más está decir que Rosas no puede ser tachado de liberal, logista, sino de dictador y contrario a tales ideas y personajes.
Asimismo San Martín prestó importantes servicios en este conflicto al gobierno argentino.
Cuando me refiero a "voluntarismo", "ideologismo", "angelismos", "dogmatismo", etc, lo hago sin distinguir del lado que provenga, sea del nacionalismo, liberalismo, marxismo, carlismo, izquierda, derecha o centro, en fin que hay que tratar de no caer en ello, porque es un serio error, a mas de ser infecundo, y no llevar a ningún lado.
Es factible que sin querer o sin darnos cuenta caigamos en ello.
El nacionalismo no necesariamente es hijo de la Revolución Francesa.
El que se dio en Europa en el siglo XX, fue una reacción natural, instintiva, y necesaria, contra la Revolución Bolchevique.
Y gracias a ello Italia, Alemania, Rumanía, etc, no cayeron en poder del comunismo.
Lo que si ocurrió con su derrota, con Alemania, Checoslovaquia, Albania, Rumanía, Polonia, Hungría, Letonia, Estonia, Yugoslavia, etc.
Y las consecuencias de todo ello están a la vista, por lo que no necesitan demostración.
En fin que aquí hay mucho que matizar, insisto atenti con la ideologización.
Al menos por los millones de muertos, mutilados, heridos de guerra, perseguidos a sangre y fuego ( y en serio!), hasta hoy día.
Y tambien por no ser desagradecidos con los "Voluntarios", que fueron cientos de miles y muchos murieron o quedaron seriamente inválidos o afectados de por vida, en la guerra civil española, peleando, sufriendo y padeciendo como un Español más.
Ni que decir el cuantioso apoyo logístico de todo tipo y orden.
Tengo en mi poder escritos y publicaciones de esa época donde España agradece esa ayuda "Inestimable", "Gloriosa", "heroica", en "comunidad", y "hermandad de ideales", etc, etc.
Allí, no se trataba de "discutir", "teorizar", "filosofar", sino de decisión, coraje, valor, y al frente.
A batallar con el enemigo de verdad, no el libresco, y que enemigo caro Ordóñez!
Si bien esto puede tratarse en otro hilo, es bueno aclararlo, porque tiene que ver con tu planteo de -condenar al fuego eterno del infierno- a todos los nacionalistas.
Por otra parte esta condena se iguala a la prodigada por los liberales, socialdemócratas, demócratas cristianos, demócratas en general, partidocráticos, globalistas, mundialistas, anarquistas, sinárquicos, plutocratas, oligarcas, obviamente los comunistas, ni que decir los tres puntos...etc.
Va de suyo que no te imputo en absoluto que integres ninguna de esas categorías.
Solo se trata de una reflexión, para que medites que si los enemigos son de tal calibre y pelaje, no ha de ser tan condenable, y execrable, sin derecho a replica ni a apelación.
Bueno me extendí en demasía, mis disculpas.
Cordiales saludos.