Simón Bolívar nació en Caracas
en un potrero lleno de vacas.
Las unas gordas, las otras flacas
y todas llenas de garrapatas.
Letrilla burlesca popular entre los chiquillos de algunos países hispanoamericanos.
Este escrito nace con el fin de mostrar con datos, históricos y científicos, lo falso de la “leyenda negra impuesta en contra del Reino España y toda la Hispanidad y que la supuesta “guerras de la independencia” no fueron tales, fueron en realidad una invasión de fuerzas extranjeras financiadas por los Anglo-Yanquis para separarnos de nuestra Patria y apropiarse del mercado que representaba el Perú.
Descripción:
Quiero hacer justicia a la labor que hizo en el mundo el Reino de Castilla y León y posteriormente el Reino de España del cual éramos parte integrante como la Provincia de Ultramar del Perú, demostrando la grandeza de nuestro pasado, y que la pobreza, y la corrupción que hoy sufren el Perú se crearon a raíz de la ruptura de los lazos que nos unían.
No busco hacer política, ni tampoco crear confrontación, citare las fuentes y los autores en los que me baso, y quien no esté de acuerdo que viva y deje vivir, que a nadie se le obliga ni a responder ni a leer lo que publicamos
Desmitificando a Bolívar
Simón Bolívar es uno de los mayores errores históricos de Héroe y Mito que actualmente se puede encontrar. Para hablar sobre este personaje, parto desde una posición de desventaja y ésta es que me catalogaran de traidor por ser un Peruano que rebusca en el pasado para encontrar la verdad histórica. Quizás esto me vaya a acarrear no pocas críticas y acusaciones de efectuar este relato desde la parcialidad o el despecho, pero... créalo o no, a estas alturas es algo que poco me importa y además no tiene ningún sentido. La historia discurrió como lo hizo y hoy nadie lo va a poder cambiar ni aun aquellos republicanos masónicos anti Hispanos y anti Católicos que la ocultaron durante más de 180 años. Soy consciente de que me estoy metiendo en un jardín del que quizás salga mal parado, por ello lo hago desde la trinchera y sin ánimo de faltar al respeto a nada ni a nadie. Simplemente trataré de poner en su conocimiento unos hechos reales y comprobados históricamente, otra cosa será que a Ud. le gusten o no. Para poder llevar a cabo este artículo sustituiré en algunas ocasiones (en muchas ocasiones) mis argumentaciones por las que realizan algunos eminentes historiadores, todos ellos Hispanoamericanos.
Nuestra herencia Hispánica se puede ver desde muchos puntos de vista y utilizarse el cristal que a cada uno más le convenga pero, antes de empezar, quiero recordarles una frase históricamente probada:
“Nosotros somos muy pobres, no valemos nada, pero no era así cuando teníamos un Rey”.
(Afirmación realizada por unos indígenas de Cucao (Chiloé - Actual Chile) a Charles Darwin en 1835 y anotada en su cuaderno)
Era necesario que los Provincias de ultramar adquirieran autonomía para gobernarse mejor sus majestades lo tenían claro, Plan presentado durante el Reinado de su Majestad Católica Don Carlos III proyecto de Don José Abalos presentado el 24 de septiembre de 1781 una representación que es el esbozo de un plan de independencia. En ella señala "el espíritu de la independencia", "el vehemente deseo de la independencia" que reina en todas partes de América. Señala que "La verdadera riqueza de un estado son los hombres" y creía que había que dejar que se formasen naciones propias en Hispanoamérica.
...el único remedio es desprenderse de las provincias comprendidas en los distritos a que se extienden las audiencias de Lima, Quito, Chile y La Plata, como así mismos de las Islas Filipinas y sus adyacencias, exigiendo y creando de sus extendidos países tres o cuatro diferentes monarquías a que se destinen sus respectivos príncipes de la augusta casa de V. M. y que esto se ejecute con la brevedad que exige el riesgo que corre y el conocimiento del actual sistema.
Se trataba de formar cuatro estados, vinculados a la Monarquía, pero independientes:
Este es señor el preciso medio para estorbar a los enemigos forasteros cualquier irrupción a que los incline su avaricia. Este es también el de evitar a los domésticos todo resentimiento de un gobierno venal y corrompido que los precipite a una infiel y violenta resolución o de que el mismo desafecto que tienen a la Metrópoli, apoyado de ajenos auxilios, les facilite, como sin duda se verificará, la independencia que ya ven cerca de su perfección en los colonos del norte de este mismo continente.
Según Abalos la independencia era inevitable, y tan solo proponía que se realizara pacíficamente, dentro del sistema. Su proposición llegó al Rey de la mano de Don José de Gálvez, secretario de Indias.
El Conde de Aranda
En 1783 propone al Rey también la independencia de los dominios Americanos del Reino de España, dotándolas de estructura propia, convirtiéndolas en estados, como monarquías independientes. Se basa también en las razones de Abalos y otros, pero señala especialmente la amenaza potencial de las Trece Colonias (EE.UU.AA.)
Esta república federativa ha nacido, digámoslo así, pigmea, porque la han formado y dado el ser dos potencias como son “España y Francia”, auxiliándola con sus fuerzas para hacerla independiente. Mañana será gigante, conforme vaya consolidando su constitución y después un coloso irresistible en aquellas regiones. En este estado se olvidará de los beneficios que ha recibido de ambas potencias y no pensará más que en su engrandecimiento.
Bajo esta premisa la propuesta de Aranda era:
Que V. M., se desprenda de todas las posesiones del continente de América, quedándose únicamente con las islas de Cuba y Puerto Rico en la parte septentrional y algunas que más convengan en la meridional, con el fin de que aquellas sirvan de escala o depósito para el comercio del Reino Español. Para verificarse este vasto pensamiento de un modo conveniente a la España se deben colocar tres infantes en América: el uno Rey de México, el otro del Perú y el otro de lo restante de Tierra Firme, tomado V. M. el título de Emperador.
Bajo unas condiciones "en que los tres soberanos y sus sucesores reconocerán a VM y a los príncipes que en adelante ocupen el trono español por suprema cabeza de familia", además de "una contribución" de cada reino, que "sus hijos casen siempre" "para que de este modo subsista siempre una reunión indisoluble de las cuatro coronas", "que las cuatro naciones se consideren una en cuanto a comercio reciproco, subsistiendo perpetuamente entre ellas la más estrecha alianza ofensiva y defensiva".
"...establecidos y unidos estrechamente estos tres reinos, bajo las bases que he indicado, no habrá fuerzas en Europa que puedan contrarrestar su poder en aquellas regiones, ni tampoco el de España….. que además, se hallaran en disposición de contener el engrandecimiento de las 13 colonias Americanas (EE.UU.AA.), o de cualquier nueva potencia que quiera erigirse en aquella parte del mundo…. que con las islas que he dicho no necesitamos de más posesiones".
No creo que tenga que explicar más de lo dicho por el “Conde de Arana” todo se cumplió al pie de la letra, las ex colonias inglesas es decir (EE.UU.AA) ayudaron a los rebeldes republicanos con dinero y armas subrepticiamente y diplomáticamente su discurso fue otro, afirmaban que no apoyaban a los rebeldes alzados en armas contra el Reino.
Plan presentado durante el Reinado de su Majestad Católica Don Carlos IV. En dos ocasiones se proyectó formar Reinos independientes en América, primero en 1804 y luego en 1806. El supremo ministro Don Manuel Godoy en 1804 lo refiere en sus memorias.
Mi pensamiento fue que en lugar de Virreyes fuesen infantes a la América, que tomasen el título de Príncipes Regentes, que se hiciesen amar allí, que llenasen con su presencia la ambición y orgullo de aquellos naturales, que les acompañasen un buen consejo con ministros responsables, que gobernase allí con ellos un Senado, mitad Americanos y mitad Peninsulares ambos Españoles, que se mejorasen y acomodasen a los tiempos las leyes de las Indias, y que los negocios del país se terminasen y fuesen fenecidos en tribunales propios de cada cual de estas regencias.
Pero su proyecto no pudo llevarse adelante por un nuevo y extraño e inoportuno conflicto (Aquí se aprecia el trabajo de la inteligencia masónica-inglesa para cortar por cualquier medio la consolidación de estos justos planes) con Inglaterra: "Vino el tiempo que yo temía; la Inglaterra rompió la paz traidoramente con nosotros y en tales circunstancias no osó el Rey exponer a sus hijos y parientes a ser cogidos en los mares.
Nuevamente en 1806 el Rey se reúne con su consejo para examinar otro nuevo proyecto escogiendo entre la familia real más próxima haciendo "Virreyes perpetuos y hereditaria en su línea directa, en caso de faltar ésta, reversiva a la corona".
Su Católica Majestad Don Carlos IV pretendía convertir un nuevo territorio en un quinto estado independiente además de los Virreynatos de Nueva España, Nueva Granada, Perú y La Plata. Entre los más probables estaban Venezuela, Texas o las islas del Caribe presididas por Cuba.
Su Católica Majestad Don Fernando VII intento ejecutar los proyectos pero el caos generado por la invasión francesa y las intrigas generadas por los masones y los liberales lo impidieron estos proyectos que fueron también finamente interferidos por los agentes masones e ingleses que obraban en el interior de la corte y en la política del Reino, pues no les convenía un Imperio Español fuerte, su plan fue conquistar el mercado impulsando un rompimiento total de la Provincias de Ultramar con el Reino. Eso era innegable había llegado el momento histórico de hacerlo, un ejemplo clarísimo Cuba llegó a alcanzar oficialmente esa autonomía convirtiéndose en la primera comunidad autónoma del Reino de España y otras muchas partes fueron consideradas como “provincias de Ultramar” en igualdad con el resto de las provincias peninsulares. Hasta se puede entender que con el paso del tiempo se emanciparan de la Madre Patria, tal y como hoy hacen nuestros hijos al alcanzar su mayoría de edad. Lo que no se llega a entender es la necesidad de llegar a una guerra, ¡ojo! no de “liberación” sino una “guerra civil”. Ud. Estimado lector, debería saber que aquellos combates se dieron entre Criollos Hispanoamericanos, Españoles al fin y al cabo, en los que la Metrópoli no pudo ayudar y contener apropiada y convenientemente; se realizaron con una nocturnidad bien planeada y en los momentos de mayor debilidad y vacío de poder con el Rey y la familia Real presa, con el Papa preso de los franceses, ya que casi no disponía de tropas que poder desplazar a ultramar, entre otras cosas porque los territorios del Reino de la península Hispana estaba ocupada por el invasor francés, ya tenía bastante con recomponer su orden político y reconstruir un ejército y una armada bastante maltrecha tras combatir contra napoleón. Por tanto no olvidemos que aquellas guerras fueron entre Criollos Hispanoamericanos Liberales (Separatista) apoyados por la masonería y los ingleses y Criollos Hispanoamericanos Realistas (Fidelistas) apoyados solamente en su fe y lealtad a la Patria, sin mucho apoyo de la capital por el caos que se vivía en la Metrópoli, ambos Españoles, y por tanto no entre Españoles Americanos y Españoles Europeos.
Simón Bolívar:
En todo esto hay un hecho incuestionable, verá... cuando los ejércitos napoleónicos invadieron al Reino de España, todas sus provincias de ultramar permanecieron fieles al Rey de España Don Carlos IV y luego su hijo Don Fernando VII. En Chile, por ejemplo, la Real Audiencia continuó impartiendo justicia en nombre del Rey y se reconoció a la junta de regencia refugiada en Cádiz, ciudad que nunca pudo ser tomada por los franceses. En México, seguían queriendo la autoridad del Rey incluso una vez independizados.“En Perú el Real Ejercito del Perú, asistido por la brillante juventud nativa y criolla del lugar, era más Peruano que el ejército Libertador”(según argumenta el historiador ecuatoriano Alfonso Rumazo en su “Biografía de Bolívar”), y sigue diciendo...“Ante el vacío de poder y caos fue la acomodada casta criolla adinerada de la Nueva Granada y de La Plata la que ambicionaba mayor poder y es en ellos donde prende la llama de la insurrección, en la sociedad de Perú no se presento igual pues la fidelidad de sus habitantes al Reyno, al Rey y a la Patria eran casi absolutos, y esto obligo a los rebeldes a invadir al Perú para separarlo a la fuerza”. Con ello quiero demostrar que un proceso autonómico hubiera sido posible e incluso deseable pero nunca una guerra que únicamente trajo dolor, odio entre hermanos y sangre de inocentes.
Masonería del rito de york y el escoses anti Hispanas y Anti Católicas fueron; Los grandes Instigadores:
Cuando la masonería del rito de york y escoses ergo “ingleses” pusieron sus ojos en las posibilidades de aquellas tierras y el gran mercado que representaban, fue cuando cundieron ideas masónicas separatistas en la clase criolla adinerada del norte y del sur en especial los mercaderes que provocaron las guerras mencionadas y la destrucción de la distribución política de los Reynos, Virreynatos y Provincias de Ultramar. ¿Quiénes eran pues los “independentistas”? Pues efectivamente... la minoría criolla adinerada de mercaderes; no la Nobleza, no los indígenas y no los criollos que ocupaban puestos en la administración.
A las Logiasmasónicas británicas anti Hispanas y anti Católicas no les interesaba una Hispanoamérica grande y unida ¿Se imagina el potencial que hubiéramos podido llegar a tener? Sin embargo, un gran culpable de esta desmembración fue el masón, sí masón,Simón Bolívar.Lo curioso es que sería el propio Bolívar quien puso a las sociedades secretas fuera de la ley, sin duda porque, encaramado al poder, fue más que nunca consciente de lo etéreo de su naturaleza y de sus siniestros manejos. Hay quien dice que los masones fueron los que acabaron con él en Santa Marta en 1830.
Bolívar su crueldad y desprecio a negros y mulatos:
Bolívar sentía el mayor de los desprecios por negros o mulatos y por tanto el origen de la sublevación Americana debe buscarse, dicen los historiadores más asépticos, en el hecho de que la Corona Española empezara a dar cargos a los “morenos”. De hecho, cuando Fernando VII inicia el contraataque contra los separatistas en América, los “Morenos” lucharon a favor de la Corona y del Reino y las columnas de Boves se componían esencialmente de negros y mulatos, lo que en el Caribe llaman despectivamente la negrada.
Si Ud. amigo lector si tiene la suerte de poseer un tono de piel morena debería conocer lo que este personaje pensaba de sus antepasados que seguro no es lo que le han contado. Si cualquier persona se molesta en pasearse desde la primera posesión Española en Norteamérica y baja andando hasta el último rincón del cono sur habrá visto millones y millones de personas con este aspecto ¿verdad?, ahora le pregunto: si Ud. pasea andando desde el este al oeste de EEUU o Canadá ¿cuántos indígenas o sus descendientes verá?, posiblemente casi ninguno, salvo que vaya a una“reserva india”. Ahí está la diferencia entre el Reino de España e Inglaterra o Francia en cuanto a la forma de enfrentar y consolidar un imperio. Algo que el sentido común hace incuestionable pero laleyenda negrase ha ocupado de ocultar.
Habría también que decir que ese mismo Bolívar que mandaba decapitar a los indefensos Españoles Peninsulares y Españoles Americanos prisioneros, el mismo Bolívar que decretó la "Guerra a Muerte", es decir, el exterminio sistemático de todos aquellos Españoles de ambos continentes (Europa y América) que no tomaran las armas contra el Reino de España, el Bolívar que traicionó a Miranda, dejaba a los revolucionarios franceses de 1793 como hijas de la caridad. Como prueba de ello el decreto de Guerra a Muerte, modelo de cinismo sangriento, incluye estas líneas:
“A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, abrirles por la última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir pacíficamente entre nosotros, si detestando sus crímenes, y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de España, y al restablecimiento de la República de Venezuela. Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo, y castigado como traidor a la patria y, por consecuencia, será irremisiblemente pasado por las armas”
“Las Provincias y Virreinatos de América habían alcanzado un nivel de progreso y de paz como hasta ese momento ninguna parte del mundo había gozado. El nivel de vida, en términos generales, de los Súbditos de estos territorios era muy superior incluso a los de la mayoría de los países europeos. La cultura, el ordenamiento jurídico, el comercio, las mejores condiciones de vida, el trabajo, la salud, las infraestructuras, las riquezas, etc eran un patrimonio único en el mundo y que atesoraba la sociedad Hispanoamericana en aquellos años”. Sin embargo, todo esto tuvo un precio. La clase criolla adinerada finamente dirigida por las logias masónicas inglesas vio la posibilidad de caer sobre todo ello y hacerse con su control. Éste y no otro fue el germen de las mal llamadas guerras de independencia, guerras civiles al fin y al cabo.
El historiador colombiano Pablo E. Victoria, declara ante los argumentos de que el Reino de España negaba unas libertades fundamentales “...no es cierto de que la presencia Española fuera una presencia opresiva, en 1789 en Sta. Fe de Bogotá no había ni un sólo Español Peninsular nacido que ocupara cargo en el cabildo, e incluso había varios Virreyes algunos de ellos Peruanos y muchos altos cargos de la administración que eran de origen Criollo. Hasta el Comandante General de la Armada y muchos Generales eran nacidos en América”, ¿se puede decir entonces que era el Reino de España la que estaba sometiendo la Provincias Americanas bajo su “yugo”?,evidentemente no. Este historiador sigue diciendo respecto de Bolívar: “... era un hombre sanguinario y que dio enormes muestras de crueldad” (...) “en la toma Sta. Fe de Bogotá 10 de Diciembre de 1814, permitió a sus tropas el saqueo despiadado y las violaciones de mujeres y asesinatos durante 48 horas” ó la de “San Juan de Pasto el 23 y 24 de Diciembre de 1822 asesinaron sin piedad a la población indefensa y cometieron todo tipo de atrocidades”, al llegar al Perú las tropas invasoras y extranjeras de Bolívar encabezadas por sucre iniciaron una serie de atropellos y matanzas para infundir miedo. Estos son algunos de los muchos hechos plenamente constatados y al mismo tiempo muy silenciado por quienes defienden a capa y espada la figura de Bolívar.
Que Bolívar obligó a los negros a combatir en su bando so amenaza de servidumbre para ellos y su familia no lo digo yo, está en sus obras; y lo ha recogido el Doctor colombiano Luis Corsi Otálora en su obra “¡Viva el Rey! Los negros en la independencia” y se pregunta… “¿porqué los negros defendían la Corona?, ¿cómo se batieron por su causa? y ¿cuál fue su suerte tras la independencia?”. Lo mismo ocurrió con la mayoría de los pueblos indígenas, prácticamente todos ellos formaron parte de los Ejércitos Reales, ¿no se ha preguntado Ud. nunca el motivo?
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Cacique Araucano con uniforme de Coronel Realista
En un reciente libro del historiador Peruano Herbert Morote, desmitifica al ídolo de Chávez con bastante crudeza, con datos difícilmente contestables. Cierto es que el Perú no puede y no debe de estar muy agradecido a Bolívar, que cercenó gran parte de su territorio para cedérselo a otras naciones recién creadas por él y en cuyo honor su delfín, Antonio José de Sucre, acabó amputándole el inmenso territorio del Alto Perú para crear la artificial república de Bolívar del Altiplano andino, hoy Bolivia.
El también historiador Peruano Enrique Chirinos Soto es más audaz en su apreciación cuando escribe respecto de la lucha del Perú por su independencia: “Historiadores de los países vecinos suelen reprocharnos a los Peruanos que no nos batiésemos en las guerras de la independencia al modo de los patriotas de Caracas o Buenos Aires. La verdad es todo lo contrario. La verdad es que el Perú se batió más que ninguno, porque se batió al mismo tiempo mayoritariamente a favor de permanecer en el Reino de España y minoritariamente a favor de la mal llamada Independencia que para nosotros los Peruanos fue una separación forzada por fuerzas extranjeras, lo cierto es que fue una separación forzada por una invasión extrajera gran colombiana con apoyo logístico, económico y de tropa de los ingleses”. Bolívar organizó la Sudamérica independiente con absoluto desprecio de la tradición histórica y de las circunstancias geográficas y sociales, y que aquí hay que buscar la raíz de la mayor parte de conflictos fronterizos que han enfrentado a las distintas repúblicas del subcontinente y de los contenciosos que aún persisten.
El gobierno del Reino de España tubo el buen criterio de fundar sus Reynos, Virreinatos, Audiencias y Capitanías Generales respetando en lo posible las circunscripcionesprecolombinas, algo que por otra parte no hizo jamás ninguna otra potencia en el mundo. El Reyno de Perú y su Virreinato, el más importante del Imperio Hispánico, se asentaba más o menos sobre el antiguo ámbito territorial del Tawantinsuyu o Imperio Incáico.Bolívar se encontró con que los Peruanos, en realidad, no estaban muy convencidos de separarse del Reino de España a pesar de la proclamación hecha por el Rio Platense José de San Martín en 1821 desde el balcón municipal de Lima. Así que decidió por sí y ante si a invadir a la Provincia de Ultramar de Perú, pensando, no sin razón, que la independencia del resto de Sudamérica no estaría segura hasta que no se consolidase la “Peruana”, lo cual obtuvo con las victorias de Junín y Ayacucho de 1824 (Ejercito Real del Peru (Provincia de Ultramar del Reino de España)
Efectivos 9,177
Composición:
7,696 Peruanos (Bajo Perú y Alto Perú)
495 Chiloenses (Chiloé)
86 Salteños (Salta)
900 Peninsulares
14 piezas de artillería
Defensores del Reino y de la Corona
Ejército Invasor Extranjero y mercenario Efectivos 8,500
Composión:
Gran Colombianos, Chilenos, Rio Platenses, Franceses, Ingleses, Prusianos, Flandeses, Etc.
Solo habían 1,500 Peruanos
3 piezas de artillería.
Entonces amigo lector, saque sus conclusiones, los Peruanos lucharon por Dios, la Patria y el Rey.)
y la rendición de los Castillos del Callao, en 1826 obtenida, tras inauditos esfuerzos, del valeroso General Don José Rodil y Galloso, Marqués de Rodil(cuya gesta es comparable a la del Alcázar de Toledo), que hizo flamear el Pabellón del Reino de España en Sudamérica en el Puerto de Callao; Comandante militar de las fortalezas del Callao, se negó a acogerse a la capitulación de Ayacucho confiando en que aun podría recibir refuerzos de del Reino de España y asediado en la Fortaleza del Real Felipe y los Castillos del puerto resistió un sitio de casi dos años, contaba para su defensa con los veteranos regimientos Real de Lima y Arequipa junto a los soldados independentistas desertores que se le habían unido. Habianse refugiado también en el Callao millares de civiles fieles a la Patria que perecieron en gran número por hambre y enfermedad. Finalmente el 22 de enero de 1826 cuando casi todos sus soldados habían muerto y los sobrevivientes se alimentaban de ratas Rodil aceptó capitular ante el comandante del asedio el general Bartolomé Salom obteniendo condiciones honrosas y llevando consigo las banderas de sus regimientos que fueron las últimas en abandonar el Perú. Con la entrega del Callao, desapareció el último Ejército Real del Perú y así finalmente el Perú cayó en manos delos Republicanos liberales y en la mayoría de casos masones.La política bolivariana desmembró parte del Perú, entre otros motivos, para evitar que pudiera alzarse este país en su antigua preponderancia y tuviera veleidades nostálgicas de su Patria España de la cual fue separada a la fuerza. Aquí es bueno resaltar la resistencia heroica de la brillante Juventud y habitantes del Perú profundo quienes se mantuvieron fieles al Reyno a la Corona y la Patria luchando hasta 1839 contra la República liderados por Don José Antonio Navala Huachaca quien ostentaba el rango de Brigadier del Real Ejercito del Perú nunca desfallecieron;era un campesino indígena fiel a la Patria y a la Corona que luchó por la causa y la Patria que era el Reino de España, enfrentándose a los independentistas Cuzqueños, en 1814. Recibiendo por estas el grado de General de Brigada en el Ejército Real del Perú. Es más conocido como el líder de la rebelión Iquicha, contra los líderes independentistas, enarbolándose en está en nombre del Rey Fernando VII. Capturó Huanta y abolió el Estado Republicano, por lo que Huachaca desde su Castillo, sus tribunales y sus cabildos administraba el poder nombrando a sus delegados o alcaldes, así como organizando diezmeros que recaudaban fondos para la causa de Su Majestad Católica. “Este territorio fiel al Reino llegó a disponer la movilización de mano de obra para la «refacción de puentes y caminos», y más sorprendente aun, sus atribuciones abarcaron la reglamentación del orden público, estableciendo patrones éticos de conducta para los individuos bajo su jurisdicción”
Les decía a los republicanos independentistas:
"Ustedes son más bien los usurpadores de Religión, Corona y Suelo Patrio...¿Qué se ha obtenido de vosotros durante...vuestro poder? La tiranía, el desconsuelo y la ruina en un Reino que fue tan generoso. ¿Qué habitante, sea rico o pobre, no se queja hoy? ¿En qué recae la responsabilidad de los crímenes? Nosotros no cargamos semejante tiranía."-Antonio Huachaca
Huachaca antes que la derrota prefirió internarse en las selvas del Apurímac antes de ceder su monarquismo ante los que creía “anticristos” republicanos
Pero ¿cómo actuó el Libertador con respecto a aquellos pueblos que supuestamente liberaba?, ¿cuáles eran sus verdaderas opiniones?, pues verá, quizás jamás se lo hayan explicado pero, ahora va a conocer alguna cosa al respecto. La siguiente información la podrá buscar Ud. mismo si así lo desea, únicamente me limito a transcribirla.
No puede soslayarse tampoco el hecho de que Bolívar fue racista, cosa que hace extrañamente paradójica la idolatría que le profesa el que se ha erigido en actual paladín del neoindigenismo, el mismo que osa espetar a los Españoles los crímenes que cometieron -y habría que matizar mucho- sus propios antepasados (pues Chávez y Frías no son precisamente apellidos chibchas, caribes o arahuacos que sepamos). En efecto, Bolívar, el “Libertador” volvió a gravar a los indios con un antiguo impuesto que ya había sido abolido y que pesaba sobre ellos por el solo hecho de serlo. Son conocidas también sus expresiones insultantes hacia y sobre ellos. Todo lo cual no es ajeno a la triste actitud discriminatoria de la que han sido víctimas los indígenas (que no fueron beneficiarios de la tan cacareada independencia) por sus propios connacionales y que subsiste aun entre las mismas capas mestizas de la sociedad, entre las cuales también es frecuente el “choleo” (es decir, el menosprecio hacia alguien por tener trazas deindio, por ser “cholo”). También restableció Bolívar la esclavitud de los negros, que habían sido declarados libres por San Martín. ¡Valiente ejemplo para el adalid de los oprimidos y desheredados! Sé que esto debe escocer mucho a aquellos que hasta la lectura de estas líneas veían en Bolívar su héroe y libertador. Pues bien, como tal, este personaje debe ser recordado, pero únicamente en aquello que verdaderamente deba serlo. Esto no es óbice para que se relaten sus miserias, sus errores, sus desprecios y se pongan los renglones de la historia rectos y completos.
En una carta de Karl Marx a Engels en 1858, Marx analizó la figura de este personaje y se refirió a Simón Bolívar como "...el canalla más cobarde, brutal y miserable…”posteriormente y a lo largo de esta carta argumentaba esta afirmación y muchas otras, incluso de traidor, en muchos hechos, entre ellos estos:
En cuando a la acusación de “cobardía” relata que en septiembre de 1811 el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas insurrectas de mar y tierra, persuadió a Bolívar para que aceptara el rango de teniente coronel en el estado mayor y el mando de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela. Pues bien, cuando los prisioneros de guerra (Realistas), que Miranda enviaba regularmente a Puerto Cabello para mantenerlos encerrados en la ciudadela, lograron atacar por sorpresa la guardia y la dominaron, apoderándose de la ciudadela, Bolívar, aunque los Realistas y Fidelistas estaban desarmados, mientras que él disponía de una fuerte guarnición y de un gran arsenal, se embarcó precipitadamente por la noche, es decir, que huyó cobardemente con ocho de sus oficiales, sin poner siquiera al tanto de lo ocurría ni a sus propias tropas, arribó al amanecer a Guaira y se retiró a su hacienda de San Mateo. Cuando la guarnición se enteró de la huida de su comandante, abandonó en buen orden la plaza, que ocuparon inmediato las fuerzas Realistas y Fidelistas al mando de Monteverde. Este acontecimiento inclinó la balanza a favor del Reino de España y forzó a Miranda a suscribir, el 26 de julio de 1812, por encargo del congreso, el tratado de La Victoria, que devolvió nuevamente a Venezuela al Reino de España.
En lo referente a la acusación de “traidor” lo basa en el siguiente hecho: El 30 de julio llegó Miranda a La Guaira, con la intención embarcarse en una nave inglesa. Mientras visitaba al coronel Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban don Miguel Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos una noche, en la residencia de Casas.
A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo despertaron y con rudeza le ordenaron que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrillaron y entregaron a Monteverde. El jefe Español lo remitió a Cádiz, donde Miranda, encadenado, murió después de varios años de cautiverio. Ese acto, para cuya justificación se recurrió al pretexto de que Miranda había traicionado a su país la capitulación de La Victoria, valió a Bolívar el especial favor de Monteverde, a tal punto que cuando el primero le solicitó su pasaporte, el jefe Español declaró: «Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al Rey de España con la entrega de Miranda» ¿le sorprende, verdad?, ¿cómo es posible que Bolívar apresara y entregara a los Realistas al Gral. Miranda, su amigo?, pues sí, así fue y le guste o no este fue el corrupto comportamiento del “Libertador”.
Con todo, podemos seguir debatiendo y discutiendo ampliamente sobre muchos temas en esta realidad que tantos episodios presentó, mas ¿sabe usted cuál es el mayor triunfoque han obtenido los enemigos de las Españas?,pues que cada vez que tratamos los Hispanoamericanos y los Hispanoeuropeos estos temas que nos conciernen a todos nosotros, parecemos extraños y enemigos. Éste es el mayor triunfo que hayan podido obtener los enemigos de la Hispanidad,a los que tristemente conocemos desde hace mucho tiempo. Creo que trazaron bien el rumbo: Los que invadieron Gibraltar fueron los que invadieron Honduras, Tejas o las Malvinas; los mismos que provocaron la separación del Panamá de Colombia, los mismos que instigaron la Guerra del Chaco entre bolivianos y paraguayos, los mismos que se lucraron con la Guerra del Pacífico y que convirtieron a Puerto Rico, Cuba y las Filipinas en sus colonias; los mismos a los que les sigue interesando vivamente la sangrante división de la Hispanidad.Ese gran frente anglo-yanqui, esas potencias que jamás soportaron nuestro imperio, el de Ud. amigo Hispanoamericano e Hispanoeuropeo.
Mis fuentes:
Blog de la Doctrina Imperfecta
Reconstruyamos el Imperio Español
Don José Abalos
Conde de Arana
Don Manuel Godoy
Don Alfonzo Rumazo historiador Ecuatoriano
Don Pablo E. Victoria historiador Colombiano
Don Hebert Morote historiador Peruano
Don Enrique Chirinos historiador Peruano
Karl Marx
Charles Darwin
Saludos en Xto Rex et Maria Regina
Pro Deo Patria et Rex
No se ama lo que no se conoce
Última edición por El Tercio de Lima; 05/05/2013 a las 06:24
Simón Bolívar nació en Caracas
en un potrero lleno de vacas.
Las unas gordas, las otras flacas
y todas llenas de garrapatas.
Letrilla burlesca popular entre los chiquillos de algunos países hispanoamericanos.
Felicidades.Hojala que esto sirva para desmitificar a estos seudo heroes. En Nueva España sucedio algo muy parecido con otro genocida, traidor, y mason , llamado Miguel Hidalgo, ahora ridiculamente llamado aqui "PADRE DE LA PATRIA"???????
un ejemplo clarísimo Cuba llegó a alcanzar oficialmente esa autonomía convirtiéndose en la primera comunidad autónoma del Reino de España y otras muchas partes fueron consideradas como “provincias de Ultramar”
Cuba y Puerto Rico fueron la primera autonomía que tuvo España. Cuba y Puerto Rico estaban unidas. En 1897 se creo una autonomía con las dos islas aunque estas siempre estaban unidas. Luego de la guerra ambas islas hermanas fueron separadas.
Tu artículo es muy bueno. Muy bien basado y con una buena forma de narrar.
Abrazos y Saludos.
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
Los crímenes de guerra perpetrados por Simón Bolívar contra prisioneros españoles
Ordenó el asesinato de miles de españoles, incluso pacientes de un hospitalSimón Bolívar (1783-1830) es una de las figuras históricas más injustamente mitificadas y blanqueadas, bajo el falso pretexto de considerarle un “libertador”.
Nacido en Caracas cuando era una ciudad española e hijo de una familia acomodada, siendo muy joven fue enviado a estudiar a Madrid, donde a los 19 años se casó con María Teresa del Toro, una madrileña de familia noble que falleció dos años después debido a una enfermedad. Tras conocer las ideas revolucionarias en la Francia de Napoleón, aprovechó la invasión francesa de la Penínsuna Ibérica para extenderlas a los territorios españoles de América del Sur, alzándose en armas contra España, demostrando por los prisioneros de guerra el mismo desprecio que manifestaron las tropas de Napoleón en la España peninsular.
El ‘Decreto de guerra a muerte’ firmado por Bolívar contra los españoles
El 15 de junio de 1813, en Trujillo (actual Venezuela), Bolívar firmó el llamado firmó el llamado “Decreto de guerra a muerte”, en el que ordenó lo siguiente: “Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria, y por consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas“. Es decir, que acusaba de traición y condenaba a muerte a todo español que no se uniese a su rebelión contra España. El que lanzaba esa acusación de traición era alguien que había traicionado a España en plena invasión francesa.
Concedió un ‘indulto general y absoluto’ a los criminales que se uniesen a él
En el mismo texto, Bolívar concedió “un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas”, criminales incluidos, diciéndoles: “vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos”. Bolívar añadía: “Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de Americanos será vuestra garantía y salvaguardia”. Es decir, que según el decreto de Bolívar, el origen y la ideología de una persona pesaban más que sus hechos y bastaban para absoverla de cualquier crimen. Una forma de pensar puramente totalitaria.
Bolívar resumía su aberrante filosofía en la parte final del decreto, con estas palabras: “Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”. La referencia a los canarios se debe a que muchos de ellos lucharon en el bando leal a España, siendo tratados inhumanamente por Bolívar a causa de ello.
La decapitación de cientos de prisioneros y enfermos españoles en La Guaira
Las atrocidades cometidas por orden de Bolívar en virtud de ese decreto fueron expuestas en La Gazeta de Caracas (el primer periódico de Venezuela) del 2 de mayo de 1815 (se puede ver aquí una copia del original, en las páginas 4 y 5). El médico y periodista José Domingo Díaz publicó abiertamente los documentos en los del régimen de Bolívar justificaba sus fusilamientos de españoles en La Guaira, denunciando las atrocidades cometidas por el “libertador”:
El mismo ejemplar de La Gazeta de Caracas señalaba que el 25 de febrero de 1814, en Caracas, se habían dado cumplimiento de las órdenes dadas por Bolívar, “habiéndose pasado por las armas, tanto aquí como en La-Guayra, todos los españoles y canarios que se hallaban presos en nùmero de mas de ochocientos, contando los que se han podido recoger de los que se hallaban ocultos”.13 de febrero de 1814: “En obedecimiento à órden expresa del Excmo. Sr. General-Libertador para que sean decapitados todos los presos españoles y canarios reclusos en las bóvedas de este puerto, se ha comenzado la execucion pasándose por las armas esta noche a cientos de ellos“.
14 de febrero de 1814: “Ayer tarde fuéron decapitados ciento cincuenta hombres de los españoles y canarios encerrados en las bóvedas de este puerto, y entre hoy y mañana lo será el resto de ellos”.
15 de febrero de 1814: “Ayer tarde fuéron decapitados doscientos quarenta y siete hombres de los españoles y canarios, y solo quedan en el hospital veintiun enfermos, y en las bóvedas ciento y ocho criollos”.
16 de febrero de 1814: “Hoy se han decapitado los españoles y canarios que estaban por enfermos en el hospital, último resto de los comprehendidos en la órden de S.E.”
El decreto de Bolívar fue el inicio de una «guerra de exterminio»
En “La guerra total de Bolívar. Guerra, política y revolución en la era de la independencia” (publicado en el nº35 de la Revista Colombiana de Estudios Militares y Estratégicos), el profesor Daniel Emilio Rojas Castro, de la Universidad Grenoble Alpes, escribió: “La ejecución del decreto de “Guerra a muerte” tuvo implicaciones inmediatas; en pocas semanas, casi todos los españoles y canarios capturados fueron asesinados“. En el mismo escrito, Rojas señala que “en febrero de 1814, Bolívar ordenó el fusilamiento de 886 prisioneros en Caracas, mientras que todos los pacientes españoles del hospital de La Guaira fueron asesinados a cuchilladas para conservar la munición”. Rojas añade:
Ordenó asesinar a prisioneros españoles delante de sus familias“El decreto de “Guerra a muerte” fue el inicio de una guerra de exterminio que borró las fronteras entre combatientes y no combatientes. Si esta distinción era clara en los periodos de paz, en el entorno de violencia imperante, los límites entre un grupo y otro eran cada vez más difusos. La generalización de la violencia llevó al estamento militar a considerar que cualquier interacción entre militares y civiles de bandos contrarios podía convertirse en una amenaza para la independencia, y en este sentido, era legítimo atacar indiscriminadamente a militares y civiles que defendieran la soberanía del Rey español. Con el decreto de “Guerra a muerte”, la violencia dejó de ser uno de los resultados del proceso revolucionario, para convertirse en uno de los factores que configuraron todo el contexto político y militar de los enfrentamientos entre patriotas y monárquicos”.
El historiador Manuel Hernández González, catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, escribió lo siguiente en “La guerra a muerte. Bolívar y la campaña admirable (1813-1814)” (Ediciones Idea, 2014): “mucho antes de las ejecuciones masivas de febrero de 1814 en La Guaira y Caracas, los valles de Aragua dejaron una prolija relación de españoles y canarios ejecutados en acto público ante los ojos estupefactos de sus parientes y amigos. El mismo 14 de agosto de 1813, en comunicación al presidente del Congreso de Nueva Granada, el Libertador especificó que «después de la batalla campal del Tinaquillo, marché sin detenerme por las ciudades y pueblos del Tocuyito, Valencia, Guayos, Guácara, San Joaquín, Maracay, Turmero, San Mateo y La Victoria, donde todos los europeos y canarios más criminales han sido pasados por las armas»”.
Citando los escritos del propio dirigente venezolano, Hernández señala que en Puerto Cabello, Bolívar utilizó a los prisioeros españoles como rehenes para exigir la rendición, amenazando con asesinarlos: “el único medio de salvar a los innumerables prisioneros españoles e isleños que están en mi poder, y le he hecho entender que a la menor dilación serán exterminados todos“.
Hernández también señala que en la localidad de La Victoria, los canarios Mateo de Torres y Francisco Díaz fueron mutilados y degollados salvajemente. También señala que en Los Valles de Aragua, “donde la presencia de españoles y muy especialmente de canarios era bien notable, y donde sus redes de paisanaje y parentesco estaban muy extendidas, las ejecuciones fueron muy comunes desde los primeros días de agosto de 1813“. El historiador también señala que Carúpano la persecución contra los españoles fue “particularmente despiadada”, y que allí “fueron «arcabuceadas» hasta las mujeres“.
La ejecución de 36 españoles como resultado de un frívolo y macabro banquete
Sobre las ejecuciones en Caracas, Hernández recoge el testimonio de José Domingo Díaz, señalando que “el 18 de agosto de 1813 fueron puestos en prisión la mayor parte de los españoles y canarios que existían en Caracas y demás pueblos”, y el día 20 “corrió la primera sangre del modo más escandaloso que el mundo ha visto jamás“. Los fusilamientos se llevaron a cabo de la forma más arbitraria, frívola y macabra:
Las ejecuciones masivas no se limitaron a Caracas y La Guaira. “En los primeros meses de 1814 los patriotas fusilaron sistemáticamente a los prisioneros españoles y canarios en Valencia y en otras localidades“, señala Hernández. La limpieza étnica desatada por Bolívar contra los españoles llevó al canario José “Chepito” González, antiguo partidario de la causa independentista, a pasarse de bando y pedir permiso a España para transportar varios cientos de milicianos desde Canarias a Caracas, para sumarse a la causa realista.“En aquel día dio el Sedicioso Rivas un convite en su casa, cuyo total de convidados ascendía a 36. A las 5 de la tarde el Doctor don Vicente Tejera, uno de ellos, pidió el permiso para un brindis; y concedido, manifestó que era preciso solemnizar aquel acto con brindar cada concurrente por la muerte de uno de los presos que se designase; se formó la lista correspondiente, y media hora después perecieron 36 personas en la plaza de La Catedral”.
Una limpieza étnica que acabó perjudicando al movimiento independentista
Hernández señala que el “Decreto de guerra a muerte” de Bolívar y las atrocidades que ordenó contra los españoles acabaron perjudicando a la imagen exterior de su causa independentista. La prensa parisina señaló: “las últimas noticias de Caracas, recibidas en Nueva York por el navío Henry Guilder, dicen que los patriotas han llevado al frenesí hasta proscribir sin distinción a todos los nativos de la vieja España y de las Islas Canarias. Se exceptúan muy contadas personas por creérseles firmemente adictas a su causa. Es imposible determinar el número de víctimas, pero, según los informes de Calabozo, Caracas, La Guaira, etc., se acercaría a los tres mil. Parece que estos afortunados europeos, una vez llevados ante una especie de tribunal, son ejecutados militarmente y luego saqueadas y quemadas sus casas“.
Así mismo, el historiador señala varios ejemplos de los chantajes llevados a cabo por el gobierno de Bolívar para exigir el pago de un rescate para evitar una ejecución, en algunos casos llevando a cabo el asesinato a pesar del pago de esa extorsión por parte de los familiares del reo. “La falta de recursos para el sostenimiento del aparato del Estado y del ejército llevó a las autoridades a un afán desmedido para incautar sumas de dinero a los españoles y canarios y a sus descendientes“, señala Hernández. “Incluso de los fallecidos por muerte natural y heredados por su mujer procedió el tribunal de secuestros”.
La leyenda rosa de Bolívar y la leyenda negra antiespañola
Es algo incongruente llamar “libertador” a un personaje como Bolívar, porque ejerció dos veces como dictador (en Perú y en la Gran Colombia), porque en tierras peruanas impuso una censura de prensa, que incluso castigaba con penas de hasta 6 años prisión a quienes hablasen mal de su gobierno, porque estableció un impuesto a los indígenas por el mero hecho de serlo y porque, además, cometió crímenes de guerra como los que acabamos de repasar.
Pero si en ciertos países tienen motivos nacionalistas para llamarle “libertador” (un significativo indicio de lo que entienden por libertad), lo realmente absurdo e indignante es que Bolívar tenga monumentos en su honor en España tras haber ordenado asesinar a miles de españoles que eran prisioneros de guerra e incluso enfermos de hospitales. El colmo de todos los disparates es que haya políticos españoles, que cobran sueldos públicos que pagamos todos y que incluso forman parte de nuestro gobierno, y que le reverencian y promueven una leyenda rosa de ese tirano y criminal, mientras respaldan toda leyenda negra antiespañola. Ya va siendo hora de poner fin a tanta falsificación de la historia y a tanta sinrazón.
https://www.tradicionviva.es/2022/08...ros-espanoles/
Alegato contra el decreto de Bolívar en la Gaceta de Caracas:
http://cic1.ucab.edu.ve/hmdg/bases/hmdg/textos/GACETA/GC_18150502.pdf
Última edición por Hyeronimus; 11/08/2022 a las 02:38
Simón Bolívar, su realidad ( I )
Cesáreo Jarabo 12/08/2022
Simón Bolívar, el genocida de Pasto, de Coro, de La Guaira… y de otros lugares, es objeto en estos momentos de una polémica generalizada, y conviene poner negro sobre blanco, obviando todo relato novelístico, cuál fue su actuación.
En principio, debemos tener en cuenta que los movimientos separatistas americanos tuvieron su origen en los intereses de Gran Bretaña, motivo por el obtuvieron un apoyo de primer orden en los liberales peninsulares, hasta el extremo que hubo una estrecha relación entre los militares pronunciados en España en 1820 y los diferentes caudillos separatistas.
La organización del separatismo tuvo lugar en Londres, donde se relacionaban personalmente y con frecuencia la práctica totalidad de los próceres, como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José de San Martín, Mariano Moreno, Carlos de Alvear, Bernardo O’Higgins, José Miguel Carrera, Juan Pío de Montúfar, Vicente Rocafuerte… y más adelante otros, quienes además mantuvieron frecuentes contactos con los centros políticos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
José María Blanco, alias Blanco White, que lo habíamos visto en 1808 lamiendo a los franceses, en 1810 creó en Londres el periódico El Español, que se convertiría en el órgano de los separatistas americanos, mientras el 21 de Julio de 1810, y al amparo de la situación de España, comisionados de Venezuela en Londres hicieron unas proposiciones a los británicos en las que se sometían a la protección de Inglaterra e hipotecaban el comercio y las explotaciones mineras a favor de esta.
Por su parte, Simón Bolívar, al objeto de completar su educación, había sido enviado por sus familiares a la Península el año 1799. Paso previo a su destino fue la Nueva España, donde permanecería por un período de tres meses.
Volvió a Caracas en 1802, de donde partió a Europa en 1803; y, tras contactos con personajes de la masonería, volvería en 1805 con el grado de maestro masón, tras haber evolucionado, al compás de la misma masonería, de una acendrada admiración por Napoleón a una oposición contumaz, la cual lo había acercado a la órbita británica, tomando relación con Humboldt, Oudinot, Delagarde…
En 1806 estaba de vuelta en Caracas dispuesto a colaborar con la intentona inglesa encabezada por Miranda; y en 1809, tras los sucesos del 19 de Abril, fue comisionado, junto a Andrés Bello y Luis López Méndez, para informar al gobierno británico de las novedades ocurridas y para ponerse bajo su protección, según nos relata puntualmente Daniel O’Leary, el comisionado extraoficial británico para controlar los pasos del libertador.
Qué hizo brotar el odio contra España en Bolívar es cuestión que alguien podrá investigar; pero, en cualquier caso, no era compartido ese sentimiento en el seno familiar. La hermana de Bolívar, que acabaría siendo desterrada por el libertador, era monárquica y declaradamente patriótica; la cual se comprometió con la causa de España escondiendo en su casa a quienes huían del sanguinario Bolívar, a quien calificaba públicamente como loco.
Loco o cuerdo, y según su lazarillo británico, Daniel O’Leary, se dedicaba al estudio de la constitución británica, procurando imitar los usos y costumbres de sus protectores.
En 1811 Simón Bolívar proclamaba la independencia de Venezuela, al tiempo que la masonería comenzaba a sembrar su labor por América, y el triángulo Bolívar-Inglaterra-masonería, quedaba perfectamente delimitado por el propio Bolívar, que en un convite que dio en Caracas, proclamó que debía sus triunfos a la protección de Lord Cochrane, gobernador de Martinica.
Mientras tanto, y al amparo de Inglaterra, un ejército de masones inundó España. La actuación de casi todos ellos es, en el mejor de los casos, discutible; pero es preciso destacar la acción que Carlos María Alvear, General de las Provincias Unidas, quién escribió sendas cartas al gobierno de Gran Bretaña y a su representante en Río de Janeiro, Lord Strangford en las que, con el mismo espíritu del agente Bolívar, reclamaba el envío de «tropas y un jefe» porque, decía: «Estas provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes y vivir bajo su influjo poderoso».
Con ese apoyo, que no tardó en llegar, el año 1813 dio Bolívar comienzo a la guerra de exterminio que despobló al país llevándose la vida de unas doscientas mil personas, el veinte por ciento de la población existente en 1800.
Pero la acción llevada por el pueblo en armas derrotó, en mayo de 1815, a la Segunda República venezolana, por lo que Simón Bolívar se refugió en Jamaica, principal estación británica en el Caribe, donde, como había hecho antes Carlos María Alvear, mostraba sumisión a Inglaterra, diciendo, entre otras prendas:
Luego que seamos fuertes, bajo los auspicios de una nación liberal que nos preste su protección, se nos verá de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria; entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que está destinada la América meridional. (Bolívar. Carta de Jamaica)
Su dependencia de Gran Bretaña y Francia la deja patente en un rosario de ocasiones.
Encontramos la Inglaterra y la Francia llamando la atención de todas las naciones, y dándoles lecciones eloqüentes, de todas especies en materias de Gobierno. La Revolución de estos dos grandes Pueblos, como un radiante meteoro, ha inundado el mundo con tal profusión de luces políticas, que ya todos los seres que piensan han aprendido quáles son los derechos del hombre, y quáles sus deberes.
Y en el mensaje a los habitantes de Nueva Granada de 30 de Junio de 1819, cuando las tropas británicas ya llevaban su tarea depredadora de manera ejemplar, señalaba:
De los más remotos climas, una legión británica ha dejado la patria de la gloria por adquirirse el renombre de salvadores de la América. En vuestro seno, granadinos, tenéis ya este ejército de amigos y bienhechores, y el Dios que protege siempre la humanidad afligida, concederá el triunfo a sus armas redentoras.
Armas redentoras que masacraron las poblaciones; armas redentoras que sometieron a la Hispanidad entera; armas redentoras que, literalmente, vaciaron las arcas de los virreinatos y transportaron los tesoros para mayor gloria de Inglaterra; armas redentoras que exterminaron pueblos indígenas; armas redentoras bajo cuyo auspicio se hundió el mercado de toda la Hispanidad en beneficio exclusivo del mercado británico; armas redentoras que, necesitando bases militares, no dudaron en quedarse gentilmente con las Islas Malvinas o con la Guayana.
El 15 de Agosto de 1818 hizo una nueva declaración de sus principios:
Extranjeros generosos y aguerridos han venido a ponerse bajo los estandartes de Venezuela. ¿Y podrán los tiranos continuar la lucha, cuando nuestra resistencia ha disminuido su fuerza y ha aumentado la nuestra?
Algo que no sería una cita aislada. Es menester recordar las palabras pronunciadas el 25 de julio de 1819 por el coronel Manuel Manrique, Jefe del Estado Mayor de Bolívar, durante la batalla del Pantano de Vargas, donde muchos de entre la minoría de neogranadinos que componían el ejército, acabaron desertando, siendo los ingleses, comandados por el coronel James Rooke quienes tomaron la iniciativa, que fue premiada por Manuel Manrique, quien reconoció:
Merecen una mención particular las Compañías Británicas a las que Su Excelencia, el Presidente de la República, les ha concedido la «Estrella de los Libertadores» en premio de su constancia y de su valor.
Y al respecto, también es conveniente destacar las acciones que merecieron ese reconocimiento: los mercenarios británicos cometieron toda clase de vejaciones, violaciones, robos y destrozos. Hasta las iglesias fueron profanadas.
Pero la cuestión no se limitaba a lo simbólico; pues, a cambio del apoyo de Inglaterra, Bolívar ofreció entregar al gobierno británico las provincias de Panamá y Nicaragua, para que le sirviese de centro comercial, de apertura hacia el Pacífico mediante la apertura de un canal en el istmo.
Era 1826. En Panamá convocó un congreso, denominado anfictiónico. En el mismo, Bolívar rendía América en bandeja a la Gran Bretaña. Planteó varios extremos que culminaban con que Inglaterra alcanzaría ventajas considerables por este arreglo; unas ventajas que se concretarían, en primer lugar, en la consolidación e incremento de su influencia en Europa; una circunstancia que se vería netamente apoyada por asentarse en América como árbitro económico y político, con lo que obtenía un lugar de privilegio para sus relaciones con Asia, y en esa dinámica, aseveraba Simón Bolívar, con los siglos llegaría a conformarse una nación cubriendo el universo.
No es algo extraordinario ni exclusivo de Bolívar. Hay que tener en cuenta que San Martín estuvo asesorado por el agente británico James Paroissien, quien, cuando en 1824 el libertador pasó a servir a su majestad británica en Londres, lo acogería en su casa.
Y el triángulo Paroissien-Bolívar-Sanmartín se cerraría posteriormente, cuando Paroissien regresó al Perú; donde, siguiendo instrucciones de Bolívar, sería el asesor de Sucre en su campaña de invasión del Alto Perú. Paroissien desarrolló la segunda parte de su labor, la cual consistía en el control de las zonas mineras, lógicamente a favor de empresas británicas, de donde acabaría consiguiendo la recompensa más apetecida: ser director de las minas, cuya gestión había conseguido a favor de la Asociación de Minería de Potosí, La Paz y Perú, de capital británico, naturalmente.
Con todas esas relaciones resulta curioso cuando menos el calificativo de patriota que Bolívar a su ejército, siendo que, además, contaba con un altísimo número de mercenarios extranjeros. Fue el ejército realista, denominado así al que se mantuvo fiel a España, el que estuvo integrado en su inmensa mayoría por patriotas españoles americanos, el 90 por cien de los cuales pertenecía a las diversas etnias: indios, mestizos, pardos, blancos y negros, siendo el 10 por cien restante de patriotas españoles peninsulares, y mantendrán su continuidad únicamente por reemplazos de americanos.
Los reemplazos del ejército de Bolívar se componían en gran parte de refuerzos británicos y de alistamientos forzados que eran conducidos a los centros de operaciones bajo fuerte custodia para evitar su deserción. Observadores extranjeros consignaron en sus memorias que a los reclutas se ataba las manos durante las marchas y solo les eran entregados armas y caballos poco antes de entrar en combate. Pero, pese a esta vigilancia, los desertores fueron tan numerosos como los reclutas; los oficiales locales, en efecto, informaban continuamente que los indios desertaban de sus hogares y huían a las montañas.
Siendo así, el resultado final, favorable a Inglaterra, no se obtendría hasta que los resortes tendidos en la península no funcionasen como estaba previsto.
No era todavía el momento, y Bolívar, en un manifiesto acto de traición capturó, acusado de traición, al general Francisco de Miranda y lo entregó a los realistas, que lo remitieron a Cádiz.
Esta traición le valió a Bolívar un salvoconducto de los militares realistas que le permitiría huir a Curazao, ocupada por los ingleses, quienes, por cierto, también se quedaron con el botín de Miranda.
Ya en la segunda mitad de 1813 Bolívar había vuelto de Jamaica y había sido nombrado brigadier tras la batalla de Cúcuta. Entró en Caracas el 6 de agosto, y fue nombrado capitán general y libertador.
Es en estos momentos cuando Bolívar decreta la guerra a muerte contra los peninsulares y los venezolanos partidarios del Rey, dando inicio a espeluznantes asesinatos en masa de prisioneros, dirigido por él mismo.
Así, en febrero de 1814, en Valencia, ordena la ejecución, por supuesto sin juicio, de 800 prisioneros. Acto que se repetiría en La Guaira y en Caracas, donde el número de asesinados se elevó a unos mil.
La orden era contundente:
•Por el oficio de US., de 4 del actual, que acabo de recibir, me impongo de las criticas circunstancias en que se encuentra esa plaza, con poca guarnición y un crecido número de presos. En su consecuencia, ordeno á US. que inmediatamente se pasen por las armas todos los españoles presos en esas bóvedas y en el hospital, sin excepción alguna.
Cuartel General Libertador, en Valencia, 8 de Febrero de 1814.
A las ocho de la noche.
Simón Bolívar.
Para justificar esta actuación, el panegirista y controlador británico Daniel O’Leary no encuentra otro camino que el adentrarse en la historia negra creada por ellos mismos, y acto seguido pone en manos de españoles aquello que los británicos demostraron dominar a la perfección.
Pero es necesario señalar la actuación llevada a cabo por los separatistas, al amparo de Inglaterra. Para ello, nada mejor que una cita de Luis Corsi:
En el curso de enero de 1813 el coronel republicano Antonio Nicolás Briceño, un verdadero delincuente, en asocio de algunos aventureros, principalmente extranjeros, lanzó el primer manifiesto de Guerra a Muerte en cuyo articulado se enuncia que para tener derecho a una recompensa o un grado bastará con presentar cierto número de cabezas en las siguientes proporciones: el soldado que presentase 20 cabezas sería hecho insignia en actividad, 30 le valdrían el grado de subteniente, 50 el de capitán, etc.; además, en la misma proporción se repartirían los bienes de las víctimas. Su texto fue enviado para ser refrendado a los generales Castillo y Bolívar, en sendas copias escritas con la sangre de dos ancianos peninsulares asesinados, cuyas cabezas adjuntó este «oficial de honor» como le denominó posteriormente Bolívar cuando a su vez supo de su fusilamiento por el «bárbaro y cobarde Tízcar». (Corsi, la fuerza: 76).
El terror al genocidio iniciado por las tropas del agente Bolívar precedía a su llegada. La fama de sus asesinatos corría de boca en boca. El despotismo, el ultraje y el saqueo tomaron cuerpo donde imperaban los separatistas; quienes, para mayor escarnio, hacían ostentación de su poder al amparo de los excesos que sobre la población indefensa ejecutaba un ejército de desarrapados que llevaba hasta el extremo el edicto bolivariano, que destruían todo a su paso: obrajes, pequeñas industrias…, todo aquello que perjudicaba a los intereses del mercantilismo británico, preparando el terreno para lo que vendría después.
Cesáreo Jarabo
https://espanaenlahistoria.org/perso...la-realidad-i/
Simón Bolivar, su realidad (y II)
Cesáreo Jarabo 19/08/2022
En La Guaira, llena de prisioneros y pocas tropas, decide que el único camino es el fusilamiento, incluido el de los enfermos.
El comandante Arismendi, aterrorizado por la magnitud de la masacre que se iba a perpetrar a instancias de Bolívar, amenaza con no cumplir la orden, pero el libertador insiste en que todos deben ser fusilados, sin perdón para nadie.
En este período la actividad militar del ejército patriota en el que, además de Boves, debemos reseñar la especial actuación de Francisco Morales y Francisco Rosete entre otros, acaba destruyendo la Segunda República separatista de Venezuela, cuyos generales, Santiago Mariño, José Félix Ribas, Rafael Urdaneta, y otros, con Simón Bolívar incluido, fueron sucumbiendo sin solución.
Ante esa situación, Antonio Nariño recibió autorización del Congreso Republicano para presentar la rendición, pero Bolívar se impuso ante el mismo congreso y, tras tomar Caracas, la sometió a saqueo, proliferando gran cantidad de asesinatos, lo que posteriormente daría pie a la réplica que después desarrollaría el también masón Pablo Morillo.
En 1813, La situación del momento la refleja el separatista Rafael Urdaneta, quién en un comunicado deja manifiesta la españolidad de los pueblos, y su oposición activa.
Muestra de esa actitud pueblo fue dada por el Cabildo de Pasto el 4 de abril del año 1814 cuando, en respuesta a una misiva del General Antonio Nariño conminando a los pastusos a deponer las armas y a sumarse a la revuelta, amenazando de lo contrario con una incursión militar, estos responden con su declaración de españolidad.
Pasto sería vencida y sometida a todo tipo de vejámenes: fusilamientos, asesinatos, expropiaciones y destierros.
Por su parte, el 19 de junio de 1815 Simón Bolívar dejaba clara su dependencia:
Yo deseo continuar sirviendo a mi patria, para el bien general de la humanidad y el aumento del comercio británico… Estoy convencido de que únicamente Inglaterra es capaz de proteger los preciados derechos del mundo, ya que es grande, gloriosa y sabia.
Bolívar salió huyendo el 9 de junio de 1815 hacia Jamaica embarcado en un buque inglés. Allí redactaría su famosa carta y de allí volvería a la lucha bajo bandera británica. Esta huida lo enfrentaría con Santiago Mariño y Manuel Piar, quienes amenazaron con fusilarlo. Finalmente sería él quien fusilase a Piar, en 1817, decretando, además, pena de muerte para quién pidiese benevolencia.
Hasta marzo de 1816 había estado entre Jamaica y Haití, de donde partiría primero para isla Margarita, desembarcando en Ocumare el 16 de julio de 1816, cuando emitió un comunicado revocando su decreto de Guerra a Muerte.
En Junio de 1816 escribía cartas al almirante inglés de Barbados y al gobernador de Trinidad informándoles de su arribo a Costa Firme. En febrero de 1817 iniciaba San Martín la campaña de Chile, tras la cual organizaba una armada al mando de Lord Cochrane, con la que atacaría Perú. Y los nombres como Mac Gregor, Soublette, Ardí, Dubouille, Rook, Foley, Mackintosh, Wilson, comienzan a repetirse en el curso de la guerra.
En septiembre de 1818 llegaba a Venezuela una nueva legión de mercenarios británicos, tras lo cual, el 15 de febrero de 1819 siguiente, Simón Bolívar pronunció su célebre discurso en la instalación del Congreso de Angostura.
El 20 de noviembre de 1819, Simón Bolívar declaró la independencia de Venezuela; y el 17 de diciembre del mismo año se erigió la República de Bolivia.
El 24 de junio de 1821, Bolívar, Santiago Mariño y Páez derrotan a De la Torre en Carabobo. Esta victoria abría a Bolívar la entrada a Caracas, pero no a la Caracas que conocía, sino a una ciudad semidesierta.
En lo tocante al escabroso tema de la esclavitud que, a pesar de todo, existía en los territorios hispánicos y es digno de ser atendido en un trabajo aparte, los próceres llevaron una actuación ambigua. Y es que la realidad se impone a la ficción liberal.
Uno de los argumentos usados por Bolívar para pedir ayuda a su Inglaterra protectora era justamente contra la liberación de esclavos llevada a cabo por la administración española. Así, reclamaba ayuda al gobernador de Barbados aduciendo que
el odio del hombre de color contra el blanco, promovido y fomentado por nuestros enemigos, van a contagiar a todas las provincias inglesas.
Lo que desconocía Bolívar es que su patria británica se estaba planteando la supresión de la esclavitud al resultarle lesiva con los nuevos métodos de producción.
Tras la batalla de Carabobo, decretó Bolívar la libertad de los esclavos, siendo seis los únicos beneficiarios de la medida.
El 20 de agosto de 1821, el Congreso de Cúcuta sancionaba una constitución liberal. Bolívar era elegido presidente de la Gran Colombia, y Francisco de Paula Santander, su vicepresidente.
Pero Santander también quería ser cabeza de ratón, y esto no disgustaba a Inglaterra, que prefería manejar colonias manejables; así, en Colombia, los partidarios de Bolívar se vieron obligados a ceder, constituyéndose en 1832 como República de la Nueva Granada, con lo que quedaba disuelta la Gran Colombia.
En el entretanto, los patriotas seguían sin doblegarse al agente británico. Pasto se había convertido en un bastión que no cedía el empuje separatista… Y Pasto era lugar estratégico para el desarrollo de los intereses comerciales británicos.
En el entretanto, los patriotas seguían sin doblegarse al agente británico. Pasto se había convertido en un bastión que no cedía el empuje separatista… Y Pasto era lugar estratégico para el desarrollo de los intereses comerciales británicos. El 25 de Diciembre de 1822, Antonio José de Sucre tomó Pasto imprimiendo una dura represión.Hombres, mujeres y niños fueron exterminados, en medio de los más escalofriantes abusos. No respetaron ni a los ancianos de 80 años ni a los niños de pecho.
Las acciones duraron tres días que debieron parecer eternos a los pastusos, y de su acción, como también había sucedido en la Península, no se salvaron los archivos públicos y los libros parroquiales.
Bolívar, a lo que resulta de las opiniones vertidas sobre Pasto, habría deseado que nunca hubiese existido… o habría deseado exterminarlo como posteriormente sería exterminado el pueblo selkman en la Patagonia.
Y la acción y resistencia del pueblo pastuso seguirá siendo un ejemplo para el pueblo hispánico. Solo un genocida sin alma, o sencillamente un demente, pudo ordenar semejante actuación contra un pueblo.
Su odio hacia los pastusos parece alcanzar un grado de enfermedad, a juzgar por lo descrito por Luis Perú de Lacroix, masón y edecán de Bolívar, que escribió en sus memorias algunas sentencias del libertador:
Los pastusos deben ser aniquilados, y sus mujeres e hijos transportados a otra parte, dando aquel país a una colonia militar.
Agualongo, quien creía haber encontrado el momento de la revancha, se lanzó sobre Quito con un ejército de unas ochocientos voluntarios. En el curso de esta campaña tomó Ibarra el 12 de Julio de 1823; pero el 17 tuvo un nuevo encuentro que resultó fatal. El ejército separatista, comandado por el agente británico Simón Bolívar, infligió una terrible derrota a los pastusos, de los que la práctica totalidad pagó con su vida la ilusión de la venganza.
Hecho prisionero Agualongo, fue ejecutado el trece de julio de 1824.
Ante el pelotón de fusilamiento exclamó que, si tuviese veinte vidas, estaba dispuesto a inmolarlas por su religión y por su Rey de España, suplicó que no le vendaran, porque quería morir cara al sol, mirando la muerte de frente, sin pestañear, siempre recio, como su suelo y su estirpe.
Agualongo sí era indio… Y sólo la facción de Bolívar contó con entre 7000 y 8000 soldados británicos.
Pero no fue sólo Pasto. Con relación a Coro, que tantas muestras había dado de mantenerse fiel a la Patria, manifestaba el genocida en carta a Rafael Urdaneta el 24 de diciembre de 1826:
Yo creo que, si los españoles se acercan a estas costas, levantarán 4 ó 5.000 indios en esta sola provincia.
En el cénit de Junio de 1825, como dándose cuenta del tipo de apoyos que contaba, reflexionaba desde el Cuzco:
Es muy raro lo que sucede en el Alto Perú: él quiere ser independiente y todo el mundo lo quiere dejar con la independencia.
Ningún “libertador” ocultó su dependencia política y económica de Inglaterra; y, lógicamente, ésta se extendería como el aceite por toda la América. Todos los territorios “liberados” fueron firmando onerosos tratados de comercio que los encadenaban a Inglaterra.
Hacia 1829, Colombia tenía una deuda acumulada de 6.688.949,20 libras esterlinas. Los tres estados en que se balcanizó se verían lastrados por la que sería conocida como «Deuda Inglesa». Muestra de lo acaecido con todos los tratados de comercio que fueron firmados por todos los países “independientes” (incluido el que continuó llamándose España), surgidos tras la diáspora.
Conseguidos ya todos los objetivos militares británicos, tocaba consolidar otros aspectos; así, en Panamá, al amparo de la crisis nacida como consecuencia del enfrentamiento entre Bolívar y Santander, en un acta del 16 de septiembre de 1826, los mercaderes istmeños plasmaron su proyecto: no importa cómo se resuelva el problema político en Colombia, siempre que ambas partes coincidan en convertir al Istmo en un país hanseático.
Era el signo del destino a que está sometido el mundo hispánico en el proyecto británico: la absoluta disolución, hasta las últimas consecuencias, y siempre que conlleve el sometimiento a los intereses ingleses.
Un nuevo estatuto colonial bajo la forma de protectorado en el que los ingleses son los guardianes, en principio, de la economía; y de ahí, a todos y cada uno de los ámbitos de la vida… hasta la imposición de su música, de su comida basura, de sus vicios, y últimamente de su idioma.
Debemos tener presente que la 1ª Junta de las Provincias Unidas (Luego Argentina) alargó sin fecha de finalización el convenio de libertad de comercio de Inglaterra, siendo que la balanza de pagos era contraria a las Provincias Unidas, … en un 90 por ciento. Por cada 10 unidades monetarias que exportaba, importaba cien de Inglaterra.
Todas esas situaciones son objetivos conseguidos por los libertadores, y muy en concreto por Simón Bolívar.
Como ejemplo del rosario de actos que podemos calificar de traición a la Patria, vamos a señalar tres hechos: Simón Bolívar propone, el 6 de Julio de 1829, situar a Colombia como protectorado de la Gran Bretaña; José María Urvina, presidente que fue de Ecuador entre 1852 y 1856, solicitó formalmente a los EE. UU. convertir Ecuador en un protectorado; Eloy Alfaro ofreció Galápagos a EE.UU. como base militar permanente, y de hecho fue utilizada como tal durante el curso de la II Guerra Mundial… Pero podemos seguir con las Islas Malvinas, con Puerto Rico, con Filipinas, con el no uso del submarino en la guerra contra Estados Unidos… en un rosario sin fin.
Pero desgranemos alguna cuenta más del rosario en estos primeros momentos de la separación. Olmedo Beluche nos señala que el año 1830:
Un grupo de notables panameños, agrupados en el Gran Círculo Istmeño gestionan ante el cónsul británico la secesión de Panamá, colocándolo como un protectorado inglés.
Tal vez animados por esta invitación, en 1836, los británicos reclamaron el derecho de administrar el territorio de Belice, quedando como colonia subordinada a Jamaica con el nombre de Honduras Británica.
Era la respuesta lógica de quienes tantas invitaciones habían recibido para efectuar su labor depredadora, ya que la sumisión a Inglaterra fue reiteradamente solicitada por Bolívar.
A mediados de marzo de 1825, encontrándose en Lima, lo escribió al Vicepresidente Santander y se lo dijo también al Capitán de navío inglés Thomas Mailing.
No era un brote puntual de agradecimiento del siervo a su señor, pues este mismo extremo volvió a repetírselo a Santander en el Cuzco en julio de 1825. Y el embajador en Londres volvería a hacerlo en diciembre del mismo año…
Quedaba claro que las nuevas formas de colonización llevadas a cabo por Inglaterra no pasaban por la ocupación militar, pero Bolívar no acababa de entenderlo y continuó insistiendo en su petición. Así, volvió a exponerlo al Cónsul General en el Perú en 1826… y lo único que consiguió fue que la metrópoli estuviese presente en el Congreso anfictiónico de Panamá de 1826. Y nuevamente volvió a la carga en 1827.
Y en medio de esta merienda de británicos, Gregor MacGregor, el compañero de Miranda y luego general de Bolívar, bajo cuyo mandato se proclamó durante dos meses Brigadier general de las provincias unidas de Nueva Granada y Venezuela, y general en jefe de los ejércitos de las dos Floridas, fue nombrado diputado en el congreso constituyente de Cúcuta. En 1820 se autoproclamaba cacique del Principado de Poyais y Costa Mosquito Este aventurero moriría en Venezuela con el rango de general, y América entera se había convertido en mercadería en manos británicas.
Inglaterra se apoderó de todos los recursos naturales a uno y otro lado del Atlántico… Y todo a un moderado coste ajeno…. Medio millón de muertos que el agente Bolívar (al alimón con el coro de agentes enquistados en los órganos de poder de España) inmoló en honor de sus amos.
Y sí, Bolívar fue un buen vasallo de su señor: Inglaterra.
https://espanaenlahistoria.org/perso...realidad-y-ii/
La Estatua de Simón Bolívar en Inglaterra
Ole por el ecuatoriano. Sólo habría que explicarle que Felipe no es el Rey, aunque desde luego su gesto ante la supuesta reliquia del ídolo fue un gesto de dignidad que todo español o hispanoamericano de bien habría hecho. Quizá lo único bueno que el borbón ha hecho.
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