Re: Estados Unidos también es Hispanoamérica
Cuando escuché el discurso de toma de posesión, en mi casa dije: "es el discurso de un nacionalista". Está claro que hay factores decisivos y actos que vienen como consecuencia de otros. Desde la toma de posesión no ha hecho otra cosa que anular actos de Obama: la web de la Casa Blanca abierta a los homosexuales, rojos, etc., etc. A continuación desaparece la versión en español, y no sabemos qué más, porque la Prensa se hace eco sólo de algunas cuestiones de forma interesada.
Pero hay dos cuestiones en las que quiero incidir. Aunque se apoya en los WASP, tampoco lo es tanto: su mujer no lo es. Es blanca, si, pero no es anglosajona y en religión tampoco es anglicana.
Por razones puramente personales no puedo dar detalles, pero yo tengo familia con parentesco directo en Estados Unidos. Al poco tiempo de llegar ya habían establecido algunas amistades y eran presentados como "españoles europeos", pues ellos decían "we are from to Spain", y las respuestas que obtenían eran: "¡ah! entonces de los buenos". Hoy por tiempo y oportunidad, tienen pasaporte americano y en el apartado de raza pone: "white", lo he leído con mis propios ojos.
Una variable que se suele tener en cuenta en los estudios sociológicos sobre el racismo, es la referencia al estatus social y al nivel de riqueza de las personas que por su origen y color son más susceptibles de discriminación. La actual imagen de los subsaharianos que nos vende la Prensa es la de refugiados que llegan en patera con lo puesto. Ahora supongamos que en lugar de ellos, los negros bajasen por las escalerillas de los aviones, o descendiesen de transatlánticos en cruceros, que llevasen sus cámaras, sus camisas floreadas, sus sonrisas, amabilidades, hablando con todo el mundo y con las carteras repletas de dólares. ¿Cuál sería la percepción que habría de los negros y cómo serían recibidos?
Lamentablemente mientras los hijos de México y de otros países al Sur de Río Grande son recibidos como todos sabemos, a los españoles que van a Nueva York los conocen por "two for one", ya que llegan con buenas carteras y se inflan a comprar en las avenidas neoyorkinas y gastar en los restaurantes. A esos no les ponen pegas a su español. Y, finalmente, también influye el acento, pues no es igual el de España, que el de los diferentes acentos de Hispanoamérica. Me suele molestar bastante y hasta mucho, que cuando busco alguna película en Internet para verla, me tropiezo con comentarios muy ofensivos de hispanoamericanos contra el acento de España, si es que la película no está doblada según sus formas de expresión y entonación y hasta donde yo sé, nosotros no somos WASP.
Última edición por Valmadian; 24/01/2017 a las 01:45
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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