Iniciado por xtremeadesign
México es un país de varios pueblos, culturas y en pequeñas porciones razas
por lo tanto no esta de todo mal eliminar todo lo mencionado ya que con eso se evitarían regionalismos, separatismos y tratos preferenciales.
Iniciado por xtremeadesign
México es un país de varios pueblos, culturas y en pequeñas porciones razas
por lo tanto no esta de todo mal eliminar todo lo mencionado ya que con eso se evitarían regionalismos, separatismos y tratos preferenciales.
El regionalismo forma parte de la tradición política de las Españas, así que no entiendo por qué lo mezclas. ¿ Tratos preferenciales ? El Foralismo no era eso, sino atender la diversidad en su natural función, con la política como espíritu de servicio. Claro que esto, porque el hombre es hombre, nunca será 100 % perfecto. Pero siempre será más justo que el denigrante centralismo que a su modo también preconizan los separatistas.
Mi estimado mmmm... Regionalismos, la bandera de le Republica del rio grande, pero si aquí en los estados del noreste vivimos de forma diferente que para el sur, eso pues bien lo sabes por nuestros fundadores o del Canto, Montemayor etc, no fundaron Saltillo, Monterrey Torreón, por decir algo, y que ellos eran sefarditas Huerco, nuestra gastronomía Judía, Arabe, con mezcla de lo Mexicano, ¿acaso en todo el país se comen las tortillas de hasrina o "panochitas de torreón" el cabrito, carne asada, y todo lo que nos distingue a los norestenses?
¿No eran los soldados de los Presidios de aquí más habiles que los apaches e indios de la región a los que exterminarón, y superiores a las tropas reales del centro del país, incluso superior al soldado peninsular?
Mi estimado mmmm... Regionalismos, la bandera de le Republica del rio grande, pero si aquí en los estados del noreste vivimos de forma diferente que para el sur, eso pues bien lo sabes por nuestros fundadores o del Canto, Montemayor etc, no fundaron Saltillo, Monterrey Torreón, por decir algo, y que ellos eran sefarditas Huerco, nuestra gastronomía Judía, Arabe, con mezcla de lo Mexicano, ¿acaso en todo el país se comen las tortillas de hasrina o "panochitas de torreón" el cabrito, carne asada, y todo lo que nos distingue a los norestenses?
¿No eran los soldados de los Presidios de aquí más habiles que los apaches e indios de la región a los que exterminarón, y superiores a las tropas reales del centro del país, incluso superior al soldado peninsular?
"en atención a que esta clase de tropa era la más útil que podía encontrarse para transitar aquellos desiertos países porque los conocen a palmos, y además de ser tan valientes para batirse como cualquiera otra buena tropa, tienen otras muchas circunstancias apreciabilísimas que adquieren desde la niñez y de hacer correrías continuas para defender las fronteras y para perseguir a los bárbaros que las hostilizan. Así es que saben distinguir toda clase de huellas, los días que tienen de impresas y las señas y humaredas que por su número, posición y distribución en los lugares altos y bajos, en cuadros, triángulos, grupos, etc. sirven de medios de inteligencia a los mismos enemigos, y así mismo conocen las señales del tiempo, el cambio de temperatura y las horas de la noche por el curso de las estrellas. Son excelentes tiradores, jinetes, y nadadores, incansables en las fatigas, extraordinariamente sobrios, cuidadores admirables de toda clase de animales, cautos contra todas asechanzas de los bárbaros, buenos bogadores, canoeros, utilísimos para el manejo de las carretas y mulas de carga, para la matanza de reses, y sin iguales para guías y correos en aquellos desiertos y veredas que nadie entiende ni conoce como ellos".
En 1785, el Virrey de Gálvez también distinguía a los soldados presidiales de los regulares:
"Los soldados presidiales son del país, más aptos que el Europeo para esa guerra, siendo preocupación de estos últimos creer que a los Americanos les falta el espíritu y la generosidad para las armas, atendiendo a que en todas las épocas y naciones la guerra ha hecho valientes y la inacción cobardes.
Y si es esta una verdad inconstratable, es precisa consecuencia que deben ser fuertes y aguerridos unos hombres que nacen y se crían en medio de los peligros.
No son menos bravos los criollos de tierra-adentro que los indios con que pelean, pero las circunstancias que los acompañan no son tan favorables, su ligereza y agilidad a caballo grande (respecto a la de los Europeos), es perezosa comparada a la de los indios, y nuestra religión que pide otras justas atenciones en la muerte, no permite en los últimos instantes aquellas apariencias de generosidad con que mueren ellos; pues los apaches ríen y cantan en los últimos momentos para adquirir su mentida gloria, y nosotros aspiramos a la verdadera por medio del llanto y el arrepentimiento resultando que al paso que a ellos se animan y se envidian, los nuestros se abaten y se entristecen.
Tampoco pueden nuestros soldados sufrir la sed y el hambre con la misma constancia del indio, ni resistir con la misma indolencia la intemperie porque el distinto resguardo con que se crían los hace más sensibles y delicados".
Las funciones que cumplían eran muchas: Protegían las misiones, las poblaciones y los caminos, escoltaban las caravanas de provisiones y el correo, cuidaban las manadas de caballada con que los presidios contaban, patrullaban por las grandes extensiones en busca de rastros de indios hostiles, etc. Además, los soldados presidiales recibían merced de tierras para cultivo y ganadería, que los ayudaba a su sustento. De todas las anteriores, la función más relevante y que fue su razón de existir, fue la del combate a los indios.
Los indios a que los soldados presidiales se enfrentaban no eran como los que enfrentó Cortés. Los Aztecas eran sedentarios y tenían un régimen político gobernado por un rey. Con el dominio de ese régimen en la guerra de conquista, se logró el dominio de todos los indios del centro de México. Los indios del norte eran nómadas y no tenían un jefe común. Los soldados presidiales se enfrentaban a muchos grupos con jefes distintos que se movían por todo el territorio. Había que dominarlos a todos para lograr la pacificación de las provincias. Además, esos indios tenían un carácter difícil y eran muy violentos. Los que más problemas causaron fueron los terribles apaches.
El uniforme que utilizaban estaba mandado por el reglamento de 1772, que decia: "El vestuario de los soldados de presidio ha de ser uniforme en todos, y constará de una chupa corta de tripe, o paño azul, con una pequeña vuelta y collarín encarnado, calzón de tripe azul, capa de paño del mismo color, cartuchera, cuera y bandolera de gamuza, en la forma que actualmente las usan, y en la bandolera bordado el nombre del presidio, para que se distingan unos de otros, corbatín negro, sombrero, zapatos, y botines."
Por la utilización de la cuera como uniforme, se les conoció también con el nombre soldados de cuera o dragones de cuera. Esta era un abrigo largo sin mangas, constituido por hasta siete capas de piel, resistente a las flechas de los indios enemigos, que sustituyó a las corazas metálicas de la conquista. Al principio solo eran utilizadas por los oficiales, pero dado a su eficacia su uso se extendió a toda la tropa, llegando a ser parte del uniforme reglamentario. Como su peso llegaba a ser hasta de 10 kg., con el tiempo, el largo de la cuera que llegaba casi hasta las rodillas, se fue acortando hasta que al fines del siglo XVIII y durante el XIX llegaba solo a la cintura a modo de chaquetón. Generalmente era color blanco con el escudo Español bordado en las bolsas. También se utilizó color piel (café).
Las armas que el mismo reglamento de 1772 mandaba, eran una espada ancha, lanza, adarga, escopeta y pistolas, además el soldado debía contar con seis caballos, un potro y una mula.
La adarga era un escudo en forma de dos círculos traslapados fabricado de piel, capaz de contener las flechas y los golpes de los indios. En su lugar se podía utilizar la rodela, también de piel, pero de forma circular. Tenían el escudo de España dibujado.
El armamento utilizado por los soldados de presidiales durante los siglos XVIII y XIX ha sido tema de largas discusiones de los historiadores porque algunos lo consideran anticuado para la época, cuando las milicias en Europa ya utilizaban primordialmente las armas de fuego, y la lanza y el escudo prácticamente ya no formaban parte de su armamento. Sin embargo, las armas de fuego eran útiles solamente cuando el enemigo presentaba un grupo compacto y daba oportunidad al lento proceso de recargarlas (en el tiempo que el soldado recargaba su escopeta, el indio podía lanzar varias flechas con su arco), pero los indios, conocedores de las limitaciones de las armas de fuego, atacaban muy dispersos y desplegaban velocidad en sus acercamientos, por lo que frecuentemente se llegaba a la lucha cuerpo a cuerpo. Entonces la lanza, la espada y la adarga (o rodela) eran más eficaces. En algunas ocasiones los mismos soldados utilizaron el arco y la flecha.
Su grito de guerra al empezar un combate era "Santiago, y a ellos".
La bandera más utilizada en Coahuila por los soldados presidiales fue la Cruz de Borgoña. Fueron leales al Rey, combatieron las incursiones de los franceses, los anglos y los rusos, y su lealtad los llevó a combatir también contra los insurgentes. Participaron relevantemente en el prendimiento del cura Don Miguel Hidalgo en Bajan, en una época en que por varios años habían estado combatiendo con mucho éxito las incursiones de intrusos extranjeros en Texas.
Estos hombres, junto con los indios y los misioneros, tuvieron parte muy relevante en la formación y desarrollo del estado de Coahuila (y Texas), y son muchas las familias actuales que descienden de ellos. En los manuscritos de relatos de los siglos pasados se pueden encontrar los apellidos Ramón, Galán, Villarreal, Menchaca, Elizondo, Valdés, Garza, Múzquiz, Maldonado, Rodríguez, Gutiérrez, Burciaga, Cadena, Flores, Fuentes, Siller, Orozco, Delgado, etc., etc., que son muy comunes en la región.
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