Ciudad de Méjico-San Luis Potosí, 21-24 septiembre 2006. El pasado día 21, Miguel Ayuso, jefe de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, fue recibido en la Ciudad de Méjico por el profesor Miguel Navarro, delegado de la Comunión Tradicionalista en la Nueva España, quien se desplazó a tal efecto desde la ciudad de Guadalajara en la que vive.
Tras rezar ante la Santísima Virgen de Guadalupe, y de visitar la capilla original de las apariciones en el cerro del Tepeyac, se trasladaron al zócalo de la capital, donde hicieron un recorrido que incluyó singularmente la Catedral y el antiguo Palacio de los Virreyes.
El sábado 23 emprendieron camino a San Luis Potosí, para saludar en su residencia al Capitán de Requetés don Eduardo Bustindui Gutiérrez-Solana (de quien los lectores de FARO ya tienen noticia por despachos de 19/20 de julio y 7 de septiembre), de la 1ª Compañía del Tercio de Oriamendi, guipuzcoano de San Sebastián, a punto de cumplir 94 años, con lucidez y humor envidiables, también en excelente forma física, y siempre fiel a la Causa. Don Eduardo recibió a los visitantes rodeado de su familia, singularmente -ausente por viaje su hijo Gonzalo- sus hijas Elena y Maite, acompañadas de sus maridos, los señores Puente y Curiel, y de algunos de sus nietos: Íñigo, Carlos, Aránzazu e Itziar.
El profesor Ayuso le hizo entrega de la carta que el Duque de Aranjuez le ha dirigido, que reproducimos con permiso del destinatario:
En Lignières, a 15 de septiembre de 2006
Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores
Sr. Capitán de Requetés D. Eduardo Bustindui Gutiérrez-Solana
San Luis Potosí
Mi querido Capitán Bustindui:
Aprovecho el viaje de mi Jefe-Delegado, el profesor Miguel Ayuso, a la Nueva España y su disponibilidad para viajar a San Luis Potosí acompañado del Delegado Regional, para hacerte llegar mi recuerdo más cariñoso y agradecido. Nuestra Comunión no es una agrupación para disfrutar de algunas migajas de influencia en la sociedad y ni siquiera un aparato para la conquista del poder. No. Es la Custodia de la Tradición hispánica. Sin desconocer los apremios de cada hora, no se deja en cambio aprisionar por ellos, ya que es intemporal. Las batallas que combatimos son, así, ecos de la que la Mujer -a cuya estirpe deseamos merecer pertenecer- sostiene con la Serpiente. Eso hace que los gloriosos requetés de 1936 sigan hoy en primera línea junto con quienes sólo hemos conocido días menos heroicos y más tristes. Y todos, idealmente, formamos junto con los veteranos de las guerras del XIX…
Hoy queremos simbolizar en ti esa continuidad venerable. Y por ello homenajeamos singularmente al Capitán de Requetés, que a lo largo de toda nuestra Cruzada tuvo el mando de la 1ª Compañía del Tercio Oriamendi. Que fue gravemente herido en "La Muela" de Teruel. Y que en una feliz y serena ancianidad ha conservado en su familia los mismos sentimientos de fe en Dios y lealtad a la Causa de la Tradición que le hicieron empuñar las armas, obedeciendo la orden que mi Augusto padre, siguiendo las indicaciones de su tío el Rey Don Alfonso Carlos, transmitió el 17 de julio de 1936.
Comprenderás, mi querido Capitán Bustindui, que me emocione al recordar tu peripecia, que es la de tantos otros, todos héroes conocidos, que en nuestra Comunión Tradicionalista nunca hubo héroes anónimos, pues nadie lo es tal -como reza la Ordenanza del Requeté- ante Dios Nuestro Señor. Me hubiera gustado visitarte y rendirte en persona el homenaje que mereces. Ante la imposibilidad de hacerlo por ahora, permíteme expresarte mis sentimientos por medio de esta carta.
En unión de ideales,
Sixto Enrique de Borbón
El Capitán Bustindui la agradeció con gran emoción, al tiempo que encargó al profesor Ayuso transmitiera al Abanderado su adhesión y respeto. El jefe delegado, por su parte, dio gracias a Dios por la perseverancia y lucidez de ese viejo combatiente y caballero carlista que es el Capitán Bustindui.
Don Eduardo Bustindui comentó durante varias horas diversas peripecias de su participación en la Cruzada, su visita al Rey Don Alfonso Carlos en San Juan de Luz y sus recuerdos del a la sazón Príncipe Regente Don Javier. Luego la familia del Capitán Bustindui agasajó a los visitantes con una cena en la Gran Vía y, al día siguiente, antes de emprender el regreso a la Ciudad de Méjico, con un desayuno en el Hotel Quinta Real.
Fotografía del Capitán Eduardo Bustindui en su domicilio con el jefe de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón en http://es.pg.photos.yahoo.com/ph/faroagencia/my_photos
El Capitán Bustindui en la web de José Álvarez Limia, requeté que combatió a sus órdenes: http://www.josealimia.com/capitan.html
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