El antihispanismo en Argentina debe mucho a los comentarios de los intelectuales desde el siglo XIX hasta el presente, que polemizaron con la antigua metrópolis. Con esto no quiero decir que el antihispanismo sea moderno, pero se le ha dado un soplo muy fuerte en los últimos tiempos, por ejemplo "Un tal Lucas" de Julio Cortázar, por citar un ejemplo. Cortázar pertenece a una tradición antihispanica rioplatense, y posee un imaginario sobre la hispanidad cargado de exotismo de cepa porteña-parisino. Incluso me atrevería a decir que Borges tuvo un antihispanismo de signo criollista y decimonónico. Y sigo: Alberdi, Sarmiento, Piglia...

Me paro a considerar la génesis del hispanismo en general y siempre hay que volver a las independencias para entenderlo y a los romanticismos que son proyecciones de las mismas. Se pasa de criticar a la literatura española reciente a llamar-como alguien dijo- a España "una cuna silenciosa y eterna" para continuar negando cualquier aporte positivo que venga de la península.

Permítanme copiar estas palabras del argentino Juan María Gutierrez:

La nación española presenta un fenómeno que sólo puede explicarse con conocimiento de su historia política. Dotada de un suelo feraz y variado, fecunda en hombres de talento e imaginación, atrevidos en la guerra, sufridos en los trabajos, constantes en las grandes empresas, nunca ha salido de un puesto humilde e ignorado en la escala de la civilización europea.
Lo último ya es decir que no se encuentra un español con talento con respecto a los europeos. Pero esa valoración no es exclusivamente hispanoamericana, ya teníamos a Unamuno que quería europeizar y desespañolizar España. El antihispanismo ha estado y está tan difundido aquí y allá que cualquier libro que defienda los aportes de España se convierte en polémica.

El antihispanismo político producto de la independencia se puede llegar a entender como reacción y como algo con fecha de caducidad pero lamentablemente va más allá... es una tradición aceptada en países "hispanos" que no reconoce en España el modelo alguno sino todo lo contrario.

Es muy triste.