Estimados amigos:
Creo que soy el primer oriental (realmente "uruguayo", aclaro) que participa en este foro. Les estoy siguiendo desde hace un tiempo y, realmente, debo confesar que a veces me parece que los españoles de un lado y otro del Atlántico nos desconocemos realmente. Probablemente se deba a que ignoramos mucho de las historias respectivas, o que tenemos versiones sumamentes interesadas de ellas. Cuando yo era escolar (creo que era en tiempos de Carlos III.. o casi) estaba absolutamente convencido que los españoles tenían rabo, cuernos y tridente; y que, además, habían venido a "robarnos el oro". Esto fue así hasta que mi padre me aclaró que al fin de cuentas éramos los descendientes de esos "ladrones"; desde entonces me he dedicado a estudiar la historia de nuestro pasado hispano, lo que no ha hecho otra cosa que enorgullecerme de él.
Debo decirles que en mi país es muy difícil manifestar el hispanismo, y aun más cuando se enseña o escribe historia, como es mi caso. Hubo un escritor español (de la Orden Miracle) que denominó a mi país "los estados pontificios de la Masonería". Hoy ya no son los dichos "estados", sino verdaderamente el centro del imperio tripunte. Así que verán como me hallo algunas veces en conflicto con la "historia oficial" y sus censores; a tal extremo que alguna publicación tuve que hacerla en Argentina porque aquí no había editor ni impresor que se atreviese a tomarla a su cargo.
Por cierto que aquí no tenemos la cuestión de población indígena, porque la poca sangre de ests origen está muy diluída entre los de origen hispano y de posteriores inmigraciones europeas.
De todas formas comprenderán como disfruto leyendo sus mensajes.

Antonio Álvarez

P.D.: Además tenemos un record: creo que fuimos el primer país sudamericano que separó a la Iglesia del Estado. Otra más y van...