Virreinato de Nueva España
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Virreinato de Nueva España (
1535–
1820) era el
virreinato español que se extendía desde los estados de
Arizona,
California,
Colorado,
Dakota del Norte,
Dakota del Sur,
Montana,
Nevada,
Nuevo México,
Texas,
Oklahoma,
Wyoming y
Utah en los
Estados Unidos hasta
Guatemala en
Centroamérica, estando bajo su dominio, la
Capitanía General de Cuba, la
Capitanía General de Guatemala, la
Capitanía General de Filipinas y los Territorios de
Florida,
Louisiana y
Nootka, teniendo su capital en la
Ciudad de México. Nueva España no sólo administraba las tierras comprendidas entre estos límites sino también el archipiélago de las
Filipinas en
Asia y varias islas menores en
Oceanía como
Guam. Tras la derrota del ejército español por las tropas de
Agustín de Iturbide y
Vicente Guerrero, todo el territorio fue independiente. El Virreinato de Nueva España es el antecedente histórico inmediato del cual surgió
México.
Si bien los españoles iniciaron en
1492 una serie de expediciones a las costas atlánticas del continente, es el
22 de abril de
1519, cuando
Hernán Cortés toca las playas y funda la
Villa Rica de la Vera-Cruz, la fecha que marca el inicio de los casi 303 años de la hegemonía española, que se dividen entre
La conquista de México y el
Virreinato de Nueva España, hasta la época de la Monarquía constitucional
18121-
1814 y
1820-
1821. En estos últimos períodos, con base en la
Constitución de Cádiz de
1812, desaparecieron los Virreinatos y todo el territorio español, europeo o americano, quedó dividido en provincias jurídicamente iguales, a cargo de Jefes Políticos Superiores dependientes directamente del gobierno de
Madrid.
En los tres siglos de la época virreinal, tanto
España,
Europa,
América y el Virreinato viven diferentes momentos históricos, culturales, sociales, económicos y políticos, por lo que es necesario hacer una gran cantidad de distingos para poder caracterizar el desarrollo ocurrido, tanto por los ideales como por los hechos que se discurren en ese largo proceso histórico, tan grande que es más largo que el período de independencia de
México que apenas llega a los dos siglos.
Además, la vastedad de la Nueva España y el comercio de esta con las
Filipinas a través de la
Nao de China, así como los viajes de los navíos de bandera española en el
siglo XVIII, para eludir a los piratas del Caribe, impusieron complejas y cambiantes estrategias económicas y militares, así como
España cambió desde los
Reyes Católicos a los
reyes liberales y a
José Bonaparte, también cambiaron dentro del virreinato las doctrinas políticas que se adoptaron.
La presencia española en el continente americano suele criticarse con gran pasión, en especial por la desaparición de las culturas preexistentes, las cuales fueron simplemente extinguidas y no fue hasta el
siglo XX, en que se inició un amplio esfuerzo antropológico por rescatar y preservar los elementos culturales que pertenecieron a esas culturas.
La Monarquía Hispánica de los
siglos XVI y
XVII, y el posterior Reino de España
XVIII,
XIX instauró una sociedad en la que la de
castas donde la oligarquía política y religiosa correspondía exclusivamente a los
peninsulares, sin permitir que la sociedad
criolla,
mestiza,
mulata o sus variantes pudiese participar en la toma de decisiones.
Población de Nueva España a fines del
siglo XVIII Área Población México 5.837.100 América Central 870.200 Antillas 950.000
Total 7.657.300 El maltrato generalizado a los
indígenas — similar al que recibieron otros nativos americanos que fueron exterminados, como los caribes y taínos— y las enfermedades traídas desde Europa, causaron la disminución de la población original. El Reino de España promulgó a lo largo de la Colonia una serie de
leyes que intentaron poner orden en el trato a los indígenas, legislando en contra del abuso de los
encomenderos contra la población originaria. A la legislación española promulgada para ser aplicada en las colonias americanas se la conoció como
Leyes de Indias o Leyes de Indias Occidentales.
Utilizando instrumentos como el santo oficio de la santa inquisición el gobierno virreinal español suprimía la difusión de las ideas liberales generadas durante la
Ilustración, la
Revolución Francesa o la
Guerra de Independencia de los Estados Unidos al tiempo que no toleraba otra religión distinta a la
católica.
Tras el
Grito de Dolores del cura
Miguel Hidalgo y Costilla el ejército insurgente inició una guerra de 11 años que culminaría con el triunfo de los mexicanos, quienes ofrecieron la corona del nuevo imperio a
Fernando VII o al miembro de la nobleza que él designase. Tras la negativa del monarca español a reconocer la independencia de
México la jerarquía del Ejército Trigarante cortó cualquier nexo político o económico con el Reino de España y el Congreso Constituyente eligió como Emperador a
Agustín I.
Tabla de contenidos
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Extensión de la Nueva España [editar]
México -
Historia Cronología Época Precolombina
Etapa Lítica
Aridoamérica
Oasisamérica
Mesoamérica
Conquista Virreinato de Nueva España Independencia de México
(1810-1821) México Independiente
Siglo XIX
Primer Imperio Mexicano (1821-1823)
Independencia de Texas (1835-1836)
Primera Intervención Francesa(1839)
Intervención Estadounidense (1847-1848)
Revolución de Ayutla (1854-1855)
Leyes de Reforma (1855-1857)
Guerra de Reforma (1857-1861)
Segunda Intervención Francesa (1861-1867)
Segundo Imperio Mexicano (1864-1867)
República Restaurada (1864-1867)
Porfiriato (1876-1910)
Revolución Mexicana (1910-1924)
Maximato (1924-1934)
Cardenismo (1934-1940) México moderno
(1940-a la fecha)
Historia política de México (1940-2006)
Historia económica de México (1940-2006)
Historia social de México (1940-2006)
Proyecto Virreinato de Nueva España fue el nombre dado por la administración española a la región del continente americano comprendida por el actual
México, más los actuales estados de
California,
Nevada,
Colorado,
Utah,
Nuevo México,
Arizona,
Texas,
Oregon,
Washington y partes de
Idaho,
Montana,
Wyoming,
Kansas,
Oklahoma y
Louisiana en los
Estados Unidos de América. La parte suroeste de
Columbia Británica en
Canadá. A su vez, tanto la Capitanía General de Guatemala (comprendida por los actuales países de
Guatemala,
Belice,
Costa Rica,
El Salvador,
Honduras y
Nicaragua), como la de Cuba (actuales
Cuba,
República Dominicana,
Puerto Rico,
Trinidad y Tobago y
Guadalupe), las
Filipinas y
Guam, fueron administradas a través del Virreinato de Nueva España (VNE).
La capital del virreinato era la
Ciudad de México. Se fundó como virreinato en
1535 con
Antonio de Mendoza como primer
virrey de Nueva España, y desapareció en
1812, al emitirse la
Constitución de Cádiz. Ésta dividió el antiguo Virreinato en provincias gobernadas por Jefe Políticos Superiores, enumeradas como sigue:
Nueva España con la
Nueva Galicia y península de
Yucatán,
Guatemala, provincias internas de
Oriente, provincias internas de
Occidente, isla de
Cuba con las dos
Floridas, la parte española de la isla de
Santo Domingo y la isla de
Puerto Rico con las demás adyacentes a éstas y al continente en uno y otro mar.
En
1814 el rey
Fernando VII declaró nula la
Constitución de Cádiz y se restableció el virreinato de
Nueva España, pero en 1820, debido a la
revolución liberal en
España, se volvió al sistema de 1812 y el virreinato desapareció definitivamente. El último Virrey,
Juan Ruiz de Apodaca, pasó a ser Jefe Político Superior de la
provincia de Nueva España. El último Jefe Político Superior de
Nueva España (no virrey, cargo que ya no existía) fue
Juan O'Donojú, cuya autoridad cesó al consumar
Agustín de Iturbide (futuro
Agustín I) la
independencia de México, el
27 de septiembre de
1821.
El nombre de este virreinato procede de la similitud que le encuentran los colonizadores con España, en virtud de su combinación de climas templados (centro de México), áridos (norte) y frío (sierras madre oriental y occidental).
El virreinato fue una de las principales fuentes de ingresos para la colonia española, con importantes centros mineros como
Guanajuato,
San Luis Potosí e
Hidalgo, así como uno de los principales puntos de expansión cultural europea en América (véase también
Ciudad de México).
Fundación de Nueva España [editar]
Los
Habsburgo fueron los fundadores del Imperio Mundial Español y lo gobernaron de 1516 a 1714. Eran una dinastía de origen alemán, con dos grandes ramas. La rama española y la rama austriaca. Esta dinastía tuvo una política donde, toda proporción guardada, las partes integrantes del Imperio (los Virreinatos) tenían una relativa libertad y autonomía.
En el caso de la Nueva España, el genio de esta dinastía, fue que durante la fundación de la Colonia, utilizaron y tomaron ventaja de las estructuras pre-existentes en la sociedad pre-hispánica para implantar sobre ellas su estructura de poder. Sin embargo, esto sólo fue posible por la participación activa y voluntaria de los señoríos indígenas.
Antes de la llegada de los españoles, "la sociedad pre-hispánica estaba integrada por un sin-fin de señoríos relativamente pequeños donde a la cabeza estaba el Tlatoani. Estos señoríos estaban integrados en otros cuerpos políticos más o menos desarrollados, como las Alianzas Tlaxcaltecas, las Coaliciones Mayas en
Yucatán y
Chiapas, el Reino Purepecha de Michoacán y el Imperio Mexica".
Los Mexica "habían absorbido o tenían absoluto control político, sobre algunas decenas e imponían tributo sobre seis o siete centenares más". A la llegada de los españoles casi la totalidad de estos señoríos "decidieron aliarse a los recién llegados" por motivos diversos, pero en el que el sistema de terror religioso tuvo una importancia crucial. Al tener contacto con los señoríos indígenas, una de las acciones inmediatas por parte de los conquistadores fue la prohibición de los sacrificios humanos y por otra parte iniciar la introducción de la moral y el sistema de valores judéo-cristiano.
Una vez consumada la caída de México-Tenochtitlan, se fomentó y protegió a las "Repúblicas de Indios". Esto es, se permitió la supervivencia de los señoríos pre-hispánicos, donde los líderes indígenas conservaron su estatus, posición y privilegios. Además, los "usos y costumbres" a excepción del sacrificio humano se mantuvieron prácticamente intactos. "Casi todos los señoríos subsistieron como cuerpos políticos durante la época colonial y gran porcentaje de los nobles indígenas permanecieron en sus posiciones de privilegio , recibiendo gran parte de los tributos y servicios que les correspondían durante todo el siglo de la Conquista y aún después".
Cabe recalcar que la evangelización de la población indígena no fue inmediata, sino por el contrario un proceso lento, arduo que requirió de mucha perseverancia y creatividad por parte de los misioneros y que tomó la mayor parte del siglo para completarse. Al contrario de lo que se cree comúnmente, la evangelización de los indios no fue un proceso que se completó a "Sangre y Fuego". La consolidación del Imperio Español en la Nueva España requería de estabilidad política y social.
Los señoríos y las "Repúblicas de Indios" son la base de los pueblos como Calacoaya, Tonala,
Xochimilco, Tlalpan, Chiautempan, Coyoacan que son sólo ejemplos de miles que aún el día de hoy existen y se pueden reconocer a través de la parte central y sur de la actual República Mexicana. Su supervivencia es un testamento al éxito de esta estrategia de asimilación por parte del Imperio Español.
El papel de los Encomenderos [editar]
"Nueva España nació como una calca del Imperio Mexica, aun en su estructura funcional, con una obvia y crucial excepción: dejaron de exigirse servicios militares y cuerpos para el sacrificio"
Al contrario de la versión oficial, la supervivencia así como la participación activa y voluntaria de los señoríos indígenas era esencial para que el sistema colonial funcionara, pues no había manera de que Cortés y sus capitanes anduvieran imponiendo su voluntad a "Sangre y Fuego".
Se trataba de un sistema de dominio indirecto, cuyo punto crítico dependía de la efectividad de la intermediación a cargo de nada menos y nada más que del cacique indígena.
Para controlar a los caciques indígenas, los Conquistadores crearon la figura de "el encomendero". Así una vez lograda la pacificación, los conquistadores se transformaron en encomenderos. La función del encomendero era mantener la funcionalidad del sistema y, a cambio, podía quedarse con el tributo. Por cada señorío indígena, una encomienda española. La otra obligación del encomendero era la conversión y evangelización de los indios. Al menos idealmente, esta era la función principal, pues al español se le encomiendan los indios para su conversión al cristianismo.
Desde el punto de vista europeo de aquel tiempo, la legitimidad de la Conquista Española del Nuevo Mundo venía de la obligación de la Corona Española de convertir a sus recién adquiridos súbditos paganos. Una continuación de la Reconquista de la Península Ibérica, donde las Coronas de
Castilla y
Aragon (al final del periodo representadas por Isabel la Católica y Fernando), donde por 800 años convertían o expulsaban a los árabes infieles.
El papel de los Misioneros [editar]
La justificación legal de la Conquista se dio como un instrumento de la difusión de la Fe Católica. Al menos en principio, era obligación de los conquistadores, ahora transformados en encomenderos, la conversión de los indios. En la práctica, esta obligación, sin embargo, tuvo que esperar a la llegada de los frailes. La evangelización, fue confiada por el Papado a los frailes. "Los primeros en establecerse fueron los
Franciscanos (1524), seguidos por Dominicos, Agustinos y Mercedarios".
Así como a los encomenderos, a los recién llegados frailes tuvieron que apoyarse en la realidad pre-hispánica. Ajustándose a la disposición de los señoríos indígenas, la jurisdicción de las "doctrinas" (parroquias predicadoras), se calcaba de las de su respectivo señorío indígena.
La red de relaciones se cerraba con el tlatoani (o cacique). Su adhesión a las practicas cristianas era esencial para asegurar la respuesta positiva de su pueblo. Un punto muy sensible, fue lograr la recomposición de las familias conforme al modelo cristiano (monogámico), lo que hizo cambiar normas de matrimonio, parentesco y herencia. Lo cual, simple y sencillamente no se hubiera podido sin el apoyo de las autoridades indígenas locales.
La misma red actuó para estrechar el cerco que acabó clausurando los templos pre-hispánicos y ahogando a los sacerdotes del viejo culto por hostigamiento y falta de recursos. Encomenderos, Caciques y Frailes formaban así una trilogía estrechamente ligada y efectiva.
Comercio [editar]
El puerto de
Veracruz fue su principal puerto al
océano Atlántico, y el de
Acapulco el principal al
océano Pacífico. Ambos puertos fueron fundamentales para el comercio ultramarino, especialmente con
Asia, como fue el caso del
Galeón de Manila (también conocida como la Nao de China), que era un buque que hacía dos viajes al año entre
Manila y Acapulco, cuyas mercancías eran después transportadas por tierra de
Acapulco a Veracruz y posteriormente reembarcadas de Veracruz a
Cádiz, España. Así pues, los buques que zarpaban de Veracruz iban generalmente cargados de mercancías de oriente procedentes de los centros comerciales de las Filipinas, más los metales preciosos y recursos naturales de México, Centroamérica y el Caribe.
Sin embargo, estos recursos no se tradujeron en desarrollo para la
metrópoli debido a la frecuente inmersión de España en guerras en
Europa, así como por la constante merma al transporte ultramarino hecho por los asaltos de las compañías de bucaneros (ingleses), corsarios (holandeses) y piratas (mixto). Estas compañías fueron inicialmente financiadas por, primero, la bolsa de
Amsterdam —la primera de la historia y cuyo origen se debe precisamente a la necesidad de fuentes de financiación de empresas de piratas—, así como posteriormente por la bolsa de Londres. Lo anterior es lo que algunos autores llaman el «proceso histórico de transferencia de riqueza del sur hacia el norte»[
cita requerida].
Vida cultural [editar]
Este virreinato fue la base del mosaico cultural y racial del período colonial americano. En su seno se fusionaron a lo largo de los 300 años de colonia las culturas nahuatl, maya, tolteca, mixteca, zapoteca y española. Así mismo, se dio una gran cantidad de mezclas raciales: mestizos, mulatos, castizos, etc. Figuras como
Sor Juana Inés de la Cruz y
Juan Ruiz de Alarcón destacan como los más notables contribuyentes del VNE a la literatura española, así como
Manuel Tolsá en la arquitectura. Relativo a instituciones financieras destaca
Pedro Romero de Terreros, fundador del
Nacional Monte de Piedad (También llamado Monte Pío), génesis del microcrédito a nivel mundial. También destacan los descubrimientos químicos de
Andrés Manuel del Río, descubridor del
Eritronio, posteriormente renombrado
Vanadio, en la
tabla periódica de los elementos químicos. También se dio la creación de comida típica como lo eran los
Tacos, las
Quesadillas y las
Fajitas. Se dice que el General Santa Ana creó estos platos ya que quería independizar la tradición cultural mexicana del eurocentrismo rampante en la era siguiente al periodo revolucionario de
Hispanoamérica.
Las intendencias [editar]
Como consecuencia de las reformas borbónicas, el 4 de diciembre de
1786, el rey Carlos III firma la ordenanza que crea doce
intendencias en el virreinato de Nueva España reemplazando a los corregimientos y alcadías mayores (previamente en 1770 se había creado la de Arizpe), fuera de las
intendencias quedaron tres provincias:
[1][2]
- Real Audiencia de México
- Intendencia de México: formada por la capital del virreinato; las alcaldías de Mexicaltzingo, Chalco, Tlayacapan, Coyoacán, Tacuba, Cuautitlán, San Cristóbal Ecatepec, Tula, Yahualica, Huejutla, Meztitlán, Zimapan, Tulancingo, Jilotepec, Huichapan, Tetepango, Mixquiahuala, Atitalaquia, Actopan, Otumba, San Juan Teotihuacán, Pachuca, Zempoala, Ixmiquilpan, Texcoco, Xochimilco, Cuernavaca, Tixtla, Chilapa, Malinalco, Sultepec, Temascaltepec, Tetela del Río, Zacualpan, lchcateopan, Tenango del Valle, Metepec, lxtlahuaca, Taxco, Iguala, Tlapa, Igualapa, Zacatula, Apan y Tepepulco; los corregimientos de Toluca, Lerma y Querétaro, y el gobierno de la ciudad de Los Reyes y del puerto de Acapulco.[3]
- Intendencia de Puebla: formada por 23 partidos.
- Intendencia de Oaxaca: formada por 20 partidos.
- Intendencia de Veracruz: formada por los partidos de: Pánuco, Papantla, Misantla, Jalacingo, Xalapa, Orizaba, Córdoba, Antigua, Cosamaloapan, Tuxtla, Acayucan. Además del gobierno militar de Veracruz. [4]
- Intendencia de Valladolid de Michoacán: formada por 29 partidos.
- Intendencia de Guanajuato: formada por 10 partidos.
- Intendencia de Durango: formada por 40 partidos.
- Intendencia de Arizpe (Creada en 1770): formada por los partidos de: Cieneguilla, San Antonio de la Huerta, Ostimuri, Álamos, El Fuerte, Sinaloa, Culiacán, Cosalá, Copala, Maloya, El Rosario. [5]
- Intendencia de Mérida de Yucatán: formada por 12 partidos, entre ellos Barrios de Mérida, Beneficios Altos, Costa, Hunucmá, Sierra Alta, Sierra Baja, Tizimín.
- Real Audiencia de Guadalajara
En
1813 fue creada la Intendencia de Saltillo, pero no llegó a ser puesta en vigencia.
En las capitanías generales nominalmente dependientes del virreinato de Nueva España:
Capitanía General de Guatemala y
Capitanía General de Cuba, también se aplicó el sistemas de
intendencias. En la
Capitanía General de las Filipinas el proyecto de creación de las
intendencias no llegó a aplicarse.
Territorio [editar]
En
1543, las provincias de
Tabasco,
Chiapas y Campeche pasan a la jurisdicción de la
Real Audiencia de Guatemala (o de los Cofines).
En
1548, Tabasco (se hizo efectiva en 1560) y Yucatán (con Campeche) vuelven a depender de la Audiencia de México.
El 13 de febrero de 1548, por real cédula del rey Carlos I, se crea la Real Audiencia de Nueva Galicia, establecida originalmente en
Compostela, pero trasladada a Guadalajara el 10 de diciembre de 1560.
En
1675 se crea la provincia de Nueva Extremadura con la parte occidental del Nuevo Reino de León.
En
1732 se creó la gobernación de Sinaloa.
Por la Real Orden del 2 de agosto de
1776, se creó la
Comandancia General de las Provincias Internas en la zona septentrional del virreinato, con capital en Arizpe y bajo jurisdicción de la Audiencia de Guadalajara. Estas provincias eran: Nueva Vizcaya, Nuevo México, Nuevo Reino de León, Coahuila, California, Nayarit, Culiacán, Sonora, Texas y Nuevo Santander. Quedaron bajo el gobierno de un comandante general que dependía directamente del rey.
En
1786 la comandancia de las Provincias Internas se divide en tres comandancias, la del Poniente, la del Centro y la del Oriente (Nuevo Santander, Texas, Nuevo León y Coahuila).
En 1786, se crea la intendencia de Arizpe con las provincias y alcaldías de los gobiernos de Sonora y Sinaloa.
En 1787 Nuevo Santander pasa a depender de la intendencia de San Luis Potosí.
En
1788, se crearon las comandancias de las Provincias Internas de Oriente y de Occidente, integrándose a ésta última Nueva Vizcaya, Nuevo México, Sonora, Sinaloa y la Comandancia de las Californias, mientras que la primera queda integrada por las provincias de: Nuevo León, Coahuila, Texas, Santander y los distritos de Parras y de Saltillo.
En 1789 Aguascalientes y Juchipila pasan de la jurisdicción de la intendencia de Guadalajara a la de la Intendencia de Zacatecas.
En 1790 se reunifica la comandancia general de las Provincias Internas, pero vuelve a sufrir cambios en 1791, 1792 (pasaron al control del virrey) y 1804.
[6]
En
1793 las Californias, el Nuevo Reino de León y Nuevo Santander se separaron y se pusieron bajo gobernantes militares directamente sujetos al virrey. Ese año Tlaxcala se separó de la intendencia de Pueblo y se constituyó en gobierno militar.
El partido de Cuautla-Amilpas, pasa el 8 de septiembre de
1792 a la Intendencia de México desde la intendencia de Puebla, que por Cédula Real del 2 de marzo de 1793 pierde también Tlaxcala y luego recibe Tlapa e Iguala.
[7]
En
1804, fueron separadas la Alta y la Baja California, cada una pasó a tener un gobierno militar.
En
1812, al emitirse la
Constitución de Cádiz, el Virreinato desapareció y su territorio fue dividido en provincias que no estaban jurídicamente subordinadas entre sí. En 1814 el rey
Fernando VII restableció el Virreinato, que se extinguió definitivamente en 1820 al restaurarse el régimen constitucional.
División eclesiástica [editar]
El papa León X a petición del emperador Carlos V y por solicitud de
Diego Velázquez, erigío el 24 de enero de
1519 la "Diócesis Carolense" (por el nombre del emperador). No le fue asignado un territorio definido en la Nueva España y el 13 de octubre de
1525 fue mudada hacia el centro de México.
Por Real Cédula del 19 de septiembre de
1526, Carlos V fijó los límites de la diócesis que tomó el nombre de "Obispado de Yucatán y Santa María de los Remedios"
La Provincia de Tlaxcalteche inclusive y San Juan de Ulúa, que confina con aguas vertientes hasta llegar a Matlatla inclusive y la Villa Rica de la Veracruz y la Villa de Medellín, con todo lo de Tabasco y desde el Río Grijalva hasta llegar a Chiapas.
La sede estuvo en Tlaxcala hasta
1539 en que pasó a Puebla.
En
1530 se creó el Obispado de México, que pasó a arzobispado el 11 de febrero de
1546 al crearse la provincia eclesiástica de México.
En
1535 fue erigido el Obispado de Oaxaca o Antequera, al año siguiente el de Michoacán y en
1539 el de Chiapas.
En
1548 fue creado el Obispado de Guadalajara y en
1561 el de Yucatán.
En
1620 fue erigido el Obispado de Nueva Vizcaya en Durango.
El 15 de diciembre de
1777 se creó el Obispado de Linares o Monterrey en Nueva León y el 7 de mayo de
1799 fue creado el de Sonora.
[8]
La Provincia Eclesiástica de México quedó así constituída por el Arzobispado de México y sus sufragáneos los obispados de Tlaxcala-Puebla, Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Guadalajara, Yucatán, Durango, Linares y Sonora.
Artículos relacionados [editar]
Enlaces externos [editar]
Obtenido de "
http://es.wikipedia.org/wiki/Virreinato_de_Nueva_Espa%C3%B1a"
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